UNO
-Alex, acomoda tu camisa dentro del frac.
-Que fastidio -contestó Alex haciendo lo que Vegetta había indicado. -Esto es tan estúpido, ¿por qué debemos asistir a un colegio? Con la educación en casa era suficiente.
Vegetta le lanzó una mirada de soslayo, suficiente para que Alex sintiera el enojo del mayor. Enseguida comenzó a explicar. -Para empezar, te he dicho que dejes de usas esas palabras vulgares y corrientes, y respecto a tú pregunta, la educación en el palacio ya no es suficiente, además que debemos comenzar a formar alianzas y amistades con los nobles de otros reinos.
-¿Eso significa que he venido aquí a hacer amigos?
De nuevo esa mirada de muerte.
-Estamos en niveles diferentes -continuó explicando Vegetta. -Lamento no poder acompañarles en su primer día, pero debo hacer algunas cosas, Luzu, cuida que Alex no se meta en problemas, Lolito... -Vegetta volteó hacia atrás, se suponía que sus tres hermanos lo seguían, pero ahora solo quedaban dos de ellos. -¿Dónde está?
-Lolito -habló Luzu con nerviosismo. -Saludó a un chico y se fue con él.
-No puede ser -susurró Vegetta.
Había vuelto a pasa. Tratar con Lolito era difícil, siempre estaba haciendo lo que quería y eso estaría bien si se tratara de cosas triviales como desfajarse la camisa, usar mangas tres cuartos o usar estampados extravagantes en la tela del moño, pero los escándalos alrededor de Lolito iban más allá de eso. Su promiscuidad ya no era algo tan secreto, tampoco su repentino gusto a las fiestas del proletariado y su nuevo amor al vino.
Obviamente Vegetta no podía permitir que la situación con Lolito se saliera de control; si bien la reputación de los cuatro príncipes seguía siendo buena y honrosa, había escuchado ya comentarios de los sirvientes del palacio hablando sobre Luzu pasando más tiempo del necesario con el sastre, Alexby maldiciendo cual soldado borracho, y, la más escandalosa de todas, Lolito escapando a mitad de la noche. Era cuestión de tiempo para que esos "rumores" se esparcieran por todo el reino.
-Mi rey, envíelos al colegio, yo me aseguraré de que no sigan causando problemas. -sugirió Vegetta al rey.
-Lolito ha estado en el colegio un año entero, y sigue siendo igual de indomable.
-Le prestaré especial atención -Vegetta se mantenía con la mirada firme, su voz inalterable y sus palabras convincentes. -Conozco la situación que está pasando en todo el país, ocuparse de tres caóticos adolescentes, es lo último que debe tener tu tiempo. Déjame encargarme de ellos.
El rey miró a su hijo mayor, sabía que podía confiar en él. Hizo una seña para que se acercara, Vegetta llegó hasta su padre, quien depositó un casto beso en su frente.
***
De algún modo se sentía que estaba fracasando en su misión.
-¡¡DE LUQUE!! -esa voz. -Pensé que esta nueva temporada no asistirías al colegio. Sin embargo, te agradezco que estés aquí, sería muy aburrido no tener a quien molestar.
El peliblanco duque rodeaba los hombros del príncipe. Luzu estaba un poco sorprendido de la acción, mientras que Alex seguía desinteresado y secretamente desabrochando los botones de su cuello.
-Señor Doblas, le agradecería mucho que SE APARTARA TRES METROS DE MÍ -en la última parte, Vegetta tomó el brazo de Rubius y lo apartó de sus hombros, toda esa acción hecha con elegancia y discreción, casi pareció que Rubius lo había hecho por voluntad propia.
-Oooh, lo siento, fue muy grosero de mí parte, veo que tienes que mantener tu fachada de príncipe perfecto mayor frente a tus preciosos hermanos menores -al decir eso, Rubius recorrió a Luzu y Alex con una mirada libidinosa. El primero reaccionó con un sonrojo evidente, mientras que al segundo no podía importarle menos.
-Sera mejor que no te acerques a mis hermanos o te juro que te perderé el casi nulo respeto que te tengo por ser un duque, ¿oíste?
-Ya, ya, está bien, sabes que los príncipes no son de mi agrado -Rubius guiñó el ojo. -Y al parecer el de tu otro hermano tampoco -susurró para que solo Vegetta escuchara, refiriéndose a Lolito. Rápidamente prosiguió a seguir hablando para evitar los gritos del príncipe. -Ya sé por qué estás enfadado, De Luque, es porque no he sido cortes con tus preciados hermanos.
Rubius dio uno pasos al frente, estando más cerca de los hijos menores del rey. Luzu ya estaba más que nervioso, el duque no solo era una gran figura de nombre y estatus, también su apariencia se describía de esa forma; alto, delgado, con la piel nívea, el cabello blanco con mechones marrón y los ojos verde enebro. Rubius encontró adorable la reacción tímida del castaño.
-Es un gusto, su excelencia, soy el duque Rubén Doblas, es un placer conocer a tan preciadas joyas ocultas del palacio, definitivamente todos esos retratos de los mejores pintores no hacen justicia a tan exquisita apariencia.
-Qué hastío -susurró Alex mirando a otro lado.
-Un, un gus, gusto -tartamudeó Luzu claramente afectado por la labia de alguien tan guapo.
-Corriente -susurró Vegetta, lo suficiente para que Rubius también escuchara pero sin ser claro para sus hermanos.
El peliblanco dio la vuelta, mirando con una sonrisa cínica al príncipe mayor. -Será divertido tener a todos los hijos de la corona en este lugar -dijo al pasar al lado de Vegetta. -Vegettita, si fuera tú estaría buscando a Lolito, conociéndole, ya debe estar chupándosela a algún hijo de la servidumbre.
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Without a Crown KARMALAND AU
FantasyLos cuatro príncipes de Karmaland no son solo caras bonitas y modales impecables. Detrás de tanta perfección, se ocultan secretos cada vez más escandalosos que los anteriores. El reino sufrirá las consecuencias de las guerras en reinos cercanos. El...