— ¿Con tenis?
— ¡Elenaaa! Con que sean policías normales ya es malo.
— Yo abriré.
Marco no muy convencido se paró detrás de la puerta.
Abrí la puerta tapándo a Marco
— Buenas Tardes, joven. Venimos por qué alguien llamo a 911. Solo es para ver qué todo esté bien..
— To...
Nisiquiera pude terminar la frase, una vocesita me interrumpió, baje la vista era una ancianita.
— Mi niña, ¿Estás bien? Gritabas mucho ayer — Decía la anciana tomándome de las manos. — ¿Te paso algo? ¿Te hicieron algo? ¿Te duele algo?
Gire disimuladamente a Marco quien de tapaba la boca de la risa y yo mostraba una sonrisa de lado algo nerviosa.
— Todo está bien, señora. No se preocupe.
— Pero, ¿y el muchachito también está bien? — Pregunto la anciana preocupada
Los policías se pusieron alertas al escuchar eso. Uno miro sobre mi hombro y al ver el desastre frunció el seño.
— ¿Segura que estás bien? ¿Quieres ir a casa de la señora a que nos cuentes más cómoda?— Dijo preocupado.
— De verdad gracias pero estamos bien.
— sería bueno identificar al joven.
Marco se asomo dejando ver su cabello algo despeinado y una sonrisita traviesa.
— Hola. — Dijo alegre.
— Mi niño, ¿seguro que estás bien? Se escuchaba muchos gritos en la noche — Pregunto la anciana tomando las manos de Marco.
Uno de los policías se comenzó a poner rojo de la vergüenza y el otro abrió la boca asombrado.
— Weeeey... Eres markitos toys!! El youtuber!!
— ¿Quien? — Pregunto su compañero.
— creo que sí había visto que estabas aquí, que estabas de luna de... Ooohh... _ Soltó una carcajada divertida. — Chale wey, una disculpa.
La ancianita seguía mirando a Elena preocupada. — ¿Entonces si están bien?
— Si, — Dije, una sonrisa de lado sin poder evitarlo. — No se preocupe.
— Miren, — dijo la ancianita sacando un papelito de su mano. — Es mi número... Cualquier cosa me marcan. Mi Felipe y yo los ayudaremos.
Me daba tanta ternura la abuelita y me sentía tan apenada con los policías ahí. Uno totalmente serio y el otro con una sonrisa esperando para tomarse una foto.
— tómame una foto, tómame una foto. — Dijo uno de los policía dandole su teléfono a su compañero.
El policía serio fastidiado tomo el teléfono mientras que él otro abrazo a Marco por la espalda y levanto su pulgar para la foto.
— Ten. Ahora vamos a llevar a la señora a su casa.
La ancianita se dejó encaminar pero luego volteo. — En serio me hablan con confianza. — después se volvió a girar.
Cerré la puerta despacio.
— Gritona. — Dijo Marco divertido.
— ¿No te da vergüenza Marco Eduardo?
— Poquita. Pero debería darte más a ti, tu eres la que gritaba.
Le tire con un cojín a la cara.
— No me tires nada... o grito... Cómo tú.
Volví a tirarle el cojín y él solo comenzó a reír nuevamente a carcajadas. — Aaaah.— Grito exagerando. — ¿Que crees que pensó la viejita cuando escucho los gritos?
Lo mire mal
— Que me estabas matando o algo así.
— Pues si lo estabas haciendo...
— ¡Yaaa MARCOOO! — Dije tirandole otro cojín.
— ¿Que tal si en lo que arreglan vamos por algo de comer al pueblo?
— ¿En lo que arreglan?
— Si, ya llame a personas de limpieza. Llegarán en unos minutos ándale alístate.
— No marco, que vergüenza que vean el cochinero.
— qué parte de "personal-de-limpieza" no entendiste. Ándale alístate, igual ya vienen en camino.
— mmmm está bien, báñate tu primero.
— ¿Bañarme? Ya nos bañamos ayer
— cochino. — Dije riendo. — me bañaré rápido.
— Apúrate que tengo hambre.
....
Narra Elena
Me metí a bañar rápido con una sonrisa que no podía evitar, me puse algo cómodo y no podía con la felicidad. Pero en ese momento tome mi teléfono y mire que tenía un mensaje de Cornelio, luego leería, me di cuenta que tenía como 20 llamadas perdidas de Fer. Y varios mensajes.
Narra Marco.
Intente medio recoger pero la neta me daba hueva y estaba cansado, me sentía como limón taquero, Elena puede que no te corra una cuadra, pero tenía mucho aguante para otras cosas.
Cuando escuché que salió de bañar, iba a subir las escaleras pero escuche la puerta.
— Elena, apúrate ya llegaron las personas de limpieza. — Grite hacia escalera para dirigirme a la puerta, la abrí de una y para mí sopresa no eran los de limpieza.
— ¿Acaso no te da gusto verme?
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...