La cague, el Remix

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- Era Kevin, es que algo salió mal es unos asuntos del trabajo.

Ella me miró un poco preocupada. - No pasa nada, amor. Todo se resolverá. Eres muy inteligente. - Dijo ella para después darme un corto beso en los labios. Sonreí embelesado, estaba bastante cariñosa, y me encantaba.

- Mejor vamos por algo de comer. - Dijo ella tomando mi mano.

Llegamos al restaurante y ella pido una hamburguesa, mientras que yo unas enchiladas.

Ella me miraba con una sonrisa tan grande que me dañaba el corazón. Sabía que iba a estar destrozada cuando le diera la notícia.

- Elena, tengo que decirte algo...

- ¿Es bueno o malo? - Dijo ella tomando una papa frita.

- Pues...

- Si es malo, no lo quiero escuchar, solo nos restan dos semanas de este viaje. Quiero estar contigo, disfrutar. Luego volveremos a la vida normal.

Sonreí. - Muy bien. - Me acerque a su plato y tome una papa, pero ella rápidamente tomo el recipiente de capsu apuntandome directamente con el.

- Suelta la papa Marco Eduardo

Yo no pude evitar reír pero entre cerrar un poco los ojos ante la idea que ella aplastará la capsu y el contenido llegará directo a mi cara.

- Es una papa, Elena. - Dije divertido.

- Suéltala. - Dijo ella apretando un poco el bote de capsu. Lo cual hizo que yo entrecerrara un poco más los ojos pero ampliará mi sonrisa.

- Te voy a contar hasta tres Marco Eduardo. - Decía ella con toda la seriedad del mundo.

Yo no podía evitar deja de reir mirandola. Arriesgándome a todo tome la papa y la metí rápido a mi boca para masticarla y luego taparme la cara.

Cuando me destape la cara ella comía de mis chilaquiles.

- Mañoso. - Dijo fingiendo molestia.

De verdad lo único que deseaba en esos momentos era comérmela a besos, pero sabía que ella no era muy fan de las muestra de cariño en público, solo sonrió mientras la miraba comer.

- Como estás loca.

Ella alzó sus hombros en una señal que no le importaba.

Después de comer y caminar un rato nuevamente por el pueblo volvimos a la casa. Ella llego muy feliz, nos acostamos a ver una película mientras la abrazaba, no había mejor sensación en el mundo.

Pusimos una de Disney y ella no paraba de repetir diálogos. Se miraba adorable. Parecía que no parpadeaba. En la partes tristes se paraba por agua o iba al baño, pero notaba perfectamente como solo no quería ver la escena.

- Ven, ya pasó la parte fea. - Dije burlandome con puchero estirando mis brazos cuando ella volvió del baño.

Ella divertida solo me abrazo de vuelta su acostó a mi lado.

Después de un rato se quedó dormida. Apague la tele y la lleve en brazos al cuarto. Apague la luz y en cuanto me acosté ella se acercó a mi para dormir abrazada de mi. No pude evitar sonríe y besar su frente. Había anhelando tanto esto.

A la mañana siguiente sentí un vacío en el estómago al no sentirla sobre mi. Estire con cuidado mi mano y tampoco estaba a mi lado.

Me levanté en shorts y sin camisa, baje las escaleras y note que ella traía mi camisa bailando canciones de Luis Miguel, se miraba preciosa despeinada y haciendo el desayuno. La abrace por la espalda, ella giro su rostro y me besó en los labios. De verdad no quería soltarla.

La voltee girandola de las caderas y la bese nuevamente, ella se separó de mi con una sonrisa, quise besarla nuevamente pero me separó despacio. - Se va a quemar el desayuno.

- Que se queme, yo te quiero seguir besando. - confesé. Ella solo reía divertida, pero mi sonrisa se borró al escuchar mi celular sonando en llamada.

- Ve a contestar. - Me dijo ella revolviendo el huevo del sartén.

- No creo que sea importante, - Dije un poco preocupado.- Solo iré a ver si no es Kevin. - Ella asintió y subí las escaleras corriendo. Cuando mire la pantalla de mi teléfono note lo que me metía.

"Una llamada perdida de Julia"

Un mensaje de Julia.

"Marco, por favor. Contestame. De verdad que me da mucha vergüenza hacer esto. Pero de verdad te juro que este niño es tuyo."

Tire el teléfono a la cama y tape mis manos.

El teléfono volvió a sonar a los segundo. Iba a contestar al ver que era Kevin pero me llegó un mensaje en ese momento de Ana.

- No contestes, nosotros la vamos a tranquilizar, Julia está aquí. Le pidió a Kevin que te marcará. Pero cuando puedas, si deberías de comunicarte con ella. Está muy asustada.

Deje el teléfono devuelta en la cama y me metí a bañar. Mi teléfono no paraba de sonar. Cuando a la tercera sonada escuché que ya no sonó. Gracias a Dios se cansó, pensé.

Pero cuando salí del baño, debí verme bastante pálido al ver que Elena sostenía mi teléfono en su oreja.

- Si, está bien... No te preocupes. Yo le digo. Adiós. - Elena me devolvió el teléfono con un semblante serio. - Era Julia.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora