— voy a desarrollar Alzheimer
— Lo se, —dijo él tranquilo.
— ¿Cómo?
— Platique con el doctorsito. Aparte le dije que se alejara de ti. — Dijo arrugando la nariz. — Era muy coqueto para mí gusto.
Solo lance una risita irónica.
— Te enteras que desarrollaré Alzheimer y tú problema más grande es que el doctor me tire la onda.
— Eso es por qué la enfermedad no me va a detener. Quiero estar contigo. Voy a luchar contra eso cada día. Sin embargo otra cosa es que el doctorsito te quiera enamorar y me aleje de ti.
— Marco...
— Ya se, tal vez sueno muy posesivo, pero prometo trabajar en eso.
— Marco... ¿Y si te olvidó?
— Pues te volveré a enamorar.— Dijo encogiendose de hombros. —Cada día, con una flor a la vez, una sonrisa cada que pueda. No creo que no te enamores del necio que te dice lo preciosa que eres todos los días.
Una lágrima rodó por mi mejillas.
—¿ y si olvidó como bañarme ? ¿Ir al baño?
Marco lanzo una risa irónica y puso una sonrisa traviesa. — Estás loca, si crees que me va a molestar ayudarte en eso.
— cochino.
El alzó los hombros e hizo una mueca con muestra que no le importaba.
— Ya te dije, eso no me va a detener.
Me limpio con su mano la lágrima que bajaba por mi mejilla. — Te quiero con mi vida y dudo que una me sea suficiente. Así que te buscare en la otra.
Carin cantaba "amorcito mío" Marco hizo una reverencia y puso su mano frente a mi
— Me permites está cancion.
—Sera un placer. — dije con una sonrisa.
Coloque mis brazos en su cuello y él en mis caderas.
Y bailabamos lento, a media canción puse mi cabeza en su pecho y me di cuenta que genuinamente estaba feliz.
Cuando terminó la canción, la puerta principal de la casa se abrió y salió el chiquete asomándose.
— ¡¿Ya podemos salir?! — Grito.
Marco rodó los ojos fastidiado.
— Ya salgan bola de metiches
Rápido salió mayve, Fer y Anita que caminaron a abrazarme emocionadas.
Carin nos felicitó y se despidió, obvio le pedimos una foto antes de irse y las muchachas pusieron regueeton.
Enrique abrazo a Marco. Y Kevin lo palmeo en el hombro.
— Felicidades compare. — Enrique se pasó la mano por la cara e hizo cara de preocupación. — Primero me robaron al KC y ahora a mi markitos. — Empezó a echarse aire con la mano. — Me voy a quedar sola.
— Bueno, ¿Vamos a tomar o que? — Pregunto Kevin.
— A ver saquen una botella. — Dijo Ana.
— ¡Yo voy! — Grito Fer entrando a la casa.
— Está gente. — susurro Marco en mi oído abrazándome por la espalda.
— Tranquilo, me agrada la idea de convivir con ellos.
— Debía ser la noche romántica perfecta.
— Lo fue y aún lo es. — Dije mirando a nuestro alrededor.
Kevin le perreaba a Ana.
Enrique y Fer hacían el mismo paso se baile, y Mayve platicaba en una banquita con un muchacho, creo que es su novio.
Marco noto que los miraba a todos.
— Nosotros somos los más bonitos.
Rei divertida. — Si castro, si.
Él me miró ofendido. — ¿Ya tan rápido pase de mi amor a castro?
— Solo me burlaba, amor.
— Noo si te lo pido ya no lo quiero.
— Teeerco. — Dije tomándolo de los cachetes para darle un tierno beso.
En eso su celular sonó y se puso bastante pálido, pareciera haber visto un fantasma.
Me empieza a empujar rápidamente hacia dentro de la casa lo cual me toma por sorpresa e incluso me molesta un poco por lo brusco.
— Mayve, Ana, Fernanda. Metanse. — Dice Marco abrumado.
Marco detiene a Ana justo en la entrada. — Cuidala.
En eso entran 3 camionetas grandes cerradas. Marco mira con pánico y cierra la puerta principal de la casa.
Kevin y el novio de Mayve se paran erguidos y caminando alado de Enrique y Marco, directo a las camionetas.
— Pero.... ¿Que pasa? — Digo extrañada mientras Ana me jala dentro de la casa y cierra con llave.
— Tenemos que ir a la parte de arriba. — Dice Ana segura y todas suben.
Solo me siento en una cama y comienzo a morder las uñas.
— No sé asomen. — Ana segura acostándose en la cama, pero se miraba algo tensa.
Mayve se sentó en un sillonsito a morderse las uñas igual.
Fer estaba parada caminando de un lado a otro.
Nos quedamos lo suficientemente calladas y derrepente escuchamos la plática de afuera.
— Markitos, hijo. — Dijo una voz gruesa y desgastada. — Me alegra verte bien.
— Igualmente, patrón.
— ¿Y a qué se debe este hermoso detalle?
— Era una prueba.
— No me mientas... Vi a las muchachas entrar a la casa... Vi a... Mayve... Ana... Fernanda... Me imagino que todo esto es para la afortunada que es tu novia. — Cada que decía un nombre sentía que mi corazón latía más rápido.
— Somos amigos.
— Quiero conocerla — dijo seguro.
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...