- ¿Damaso? - pregunté en un susurro.
- El ya se va. - Dijo una voz a mi espalda. Me hizo recorrer un frío horrible.
Cuando me gire mire a Marco serio mirándome.
- Sorpresa.
- ¿Que es esto?. - Pregunté incrédula.
- Es la oportunidad de hablar y de que estés tranquila, se que nos van a buscar.
- ¿Cómo se supone que esté tranquila contigo aquí?
- Eres muy mala mintiendo. Se todo lo que hiciste por mí.
- No te equivoques. Era por qué sentía que te debía algo. Pero ya no.
- Pues ahora yo te debo algo. Y te lo voy a recompensar. Se supone que mandaría a alguien a atenderte pero no confío en nadie.
- ¿Y decidiste venir tu?
- ¿Tienes una mejor opción?
- Estaría mejor sola.
- Eres como un bebé, no sobrevivirías tu sola.
Me gire molesta. Mi corazón palpitaba a mil por hora. Y se aceleró aún más a ver cómo el camino a la puerta y la cerro.
Tomo mi maleta y comenzó a subir la escalera.
- ¿No quieres ver nuestra habitación?
- ¿Nuestra?
- Solo hay una.
- ¿Crees que soy tonta? ¿Quieres que te crea que está enorme cabaña solo tiene un cuarto?
- Sube, solo es uno, pero es grande y un baño grande, aparte del vestidor y la terraza.
- Dormirás en el sillón.
Él rio burlón
- Si así dejas de molestar, está bien.
La cama era enorme y tenía razón el cuarto era grande y el baño también. La terraza era bellísima.
- Solo hay una regadera. Así que tendré que bañarme aquí. A menos que tengas una mejor idea
- Mire una manguera afuera.
El volvió a reír burlón. - Ya entendí, y no diré nada por qué me lo gané, pero tienes que entender que me aleje por tu bien.
- No quiero hablar de eso.
Él me miró preocupado, - Estare abajo. Haré algo de cenar. Baja cuando estés lista.
Casí hacia un hoyo en el suelo mientras caminaba de un lado a otro.¿ Por qué rayos no me iba? Me asome a la terraza. "Muy alto" pensé.
No podía quedarme aquí con él pero en parte era el lugar perfecto, nadie nos encontraría.
Abrí mi maleta y empecé a sacar la ropa. "Nooo que haces Elena" pensé volviendo a guardar todo.
Me acosté a pensar que debía hacer pero estaba tan cansada que me quedé dormida.
Desperté y sentí mi estómago emitir un ruido muy fuerte.
Tenía bastante hambre. Mire mi cel "3 AM"
"Y ahora que" pensé.
Bueno, por lo menos en ese momento no podía hacer nada. Solo me bañe y me puse mi pijama.
Baje en calcetas despacito para no hacer ruido. Marco estaba acostado en el sillón.
Pase con cuidado a la enorme cocina. La cocina estaba llena de comida. Había como 4 cajas de diferente cereales. Había dos refrigeradores de dos puertas. Uno tenía bebidas. Y el otro estaba al tope de comida.
Miraba que podía cocinar.
- Tienes hambre.
Di un brinco al escuchar la voz ronca de Marco mientras se tallaba la cara.
- Pensé que estabas dormido.
- Tengo hambre, me quedé dormido, esperandote para cenar.
Por alguna razón me sentí un poco mal por él.
- Creo que haré pollo.
- Siéntate. Yo te haré cena. Tu siéntate. - Dijo caminando al refri.
Me senté en el banco de la barrita mientras lo miraba sacar dos pechugas de pollo y una lechuga.
- ¿Tienes sed?
- Mucha.
Marco saco una jarra del refri 2 y tomo sirvió un vaso.
- Es limonada. - Saco otra jarra. - O agua natural.
Yo lo miraba atenta con los ojos muy abiertos.
- Puedes confiar en mí y tomar. ,- Dijo prendiendo el sartén
- No es eso. Creo que sigo entre dormida y aún poco aturdida por todo esto.
- ¿Estás molesta? - Pregunto ahora picando la lechuga.
- No. - Dije en un susurro. - No entiendo por qué, pero no... Pero quién sabe mañana.
Él me miró un poco preocupado dándole la vuelta a las pechugas de la sartén.
- ¿Desde cuando sabes cocinar?
- No te emociones mucho, Ana solo me enseñó un par de platillos.
Me rei. - ¿Por qué?
- Quería impresionarte. - Dijo mirando fijamente las zanahorias que picaba.
No dije nada. Solo lo miraba atenta y decidí evitar el tema. - ¿Quieres que te ayude?
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...