— Ella no sabe nada de esto, patrón.
— No seas modesto. Es tu novia, en cualquier momento lo sabra. — Dijo tranquilo. — Ahora te repito. Quiero conocerla — Dijo serio.
Me pare pero Ana me detuvo. — Si sales, ese hombre por siempre te identificara como la novia de Marco, hagas lo que hagas no podrás quitarte ese título, y te relacionaran con él.
— Pero tú lo conoces.
— Fue un accidente, pero Kevin no quería.
— Mira me estoy aburriendo. — Escuché la voz gruesa molesta. Me solté del agarre de Ana y baje rápido las escaleras.
Abrí la puerta principal y los muchachos se giraron a verme. Marco me miraba pálido.
— ¿Puedes acercarte, linda?
Empecé a caminar hacia el hombre pero cuando casi llegaba Marco se puso delante de mi.
— Tapas a la niña. — Dijo empujándolo suavemente a un lado.
Mire su cara y sus ojos, el mismo rostro que la policía y FBI tenían anunciado por todos lados como de los más buscados.
Sus ojos eran rojos, se miraba cansado pero su sonrisa era grande.
— Es un placer...
—Elena. — Dije estirando mi mano.
El estiró la suya y la estrecho. — Es un placer Elena, supongo que tú ya conoces mi nombre.
Marco miraba atento cada moviento del hombre.
— Ahora eres la otra parte de él ¿Lo sabías?
Solo asenti.
— Me gusta — Dijo el hombre mirando a Marco. — Es valiente.
— Bueno, Solo pasaba a saludar y como ya lo hice me pasó a retirar.
— Fue un placer — Dijo tomando mi mano y besándola.
Marco hizo una mueca.
— bienvenida a la familia, pollita.
Arrugue un poco mi ceño y él sonrió.
— Es adorable. — Dijo a Marco mientras se dirigía a su camioneta.
El hombre se subió a la camioneta y se fue.
Marco se giró a verme molesto.
— Te dije que no salieras.
— Escuché como hablaba.
— Era lo de menos.
Él puso sus manos en su cara molesto.
— ¿Te molesta que siempre me relacionen a ti?. — Dije a la defensiva.
— ¿Crees que eso me molesta?— Pregunto enojado. — Por mi, yo me aseguraría que el mundo entero supiera que eres mía, pero no sirve de nada si eso te va a causar problemas.
Me acerque a él y acaricie su cabello y rostro. — Está bien, todo está bien.
El solo beso mi mano y se calmo.
— No sabía que el patrón andaba por aquí. — Dijo Kevin abrazando Ana por la cintura.
— Yo tampoco. — Dijo Marco. En eso su cel empieza a sonar y era Vitolias.
Marco tomo su celular firme y se iba a alejar, pero lo tome fuerte de la mano desaprobando que se fuera, él solo me miró a los ojos, suspiro, beso mi coronilla y se quedó a mi lado.
— Compadre, tenemos un problema. — Dijo desanimado.
La cara de preocupación de Marco aumentaba al escuchar el parloteo de Victor a través del teléfono.
En eso el teléfono de Enrique sonó y se alejo un poco. Después el de Kevin y luego el del novio de Mayve.
Nosotras mirábamos a nuestros novios y luego a los demás. Marco tenía una cara sería pero preocupada.
Enrique caminaba de un lado a otro tomándose la cara.
Y Kevin tenía la cabeza agachada con la mano en la cintura. Levanto la cabeza y tenía la misma expresión que Marco o quizá peor.
Marco comenzó a mirar a todos lados y apretaba un poco mi mano de ves en cuando.
Kevin y Marco colgaron al mismo tiempo.
— Tenemos que irnos. — Dijo Kevin seguro.
— Es peor si nos vamos. — Aseguro Marco.
— En la ciudad harán más desmadre y más probable que sepan dónde encontrarnos.
— Aquí lo pueden ver a distancia los Alcones. Lo mejor será quedarnos el fin hasta que las cosas se calmen.
— No es seguro que ellas estén con nosotros.
— Tampoco dejarlas solas. Pondré al tanto a la seguridad y Víctor nos informará desde la ciudad.
— Entren en la casa. Vendremos en unos minutos.
Cuando Kevin dijo eso apreté un poco más la mano de marco y me aferre a su brazo y si darme cuenta estaba haciendo un pequeño puchero.
Marco me miraba enternecido.
Y beso mi mejilla. — No tienes ni idea de cuánto me encantas.
— No te vayas.
— Tengo que ir, será rápido. Iré con los plebes.
Lo solté y empecé a caminar hacia la casa y ellos hacia la camioneta de Marco.
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...