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Seungmin llevó su manzana a la boca para darle un mordisco y seguir esperando a Hyunjin en su habitación mientras observaba los muchos cuadros que decoraban la pared de bonitos momentos que habían pasado los nueve juntos.

Lo que más le impresionaba era que en la mayoría de fotos no aparecía Hwang.

—Perdón, tenía que decirle algo a mi padre. —llegó el más alto y se sentó a lado de su amigo.

—No importa, igual tu cuarto es divertido. —sonrió mirando hacia las fotografías. —Woah, eso es antiguo. —señaló una foto, donde se veía la primera foto de los nueve chicos cuando Felix llegó a Corea. —¿Cómo las sigues teniendo?

—Fue un momento importante para todos, debía guardarlo. —el de camisa blanca se encogió de hombros. —Fue cuando estuvimos completos realmente.

—¿Este es Jeongin? —exclamó con la boca abierta, viendo una fotografia de al parecer Hwang y Yang de muy pequeños. —¡Son tan chiquitos!

El mayor sonrió levemente por la emoción de el castaño.

—Sí. —se acomodó mejor en su cama para poder ver el cuadro que el menor tenía en sus manos. —Tengo más, ¿Quieres verlas?

Kim asintió, viendo como Hwang sacaba de su clóset una pequeña caja de color azul que parecía decorada un niño entre seis a ocho años.

—¿Y eso?

—Aquí guardo lo que más quiero. —comenzó a hablar. —Fue el primer regalo que tuve en mi vida. —sonrió observando las raras pero tiernas decoraciones que tenía la caja. —Y el más importante que tengo.

—¿Puedo...? —preguntó tocando la tapa de aquella caja con curiosidad, a lo que Hyunjin no negó su petición.

El castaño la abrió, notando como entre las miles de cosas que habían dentro, resaltaba una fotografía enmarcada con brillantina y una hoja con muchos dibujos hechos de crayolas.

—Feliz seis años, hyung. —leyó milagrosamente la ilegible letra de un niño. —Jeongin...

—Se nota mucho ¿no? —rió Hyujin agarrando el cuadro que había dentro. —Su letra no ha cambiado nada.

—¿Él te hizo esto de pequeño?

—Sí. —contestó jugando con los pequeños recortes de decoración ya despegados de la caja.

—Nunca creí que un niño de seis años pudiera tomarse el tiempo de hacer todo esto. —dijo aún sin quitar la mirada de los dibujos. —Jeongin lo quiere mucho.

—Mis padres nunca fueron muy atentos conmigo ¿sabes? —esas palabras salieron tan naturalmente que Seungmin se sorprendió. —Cuando era pequeño, no celebraba mis cumpleaños porque mis padres no lo consideraban importante, pero Jeongin se encargó de hacer que nunca estuviera triste en uno de mis cumpleaños.

Min no sabía si Hyunjin estaba triste o feliz, ya que al relatar todo eso su voz se escuchaba muy melancólica, sin embargo su sonrisa nunca se había borrado.

—Si esto sale bien quiero que lo cuides mucho. —Seungmin estuvo apunto de preguntar a que se refería mas al recordar el motivo de sus constantes salidas decidió guardar silencio. —Él es muy importante para mí y necesito saber que lo tratarás como él lo merece. ¿Me lo prometes?

Kim se quedó atónito, casi nunca veía a Hyunjin tan serio como en estos momentos por lo que puso una mano encima de la del contrario, ocasionando que este llevara su mirada sus manos y luego volviera a sus ojos.

—Te lo prometo.

—Te lo prometo

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No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora