XXVIII

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En ese momento Cornelio se hizo aún lado y la figura de Enrique se dejó ver en la puerta.

- Hola. - Dijo curioso.

- Hola. - Dije igual.

- Vengo a ver a Fer.

- Está en su cuarto. - Dije.

- ¿No interrumpo nada? - Pregunto.

- Nop. Tu sal y entra con confianza a la sala.

- Bueno. Con permiso. - Dijo dirigiendose directo al cuarto de Fer.

Cornelio cerró la puerta despacio y me miraba travieso. - ¿No que habían terminado?

- Amor tóxico. - Dije riéndo.

- Por lo menos no es amor de lejos. - Dijo algo desanimado.

- ¿Te hicieron pendejo? -Pregunté mirándolo.

- Me hicieron chivito.

- ¿Y eso?

- Pues según ella nomas fue un besito.

Rei. Y me sentí mal por ello.

- Perdón. - Dije apenada.

- Tranquila. Con el tiempo lo tomas con humor.

Nos sentamos en la sala y pusimos El lobo de Wall Street. Mientras la "mirábamos" nos burlabamos de algo o contábamos si teníamos una historia parecida a la escena.

La verdad es que me agrada estar con él, sin darnos cuenta era muy tarde.

Se levantó y me dió un beso en la mejilla.

- La verdad, es que me la pasé muy bien contigo hoy, ma.

- Yo también. - dije contenta.

- Ya ves y no querías salir conmigo.

- Pero tienes que admitir que...

- Nos llevarías mejor solo como compas - Me acompleto él

- Justo eso pensaba.

- ¿Compas o que?

- Compas. - Dije con una sonrisa.

- Adiós, ma. - Dijo besando mi mejilla.

- Espera. - Dije tomando mi teléfono.

Le pedí su número y le marque para que se quedará registrado mi número.

- Me avisas cuando llegues.

- Sales cues.

Cornelio se fue y yo cerré la puerta con seguro. Parecía que Enrique se quedaría a dormir. Estaba por apagar la luz de la cocina cuando veo a Enrique salir del cuarto en pijama.

- Así que ahora sales con el Vega.

- Solo somos amigos.

- ¿Apoco Shi?

Lo mire molesta.

- Tu sabes lo que haces.

- Exactamente. Y se que no estoy haciendo nada malo. - Dije dirigiendome a mi cuarto.

Me acosté pensando en lo molesto que era Enrique. Pero sonreí al pensar que vería a Marco.

Era sábado y me levante un poco tarde de golpe. Normalmente era así cuando tenía un pendiente. Tenía la cita con Marco y estaba muy nervisa.

Mientras pensaba que ponerme empecé a carburar que nos veríamos a las 11, era demaciado temprano para una comida.

Pero igual tenía que estar lista.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora