XXXV

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— Ven —me dijo estirando su mano. — Oh espera. — Dijo moviendole a las llaves del agua. — Listo. Entra.

Cerré la puerta del baño y estiré mi mano para tomar la de él, en cuanto me meti en el apartado de la regadera, y me salpicó el agua me recorrió un escalofrío.

— ¿Que pasa? — Pregunto Marco preocupado.

— Pusiste el agua helada.

El solo sonrió. — Es para bañarnos más agusto. — Dijo y se volteo para abrir solo un poco el agua caliente.

— Estás loco. — Dije abriéndo la llave caliente casi toda.

— ¿Si te das cuenta de lo peligroso que es eso, verdad?

— No te vas a quemar Castro, — Dije divertida.

— No hablaba de eso. — Dijo acercándose a mis labios mientras que el vapor del agua caliente volvía a inundar el baño.

Me beso lento, sentía lo suave de sus labios con cada beso, poco a poco se empezó a intensificar. Me tomo de la cintura y me cambio de posición, poniéndome a mi bajo el agua caliente.

Sentía como algunas gotas caían sobrenuestros labios, mientras que él me tomaba por la cintura y me iba pegando cada vez más a su cuerpo poco a poco.

Una vez que mi cuerpo hizo contacto con el suyo de su boca salió un pequeño gruñido y pego nuestras frentes alejando su boca de la mía. — Deberiamos parar. — Dijo entrecortado por su fuerte respiracion.

— ¿Crees poder? — Dije abrazándolo por la cintura pegando aún más nuestros cuerpos.

— No. — dijo volviendo a juntar nuestros labios. Me besaba desesperado.

Se agachó lentamente, sin despegar nuestros labios tomándome de las piernas para que las enredara en su cintura.

Pegó mi espalda a la pared mientras acariciaba mis piernas.

— ¡Marcooo! ¡Marcooo! — se escuchaba a lo lejos.

Ambos abrimos un ojo.

— Alguien te está llamando. — Dije intentando separarme un poco.

— Creí que eras tu susurrando mi nombre.

— No, es alguien afuera del cuarto...

— No me importa. — Dijo volviendome a besar.

— Parece desesperado.

— Puta madre. — Dijo molesto. Cerró la llave de la ducha y mordió mi labio inferior fuerte.

Después de eso pudimos escuchar la voz clara de Fer.

— Marcooo, es Mayve, algo le pasó.

Marco pareció entrar en modo alerta.

Me tomo por la cintura y me bajo lento de su cuerpo. Salió rápido del baño y empezó a cambiarse. Corrí detrás de él.

— Marco espera. — Dije intentando calmarlo.

Pero él hacia movientos rápidos y bruscos buscando ropa.

Me cambié más rápido que él. Y cuando él se había puesto unos boxer, pantalón y los tenis salio sin camisa.

— Calma, por favor. — Dije con ojos de súplica, los cuales parecieron relajarlo. — ¿Fer, que pasa?

— Mayve, está vomitando mucho creo que algo le cayó mal. Kevin la llevo al hospital.

— Tranquilo, va a estar bien, ya la llevaron Kevin y Ana.— Continuo Enrique

Apreté la mano de Marco. El me miró y se notaba más tranquilo. — ¿Que creen que fue?

— Seguramente la cena. Pero Ana ya me envió un mensaje, me dijo que Mayve está bien, y ya la están atendiendo.

Marco suspiro tranquilo. — Bueno. Me avisan cuando llegue.

— Okey

— Eeeergaaaa, anda armado compadre.

Marco y yo fruncimos el ceño extrañados.

— Trae un riflote.

Todos giramos al pantalón de marco sin pudor alguno y efectivamente, había algo en su pantalón notablemente grande.

Marco se tapo con sus manos y se metió al cuarto.

Yo agache mi cabeza avergonzada y también me metí al cuarto cerrando la puerta tras de mi.

Marco al verme entrar se acercó a besarme otra vez.

Quería seguir besandolo, pero tenía que decirle lo de Mayve.

Intente despegarme un poco de él pero él volvía a acercarse a mi boca.

— Mar...co

— Mmmm...

— Es..pe..ra....

— No... — Dijo como puchero. — No...quiero...

— Pe...

— Shhh, Elena. — Dijo tomándome nuevamente de las piernas para recostarme en la cama. Bajo a mi estómago, empezó a besarlo y fue ahí cuando no pude evitarlo.

— Yo sé que tiene Mayve. — Dije rápidamente

Marco notablemente aturdido se detuvo. — ¿Que tiene?

—Necesitas calmarte. — Dije mientras pensaba como mierdas me había metido en todo esto. — Y me prometas que no harás nada

Marco cambio a una expresión negra y sombría. — Dime qué pasa. — Dijo muy serio.

— Mayve... Está embarazada.

Marco se levantó rápido de la cama y abrió la puerta molesto azotandola. — ¿Y el novio de Mayve? — Pregunto a Enrique.

— Se fue con Kevin y Ana.

Marco empezó a ponerse su camiseta mientras caminaba a las escaleras.

Yo corrí tras de él y me puse en la puerta.

— Elena, muevete por favor.

— No. Ve como estás. Capaz le haces algo al plebes o te vas de aquí en friega y te pasa algo.

— Me voy a ir directo a matarlo.

— Marco, no.

— Es una niña, como se le ocurrió al hijo de la chingada.

— Marco. Necesito que te calmes.

Marco empezó a caminar de un lado a otro como león enjaulado.

— ¿Ya lo sabe?. — Pregunto Fer.

— ¿Tu también sabías?. — Pregunto molesto Marco.

— ¿Saber que? — pregunto Enrique.

— Mayve está embarazada. — Dije.

Fernanda no hizo ni una mueca solo apretó sus dientes.

Enrique por otro lado asombrado. — ¿Es broma, no? — Preguntó, pero al ver a Marco tan molesto, se dió cuenta que no lo era. — Vergaaaaaaa— Dijo asombrado.

No me olvides Markitos Toys -Terminada- Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora