IV

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El cuerpo de Fer ocupaba el 80% de mi cama, y su mano estaba en mi cara.

- Fer. Despierta, - Dije apenas audible.

Ella solo se movió un poco en la cama. Me dejó más espacio así que decidí no insistirle y volver a dormir. En fin era domingo y no teníamos nada que hacer.

Estaba bastante cómoda hasta que un ruido bastante molesto comenzó a sonar a unos metros de mi, el sonido aumentaba gradualmente lo cual me ponía los nervios de punta.

- Fernanda, apaga eso. - Dije molesta.

Ella se removió un poco y dió un salto al mirar su teléfono.

- !Mierda, es tarde!

- ¿Para que? - Dije colocando una almohada sobre mi cara.

- ¡Es domingo, Elena!

- ¿Y?

- ¿Que te dije que haríamos hoy?

Comencé a intentar concentrarme pero la verdad ningún recuerdo llegó a mi cabeza.

- EL CUMPLEAÑOS DE ENRIQUE, ELENA

- ¡DIABLOS! - Dije molesta corriendo a mi baño y Fer al suyo.

Después de una larga ducha, conecte la plancha y secadora, y empecé a buscar a que me pondría.

Unos golpecitos sonaron en mi puerta y conteste con un "pase", sin importancia.

Pero la sangre abandono mi cara cuando mire como Marco asomó su cuerpo por mi puerta con una sonrisa.

- Pensé que estabas lista. - Dijo tranquilo.

No sabía que decir de la vergüenza, solo ajuste un poco la toalla a mi cuerpo, y abrí mi boca pero no salía ningún sonido.

- Si quieres me salgo.- Dijo tierno.

Aún seguía sin saber que decir, el parecía bastante inocente, no parecía estar ahí con otras intenciones.

- Pues... Aún no me cambio... Pero creo que me maquillare primero...

Apenas termine la oración cuando la puerta se abrió de golpe y Fer al vernos a ambos y yo en toalla la cerro rápidamente tapandose los ojos.

- ¡PERDON! LO SIENTOO! NO MIRE NADA! USTEDES SIGAN!

Yo achique mis ojos molesta y Marco solo rio divertido.

- ¡VEN ACA FERNANDA! ME TIENES QUE ALISTAR.

- ¿Estás segura? -Pregunto bajo del otro lado de la puerta.

- ¡Siii! - Dije molesta.

Ella divertida abrió la puerta de mi cuarto, apretando sus labios para no reír, miro a Marco nerviosa y escuché como se disculpo en voz baja.

- ¡Ya, Fernanda! No haciamos nada.

- Será mejor que me salga para que estén más cómodas.

- No, no, por qué no secas el cabello de Elena, con la secadora, mientras yo la maquillo.

Marco se limito a asentir para tomar la pistola de aire con nivel bajo y apuntarlo a mi cabello mientras masajeaba un poco mi cráneo.

Fer se tomó su tiempo para maquillarme, y hacerlo lo más neutro posible cómo me gusta, luchando con su insisto por maquillarme como una diva exótica.

Marco secaba mi cabello de forma tierna, con movimientos lentos, que más bien parecían caricias, masajeando un poco mi cráneo.

Cuando terminó de secarme el cabello, fer le dijo que ella me lo plancharia y lo mando a abrirle la puerta y hacerle compañía a Enrique a la sala.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora