Te amare toda la vida

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.... Esto fue lo que pasó el último día en Chihuahua...

Marco bajó corriendo las escaleras desesperado con el papel en su mano.

— ¿Que haces, mi amor? — Dijo Elena divertida, acomodando ropa en todos los sillones.

— Yoo... Es que — Marco empezó a sentir como reía y a la vez ganas de llorar. Aún se sentía agitado por la corrida y por el susto. Se acercó a Elena para darle un tierno beso en los labios. — Tienes una pinche manía bien culera de asustarme siempre.

— ¿Dis-cul-pa? ¿Y ahora que hice?

— Nada es que...

— ¿Creiste que me había ido?

— Creí que... Si — Dijo marco sonriendo sacando algo de aire de su pecho. — Es tu culpa, tienes esa horrible manía de irte y... Yo... Ya estoy traumado.

Elena rio fuerte.

— Ahhh. ¿Te da gracia mi trauma?

— Un poco.

— Siento que irás por cigarros y no volverás

Elena rio más fuerte mientras abrazaba a Marco por la cintura.

— No estás completo. — Dijo ella para luego darle un corto beso en los labios.

— ¿Pero por qué está esta ropa aquí?

— Es ropa que le compré a Fer y Ana. La estoy acomodando en otra maleta, no quiero que se ponga fea. E intento que no abarque mucho espacio.

— Tranquila, todo cabe en el Corvette.

Elena escondió su rostro en el pecho de Marco. — ¿Que pasa, preciosa?

— Tengo frío.

Marco sobó las palmas de sus manos en los brazos de ella. — Lleva una cobijita adelante contigo para que te tapes.

— Claaaaaaro. Ya la tengo lista. — Dijo Elena levantando una cobijita de Frozen.

— No mames. — Dijo marco riendo. — Te compraste una cobija ¿De la let it go?

— Se llama Elsa, corazón

— De la vieja mamona esa.

Elena bufó. — Ayúdame andale, igual solo falta esto.

Marco y Elena acomodaban la ropa mientras Elena cantaba bajito.

— A ver a ver, o haces concierto o no cantes mejor

— PERO A LA ANTIGÜITA BONITAAAA!!
A LA ANTIGÜITAAA!!! — grito Elena.

Marco saco su teléfono y puso la canción "A la antigüita de Calibre 50"

Tomo a Elena por la cintura mientras bailaban pegaditos y algo movido a la vez que Marco cantaba fuertemente.

Elena reía mientras se dejaba guiar por los movimientos de cadera de Marco mientras la tomaba por la cintura.

Marco sentía una presión en el pecho, mientras sentía como los ojos se le querían llegar de lágrimas. " Te voy a amar mi vida entera, mi muñequita hermosa" pensó.

Elena mientras bailaba podía apostar que no había mejor sensación en el mundo que el roce de la piel de marco contra sus brazos y su cuerpo.

— ¡Como te amo! ¡Chingadamadre! — Dijo besando todo el rostro de Elena y haciéndole cosquillas.

— Yo también te amo. — Decia Elena riendo. — Pero yaaaa.

Después de terminar de empacar. subieron todo al carro y luego se subieron ellos. Marco prendió el Corvette e instintivamente estiró su mano para tomar la de Elena y puso en marcha el Corvette.

Después de un minutos de camino. Beso la mano de Elena. — Aún no he leído la carta.

— ¡No la leeeaaas aún! Espera a que no esté.

— Uy qué misteriosa.

— Es la primera carta que le doy a alguien, espero haberme expresado correctamente.

— ¿Apoco ni a santa claus, le escribías?

— Menso, sabes a qué me refiero.

Marco con una sonrisa beso la mano de Elena. — Llorona.

Las gotas de lluvia no paraban de golpear el parabrisas de Corvette. Al inicio fueron pequeñas, pero cuando las cuevas de la carretera empezaron a hacerse más cerradas, la gotas empezaron a incrementar su tamaño y cantidad.

Marco giro a su lado y noto que Elena estaba dormida. Soltó su mano para tomar el volante con ambas manos y se inclino hacia el frente para intentar ver mejor.

Coloco las luces altas, pero a decir verdad eso no ayudo mucho a su visión.

Pensó en orillarse o parar. Pero tampoco podía ver si había carro tras de él. Y lo poco que podía ver es que era camino de solo dos carrilles.

Decidió ir despacio, pero aun sentía nervios.

En una curva bajando la velocidad su corazón se aceleró cuando sintió que perdió el control de las llantas traseras. Apretó con fuerza el volante. Sin embargo esto no fue de mucha ayuda. El auto comenzó a deslizarse y sus ojos se abrieron a tope cuando miro unas luces de frente. Apenas alcanzo a mirar a su lado. Y estirar su brazo para que la sacudida no fuera tan fuerte para Elena.

Pero la verdad, no había notado que debajo de la cobija. Ella no traía el cinturón.

Marco intento sostener el cuerpo de Elena, este sin embargo intento salír por el parabrisas pero la presión que se había creado entre el maletero, el cuerpo de Elena y el asiento por el impacto hizo que no volará muy lejos. Sin embargo quebró el parabrisas

El cofre del Corvette se comprimio como una hoja de papel, Las bolsas de aire explotaron, las piezas de ambos vehículos salieron volando.




No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora