En ese momento Cornelio se hizo aún lado y la figura de Enrique se dejó ver en la puerta.
- Hola. - Dijo curioso.
- Hola. - Dije igual.
- Vengo a ver a Fer.
- Está en su cuarto. - Dije.
- ¿No interrumpo nada? - Pregunto.
- Nop. Tu sal y entra con confianza a la sala.
- Bueno. Con permiso. - Dijo dirigiendose directo al cuarto de Fer.
Cornelio cerró la puerta despacio y me miraba travieso. - ¿No que habían terminado?
- Amor tóxico. - Dije riéndo.
- Por lo menos no es amor de lejos. - Dijo algo desanimado.
- ¿Te hicieron pendejo? -Pregunté mirándolo.
- Me hicieron chivito.
- ¿Y eso?
- Pues según ella nomas fue un besito.
Rei. Y me sentí mal por ello.
- Perdón. - Dije apenada.
- Tranquila. Con el tiempo lo tomas con humor.
Nos sentamos en la sala y pusimos El lobo de Wall Street. Mientras la "mirábamos" nos burlabamos de algo o contábamos si teníamos una historia parecida a la escena.
La verdad es que me agrada estar con él, sin darnos cuenta era muy tarde.
Se levantó y me dió un beso en la mejilla.
- La verdad, es que me la pasé muy bien contigo hoy, ma.
- Yo también. - dije contenta.
- Ya ves y no querías salir conmigo.
- Pero tienes que admitir que...
- Nos llevarías mejor solo como compas - Me acompleto él
- Justo eso pensaba.
- ¿Compas o que?
- Compas. - Dije con una sonrisa.
- Adiós, ma. - Dijo besando mi mejilla.
- Espera. - Dije tomando mi teléfono.
Le pedí su número y le marque para que se quedará registrado mi número.
- Me avisas cuando llegues.
- Sales cues.
Cornelio se fue y yo cerré la puerta con seguro. Parecía que Enrique se quedaría a dormir. Estaba por apagar la luz de la cocina cuando veo a Enrique salir del cuarto en pijama.
- Así que ahora sales con el Vega.
- Solo somos amigos.
- ¿Apoco Shi?
Lo mire molesta.
- Tu sabes lo que haces.
- Exactamente. Y se que no estoy haciendo nada malo. - Dije dirigiendome a mi cuarto.
Me acosté pensando en lo molesto que era Enrique. Pero sonreí al pensar que vería a Marco.
Era sábado y me levante un poco tarde de golpe. Normalmente era así cuando tenía un pendiente. Tenía la cita con Marco y estaba muy nervisa.
Mientras pensaba que ponerme empecé a carburar que nos veríamos a las 11, era demaciado temprano para una comida.
Pero igual tenía que estar lista.
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...