XXXIII

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— Ella no sabe nada de esto, patrón.

— No seas modesto. Es tu novia, en cualquier momento lo sabra. — Dijo tranquilo. — Ahora te repito. Quiero conocerla — Dijo serio.

Me pare pero Ana me detuvo. — Si sales, ese hombre por siempre te identificara como la novia de Marco, hagas lo que hagas no podrás quitarte ese título, y te relacionaran con él.

— Pero tú lo conoces.

— Fue un accidente, pero Kevin no quería.

— Mira me estoy aburriendo. — Escuché la voz gruesa molesta. Me solté del agarre de Ana y baje rápido las escaleras.

Abrí la puerta principal y los muchachos se giraron a verme. Marco me miraba pálido.

— ¿Puedes acercarte, linda?

Empecé a caminar hacia el hombre pero cuando casi llegaba Marco se puso delante de mi.

— Tapas a la niña. — Dijo empujándolo suavemente a un lado.

Mire su cara y sus ojos, el mismo rostro que la policía y FBI tenían anunciado por todos lados como de los más buscados.

Sus ojos eran rojos, se miraba cansado pero su sonrisa era grande.

— Es un placer...

—Elena. — Dije estirando mi mano.

El estiró la suya y la estrecho. — Es un placer Elena, supongo que tú ya conoces mi nombre.

Marco miraba atento cada moviento del hombre.

— Ahora eres la otra parte de él ¿Lo sabías?

Solo asenti.

— Me gusta — Dijo el hombre mirando a Marco. — Es valiente.

— Bueno, Solo pasaba a saludar y como ya lo hice me pasó a retirar.

— Fue un placer — Dijo tomando mi mano y besándola.

Marco hizo una mueca.

— bienvenida a la familia, pollita.

Arrugue un poco mi ceño y él sonrió.

— Es adorable. — Dijo a Marco mientras se dirigía a su camioneta.

El hombre se subió a la camioneta y se fue.

Marco se giró a verme molesto.

— Te dije que no salieras.

— Escuché como hablaba.

— Era lo de menos.

Él puso sus manos en su cara molesto.

— ¿Te molesta que siempre me relacionen a ti?. — Dije a la defensiva.

— ¿Crees que eso me molesta?— Pregunto enojado. — Por mi, yo me aseguraría que el mundo entero supiera que eres mía, pero no sirve de nada si eso te va a causar problemas.

Me acerque a él y acaricie su cabello y rostro. — Está bien, todo está bien.

El solo beso mi mano y se calmo.

— No sabía que el patrón andaba por aquí. — Dijo Kevin abrazando Ana por la cintura.

— Yo tampoco. — Dijo Marco. En eso su cel empieza a sonar y era Vitolias.

Marco tomo su celular firme y se iba a alejar, pero lo tome fuerte de la mano desaprobando que se fuera, él solo me miró a los ojos, suspiro, beso mi coronilla y se quedó a mi lado.

— Compadre, tenemos un problema. — Dijo desanimado.

La cara de preocupación de Marco aumentaba al escuchar el parloteo de Victor a través del teléfono.

En eso el teléfono de Enrique sonó y se alejo un poco. Después el de Kevin y luego el del novio de Mayve.

Nosotras mirábamos a nuestros novios y luego a los demás. Marco tenía una cara sería pero preocupada.

Enrique caminaba de un lado a otro tomándose la cara.

Y Kevin tenía la cabeza agachada con la mano en la cintura. Levanto la cabeza y tenía la misma expresión que Marco o quizá peor.

Marco comenzó a mirar a todos lados y apretaba un poco mi mano de ves en cuando.

Kevin y Marco colgaron al mismo tiempo.

— Tenemos que irnos. — Dijo Kevin seguro.

— Es peor si nos vamos. — Aseguro Marco.

— En la ciudad harán más desmadre y más probable que sepan dónde encontrarnos.

— Aquí lo pueden ver a distancia los Alcones. Lo mejor será quedarnos el fin hasta que las cosas se calmen.

— No es seguro que ellas estén con nosotros.

— Tampoco dejarlas solas. Pondré al tanto a la seguridad y Víctor nos informará desde la ciudad.

— Entren en la casa. Vendremos en unos minutos.

Cuando Kevin dijo eso apreté un poco más la mano de marco y me aferre a su brazo y si darme cuenta estaba haciendo un pequeño puchero.

Marco me miraba enternecido.

Y beso mi mejilla. — No tienes ni idea de cuánto me encantas.

— No te vayas.

— Tengo que ir, será rápido. Iré con los plebes.

Lo solté y empecé a caminar hacia la casa y ellos hacia la camioneta de Marco.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora