III

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- HEY HEY HEY DESPIERTAAAA

Abrí los ojos con mi cara molesta, hasta divisar a Fer emocionada. - ¿Como te fue con Marco ayer?

- ¿Pues como me va a ir? Platicamos ¿Por qué?

Ella me miró pensativa. - ¿Te contó algo de su primo?

- No, solo hablamos de nosotros, ¿Por qué hay tanto misterio con ese primo?

- No nada... - me miró sonriente. - Ayúdame a limpiar, Enrique y Marco vendrán

- ¿Y eso?

- Saldrán de viaje, algo de negocios. Y les dije que les cocinariamos algo.

- ¿Les?

- Sii, eso te incluye, así que levántate, ¡¡yaaa!!

Me levanté un poco de mala gana, y rápido limpiamos y acomodamos todo, lo cual no fue difícil,ya que casi no teníamos cosas y como siempre estábamos trabajando o en la escuela, el polvo era mínimo.

Luego buscamos recetas. Me rei para mí misma y le sugerí a Fer hacer lasaña, fuimos al mercado a comprar lo que nos faltaba y yo hacía un postre mientras ella se bañaba y alistaba.

Después ella cuido la comida mientras yo me alistaba.

En cuanto comencé a poner los platos en la mesa sonó el timbre.

Fer corrió al interfone y les abrió la puerta al edificio, unos minutos después ambos entraron muy relajados y nos saludaron a ambas.

- ¿Y a dónde van? - Pregunté llevando un bocado de lasaña a mi boca.

- Es fuera del país. - Se limito a contestar Enrique.

- Mi familia tiene algunos lavados de autos, y también venden auto partes, así que iremos a Estados Unidos por algunas partes de autos. Allá sale más barato.

- Ooh, parece que tu primo no es el único hombre de negocios. - Dije dándole otro bocado a la lasaña.

- Si. - Dijo sonriendo. - también mi padre renta algunas tierras que le dejo mi abuelo para siembra, por eso también nos va bien.

- Súper bien, - dije sonriendo.

- ¿Y que tal la comida muchachos? - Dijo Fer sonriente.

- Está muy buena, amor. - Dijo Enrique

- Si, está muy buena.

- Elena, insistió en hacer lasaña.

Marco levanto el rostro con una sonrisa.

- ¿Alguna sugerencia? - Pregunté divertida mirándolo.

- La verdad es que ni a mí me podría haber quedado tan bien.

Después de comer y platicar un rato al atardecer, me asome por la ventana y miraba como corría el viento fresco.

- Se ve agusto afuera. - Dije sin despegar la vista. - Ojalá pudiéramos ir a la azotea del edificio, pero el amargado del dueño restringió la entrada.

- Creo que tengo una idea. - Dijo Marco.

- ¿Que planeas mi amors? - pregunto Enrique.

-ustedes suban a la camioneta, se a donde ir. - dijo marco seguro.

Nos subimos los cuatro a la camioneta y me dejó la parte de adelante.

Llegamos al edificio más alto de la ciudad, es un hotel muy costoso.

- ¿Venimos a un hotel?

- Venimos a la azotea del hotel. - Me corrigió Marco.

- Estás loco, no nos dejarán pasar.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora