XVII

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Estaba tan ocupado jugando al noviecito bueno, que no recordé que yo era un problema andando, como pude dejar que la vieran conmigo, como pude llevarla al restaurante y pasearme en público con ella, como pude hacerla una parte importante de mi, ¿Para que? Para ponerla en esta posición. Si le pasa algo jamás me lo perdonaré.

El doctor salió del cuarto, me pare enseguida y hablo primero con Ana y se fue.

- ¿Que pasa? ¿Por qué se va? ¿Ella está bien? ¿Podemos verla? ¿Que te dijo?

- calma marco, ella parece estar estable, es solo que ocupa otros estudios para descartar hemorragias internas, va a preparar el equipo en el hospital y cancelara unas citas para que la lleve allá en unos minutos.

Me relaje bastante al escuchar eso.

- Pero aún está algo golpeada, no querrás verla así, dijo que no entramos.

Fingi que no tenía la necesidad de correrá a abrir esa maldita puerta y ver cómo estaba, acariciar su cabello y susurrarle que todo estaría bien.

- Está bien, esperaré afuera.

- Yo tengo que ir a ver qué pasó con los muchachos, deje a uno a cargo pero quiero saber que paso. - Dijo Victor dándome una palmadita en la espalda.

- Yo te llevaré. - Dijo Kevin. - Ana, vamos. Enrique está herido. Lleva un botiquín para curarle las heridas.

Ana solo asintió y tomo las cosas. - Volveremos pronto. - Dijo con voz suave Ana mientras apretaba mi hombro.

Solo me límite a asentir tapando mi cara.

En cuanto ellos se fueron entre al cuarto, ella estaba ahí, recostada, parecía dormida, y de pronto se me hizo un nudo en la garganta al ver los moretones en sus brazos y un golpe en su frente. Sus ojos hinchados de lo que debió haber llorado y su respiración más lenta de lo normal.

Quería romper el llanto, pero me intentaba mantener fuerte. Pero aún sin darme cuenta unas cuantas lágrimas bajaron por mi mejilla cuando tome su mano, aún estaba helada. La coloque en mi mejilla deseando que ella despertara y me hiciera una caricia diciendo que va a estar bien. Pero mi nudo era aún más grande al ver todos esos tubos dentro de su cuerpo.

- No sé si puedas oírme, pero tienes que estar bien ¿Me oyes? Esto no puede acabar asi. Aún no te conoce toda familia, aún no te sorprendo con serenta, un ramo de rosas y un oso gigante... aún no te presento a mis padres. Y la verdad es que solo digo estás cosas para no asustarte pero lo que realmente quiero decir es que aún no tengo una vida contigo. - Dije mientras las lágrimas seguían bajando mis mis mejillas y bese su mano.

Y en ese momento me imaginé como podría terminal mal todas esas situaciones y caí en cuanta que lo único malo en la vida de ella, era yo.

Si realmente la quería, la tenía que dejar ir

- Me gustas mucho, Elena Alcaraz.

No pude evitarlo y comencé a llorar en silencio con la cabeza agachada.

Después de unos segundos sentí una suave caricia en mi cabello.

Elena apenas podía abrir los ojos, y pasaba suavemente su mano por mi cabello.

- vas a estar bien - dije acariciando su cabello y ella volvió a cerrar los ojos.

En eso entra el doctor y me cacha ahí con ella.

- Ella despertó, pero volvió a cerrar los ojos - Me apresure a decir. La cara del doctor fue más de preocupacion que de alegría.

- Tenemos que llevarla al hospital.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora