- Pero que hermosa niña - Dijo la amable anciana para acercarse a mi y jalar mis cachetes. Para estar grande tenía mucha fuerza.
- Abuela, basta. Le dejaras roja la cara.
- Es la primera muchacha que traes. Déjame conocerla.
El nerviosismo aumento y no sabía que decir.
- Bueno, es por qué ella es especial. - Dijo Marco mirándome. Su abuela también me miraba con una sonrisa.
- Al fin llegaron - Dijo el chiquete llegando al lugar con Fer
- ¿Que tal el camino, eh? Hermoso ¿Verdad?
- Si, - me apresure a contestar, - realmente bonito
- Escuché la voz de mi muchachito, dónde está mi pequeño Marcos. - la voz de una señora se escuchaba dentro de la casa.
- ¡ Aquí estoy tía Lupita ! - Grito Marcos hacia dentro de la casa.
Rápidamente apareció una señora que la verdad, parecía una joven, un cuerpo voluptuoso pero bien formado. - Mi niño, aquí estás - Dijo abrazando a Marcos.
Marcos la abrazo cariñosamente y al separarse me presentó.
- Mire tia, ella es Elena, viene a pasar conmigo el cumpleaños de la abuela y el fin de semana.
La señora me dio un abrazo muy familiar saludandome y diciendo lo bonita que era.
La verdad es que seguí bastante tímida.
- Me sorprende lo tímida que es, - Dijo una voz en el umbral,- tomando en cuenta las zorras con las que sales. Aunque... Todavía falta conocerla.
- ¡Tina! - la reprochó la tía de marco, era una joven también bastante voluptuosa, y un hermoso cabello rubio largo. - Disculpala, mija. No le hagas caso.
- Ven, Elena. Te llevaremos a conocer el establo. - Dijo el chiquete tomandole la mano de Fer
Yo solo asenti y dije compromiso nerviosa a la tía y abuela de marco.
- Ve tu con ellos, yo acomodare nuestras maletas. - Dijo Marco serio.
Una vez que estuvimos fuera de la casa y estaba segura que no me escucharían me relaje un poco más. - Gracias por salvarme. - Dije finalmente.
- Creo que es lo mínimo que podíamos hacer, después de lo incómodo que actuó Cristina.
- ¿Quien es ella? - pregunté intentando parecer desinteresada.
- Ella, es una muchacha que ayuda en los labores de la casa a la Nana Regina, antes la madre de Cristina era la que la ayudaba así que Cristina siempre estaba en la casa y solía ser amiga de Marco. Cuando éramos niños la mamá siempre se la quiso encajar a alguien de la familia, primero a los primos mayores de marco, y después a él.
- Pero él nunca accedió y ella se enojo.
- No... Bueno... Es que... - Enrique suspiró- Marco no es un santo y tú ya lo sabes, pero realmente intento algo serio con Cristina cuando éramos más chicos, pero él siempre fue vago, y llegó el punto dónde quería disfrutar la vida, fue sincero con ella, quería hacer su desmadre y la dejo. Ella lo seguía buscando, lo seducía, pero él ya no quería algo serio. Luego ella se molestó con él y desde entonces lo odia.
- Eso significa que no tienes nada de que preocuparte. - Se apresuró Fer.
- Fernanda... - Dijo el chiquete serio.
- Tengo otra pregunta... - Dije parando de caminar.
- ¿Por qué Marco me trajo aquí? Esto es una fiesta familiar.
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No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte I
Science FictionCuando a Elena Alcaraz alcanzó una edad madura los más jóvenes la miraban como alguien a quien respetar, alguien madura, con cientos de buenas historias las cuales no se cansaban de escuchar. "Es una pena" pensaban todos al verla. Pero había una his...