Ya no

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Desperté con mi cabello húmedo, y sentía algo muy suave por todo mi cuerpo. Un dolor empezó a inundar mi cabeza y la tomé. Estaba en la sala... Acostada en la alfombra boca abajo... Desnuda... Con una cobija sobre mi, Marco tenía su cabeza en mi espalda.
Lo quité con cuidado y mire que las cosas de la barrita estaban tiradas en el piso, al igual que lo que debería estar en la mesa.

- ¿Que paso anoche? - Pensé.

Solo recuerdo empezar a cenar... Noo...no, no... Primero fue la botella de vino y... Derrepente un flashback llegó a mi cabeza de estará acostada en la mesa... Desnuda y Marco parado en la parte principal, "Ay por dios" Dije tomando mi cabeza ¿Que hicimos? Me pregunte cuando otro recuerdo llegó de mi cabeza cuando me tomo en brazos como bebé y quito todo lo de barra en un movimiento.

No puede ser... Seguía pensando, cuando empecé a caminar a la escalera y había un condón tirado usado. Segui subiendo despacio y la cama estaba sin sábanas. Todo estaba tirando en el piso. Otro recuerdo llegó a mi cabeza de mi besando a Marco en la cama. Había un bote de crema batida en el piso... Cuando pase por el tocador y me mire en el espejo, tenía marcas de mi labio a mi seno derecho, se miraban bastante vivas. Me destape un poco y mis senos estaban bastante sensibles, dolían un poco y del otro lado también tenía marcas alrededor. Me destape el cuerpo y había marcas de mi vientre a mi entrepierna y una mano marcada en mi muslo.

Me acerque al baño y la llave estaba mal cerrada, nuestra ropa estaba en el piso. Salí asombrada y me devolví a la sala.

Estaba molesta, conmigo, con Marco, me dolía la cabeza y había dejado que volviera a pasar. Moví a Marco molesta.

- Eduardo... Eduardo...

Lo moví y el solo frunció el ceño para luego poner una sonrisa. - Elena déjame descansar un rato, ahorita seguimos.

Fruncí el ceño molesta. - Noo Marco no quiero seguir, quiero que me digas que tenían las botellas.

Él extrañado abrió un ojo. - Pues alcohol, ¿Que más iban a tener?... ¿Y por qué ya no quieres?

- Por que ya no estoy intoxicada, Castro.

- ¿Intoxi... Que? Ya te dije que solo era alcohol. Andale ven a dormir.

- Quee nooo. Andale, levántate para que veas el desmadre que hiciste...

- Hicimos... - Dijo con una sonrisa traviesa levantándose del suelo envolviendo una sábana en su cintura.

- Por que estaba borracha, yo realmente no quería.

- Pero si dijiste que "si" muchas veces... Hasta lo gritabas.

Deje caer un manotazo en su pecho.

- Heeeey, ¿por qué me pegaaaas? Si es ciertooo

- Ya Eduardo, mira tu cochinero. ¿No te da vergüenza? ¿Que tenían las botellas?

- Elena, solo éramos tu y yo, y nos tomamos 3 botellas. ¿Que esperabas?

- Marcoo miraa... - Dije señalando el piso.

Marco miro todo tirado y luego puso una sonrisa coqueta. - Eso definitivamente es un buen recuerdo.

- Castroooo. - Dije en reproche. - Mira la escalera.

- Por lo menos nos cuidamos... Aunque...

- Mira el cuarto...

El subió entre divertido y serio.

En ese momento note que la comoda con espejo estaba movida...

- ¿Por qué lo movimos?

- Si te digo me vas a golpear, mejor déjalo a la imaginación.

- Ve el baño.

Marco camino tranquilo y luego volvió a sonreír. - Definitivamente él mejor recuerdo es de aquí.

- Ay noo. - Dije tomándome la cara.

- No sé cómo puedes estar tan amargada. Después de dejarme como limón exprimido deberías de tener de perdida una sonrisita.

No sé si fue su comentario o el recuerdo del baño que llegó a mi cabeza que me hizo sonreír. Pero me sentí mal de inmediato. Le prometí a Cornelio que no pasaría nada.

- Tranquila, te dije que lo que pasa aquí, aquí se queda.

- Pero igual yo sabré que pasó.

- Bueno, tienes derecho a uno que otro secretito. Tranquila. Aparte, tienes razón fue mi culpa, yo te empecé a besar.

En ese momento el recuerdo de la pelea de comida llegó a mi cabeza y de cómo yo empecé a besarlo

- Elena...Elena... ¿Estás segura de esto?

- Sii... - Dije yo besándolo saboreando sus besos, para luego morder su labio.

- Estás borracha...

- Deja de hacerte el inocente. Ambos sabemos que lo quieres tanto como yo...

Entonces yo empecé... Por dios que vergüenza, marco se negaba, pero le insistí, pensaba tapandome la cara, más arrastrada no me pude ver.

-No... Yo fui... Debí verme bien arrastrada.

- No digas eso, tu no eres eso. Mira... Tu lo querías tanto como yo, se que te he dicho muchas veces pero pienso volver a repetirlo... Quiero una oportunidad. Se que crees que Cornelio es el indicado. Pero... ¿En serio crees que te hará sentir así? - Dijo acercándose a mi para tomarme de las caderas lo cual hizo que me pusiera bastante nerviosa.

Me dió beso al cual no dude en responder. - ¿Crees que te haga volver a sentir así? ¿Crees que puedo causarte esto, con apenas un toque? - Dijo besando mi mejilla provocando una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo.

Sin pensarlo volví a besarlo en ese momento con deseo. - Espera, espera... Yo no voy a continuar con esto, si vuelves a decirme que solo es coger.

- No lo es. - Dije segura.

Él me besó lento, y me abrazo pegándome a él, cuando sentí el contacto de su piel con la mía, todos los recuerdo llegaron a mi cabeza. Empezó cuando me senté sobre él en el comedor. El tiro todo al piso y me sentó en la mesa, me besaba desesperado y termino con ambos acostado en la sala.

Pero en ese momento hubo un recuerdo que llegó muy vivido a mi memoria.

- Te amo, te amo mucho - Dijo él besando mis mejillas.

Me cargó en brazos cuando escuchamos que tocaron la puerta yo me gire rápido pero a él no le pareció importarle.

— Marcoo la puertaa

— Que sigan tocando, yo no espero a nadie.

— Yo tampoco pero podría ser importante.

Marco se puso su shorts y miro primero por el orificio de la puerta. Note como suspiro profundo.

— Ponte la bata y ponte de este lado de la puerta. — Ordenó serio.

Algo asustada hice rápido lo que me pidió.

— ¿Que pasa? — pregunte preocupada

— Son policías.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora