Navidad. El día mas esperado por todos los niños y el más cansado para algunos adultos. Día cual se caracterizaba por ser uno familiar, lleno de alegría, tranquilidad y sobretodo, siendo uno íntimo. Donde la calma y paz reinaba a todas horas.
Sin embargo, aquellas reglas no eran cumplidas en lo absoluto en casa de Hyunjin y Seungmin, debido a que este último estaba completamente en crisis.
Seungmin era una persona perfeccionista, bastante en realidad y eso era algo que a su pareja siempre le había gustado, porque era muy atento a los pequeño detalles. Pero sin lugar a dudas ahora Seungmin estaba al borde de perder el control por tener muchas cosas que hacer y querer hacerlas justo como se lo imaginaba.
No podía dejar de ver al menor dar vueltas por toda la casa para cumplir las miles de tareas que el mismo se había propuesto a hacer para que la navidad sea perfecta. Entraba en pánico si una de las luces del árbol de navidad no estaba funcionando o si al decorar las galletas de navidad algo no salía como el estaba esperando. La histeria se apoderaba de su cuerpo al ver como aún no estaba hecha la cantidad necesaria de comida que tenía planeado hacer o cuando notaba como uno de los adornos de la pared estaban ladeados.
Podía ser una exageración, sí, Hyunjin lo tenía en cuenta. Sin embargo, comprendía al menor porque sabía la razón de su obsesión de que estuviera todo perfecto esta navidad, porque era bastante simple.
Sus hijos
Hace ya aproximadamente cinco meses, ambos chicos habían decidido dar un gran paso en su vida amorosa incluyendo a dos personitas más en sus vidas. Adoptando así a dos pequeños mellizos que actualmente no pasaban más de los diez meses de vida.
Ambos ya tenían veinticinco años de edad, casi cuatro años de matrimonio y siete años siendo oficialmente una pareja, por lo que, a pesar de considerarse algo jóvenes, decidieron hacerlo.
Si bien el plan inicial era solo adoptar a uno por la falta de experiencia que tenían, se les presentó la oportunidad de adoptar a la pareja de bebés al ser estos recién llegados de último minuto, y decidieron arriesgarse a tomar esa oportunidad a pesar de las posibles consecuencias al ser totalmente primerizos.
La mejor y a la vez peor idea del mundo.
Las primeras semanas fueron totalmente un desatre y alboroto, teniendo que recurrir a la ayuda de la madre de Seungmin y la de Hyunjin junto a sus siete amigos observando la imagen de ambos chicos cansados física como mentalmente destrozados en el sillón.
No fue fácil, al menos no al principio. Donde Hyunjin no comprendía cómo se suponía que se debía preparar la leche en polvo que ambos bebés querían con urgencia y dónde Seungmin hacia miles de conexiones en su cerebro por segundo tratando de decifrar cómo era la manera correcta de armar los pañales para colocarselos.
Los primeros meses donde ambos estaban exhaustos emocionalmente, pero gracias a Minho y a Jisung, quienes por algúna maravillosa razón poseían un don de otro universo para calmar a bebés, lograron mantener la compostura.
Después de miles de veces de Hyunjin botando el talco para bebés al suelo, Seungmin acudiendo a Yeji para comprarle ropa a la única niña, Hwang quedándose dormido en la alfombra con ambos pequeños y Seungmin terminando por comer la mismas papillas que les daba a los menores por estar cansado de cocinar, ambos lograron tomarle el ritmo a las cosas.
Entendieron que su vida ahora había cambiado, tuvieron que hacer ajustes emocionales, comprender que ahora sus necesidades pasaban a segundo plano, que primero estaban única y principalmente sus hijos.
Hyunjin había dicho siempre que nunca amaría a nadie más como lo hacía con Kim Seungmin y claramente se equivocó. A pesar de las dificultades Hyunjin amaba a aquellos dos bebés como nunca se lo hubiera imaginado. Normalmente se convirtió en una de sus actividades diarias el ser el último en dormirse para asegurarse que tanto ambos bebés y Seungmin estuvieran bien. Jamás pensó que se teñiría el cabello de rosa para obtener que la bebé quisiera jugar con su cabello. Nunca se imaginó pasar horas con una sonrisa cansada admirando a los pequeños dormir como si fueran lo más hermoso del mundo, aún que para Hyunjin, sí que lo eran.
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No me gusta, hyung || Hyunmin
Hayran KurguDonde Hyunjin se ve obligado a ayudar a Seungmin cuando se entera que este estaba enamorado de su mejor amigo. -Minnie, no puedo seguir haciendo esto. -¿Qué? ¿Pero por qué? -Solo no puedo Seungmin, lo siento. -Pero no lo entiendo. -Acéptalo, por fav...