DIECINUEVE
Cuando la lluvia se detuvo, Luzu se arrastró en la madrugada hasta el palacio, todo su cuerpo dolía y sentía que en cualquier momento podría desmayarse, pero todo ese cansancio desapareció al ver el pandemónium formado frente a las puertas del palacio.
Al instante pensó lo peor, tal vez alguien se había dado cuenta de que no estaba en su habitación y habían enviado a un escuadrón a buscarle. Cuidadosamente se acercó para poder entender mejor la situación.
-¡Aquí estás!
-¡AAH! –gritó Luzu cuando Lolito lo asustó desde atrás. –Lo, Lo, Lolito –tartamudeó nervioso. -¿Qué está pasando?
El pelirrojo se divertía con las expresiones de miedo, nerviosismo y terror en la cara de su hermano. Obviamente Luzu estaba fingiendo ser un dulce angelito que acababa de despertarse y no sabía qué escandalo estaba ocurriendo. Cualquiera caería en su acto y contestaría con un "solo un asunto menor, príncipe, regrese a su habitación y continúe durmiendo o se resfriará".
Pero Lolito no era cualquier persona, conocía a sus hermanos a la perfección, especialmente a Luzu, quien era el más fácil de leer de todos. Aun así el pelirrojo fue bastante considerado y le siguió la corriente.
-Alexby desapareció –contestó anodino.
-¿Qué? –Luzu no podía creerlo; si de escapar se tratara, Alexby sería el último en hacerlo.
-Es la verdad, cuando le conté a Vegetta se volvió loco, tú sabes cuánto lo protege. Despertó a todo el palacio y envió a cientos de guardias a buscarlo. Es un impulsivo, no está considerando que si Alexby fue secuestrado esto solo hará enfurecer a los captores. Como sea, no debe tomar mucho tiempo para que todo el reino se dé cuenta de este alboroto. Prepárate para ser juzgado mañana en el colegio.
Lolito siguió su camino y regresó al interior del palacio, Luzu permaneció un rato más en la puerta, donde otro tanto de guardias se alistaba para salir a buscar al menor.
La cabeza del príncipe era un desastre, con todos los problemas que últimamente tenía, ni siquiera se preocupó un poco por el bienestar de su hermano.
Si algo le pasa a Alexby... Pensó observando las calles vacías y oscuras de Karmaland. Creo que no me importaría tanto.
Se dio la vuelta e ingresó al palacio, dispuesto a tener al menos unas horas de descanso antes de que amaneciera.
***
-El número de muertos por día es exagerado–explicó Willy pasándole un pan recién salido del horno al príncipe. Alex lo tomó pero ni siquiera pensó en probarlo. –Tal vez es más preciso decir que la constante es por semana. Sigue siendo alarmante, pero no es algo que no suceda también en la zona alta de Karmaland, solo que las causas de muerte son diferentes.
-Continua –ordenó el príncipe sin cambiar su expresión desafiante.
-Mmmm, bueno, las peleas patrocinadas por los nobles es una realidad, el hambre también. Además hay robos todo el tiempo, peleas callejeras e incluso algunos asesinatos. Pero en realidad no es tan terrible, la mayoría de las personas son amables y se protegen entre ellos, hay fiestas e incluso cantinas que ofrecen vino y cerveza baratos. Este artículo es muy exagerado.
Willy devolvió el periódico. Alexby lo observaba como si no creyera en sus palabras.
-Príncipe, prometo... No, ante usted JURO que estoy diciendo la verdad. Puede asesinarme si descubre que le he mentido.
-Ja, ¿tú vida como garantía? –se burló Alex. No trataba de ser grosero, solo estaba intentando exprimir más información sobre Willy.
-Puede tomar la vida de mis seres queridos si no es suficiente con la de este humilde panadero.
-Eso es mucho más interesante –Alexby estaba comenzando a sonar como Vegetta. –La vida de un príncipe es mucho más valiosa que la de un panadero, aun si el príncipe es solo el gobernante de una colonia de Karmaland.
Los ojos de Willy se ensancharon. Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Tuvo la sensación enferma de querer vomitar.
Así es como sabe mi nombre, claro, es obvio que Fargan no se callaría ante el príncipe de Karmaland. Soy un estúpido, cómo no lo supe antes. Ahora mismo me siento muy incómodo.
-Yo –Willy en serio estaba intentando arrodillarse y poner su cabeza sobre el suelo, pero sus extremidades no respondían. –Príncipe Alexby, no es lo que usted imagina.
-Lo sé todo, no tienes que ocultarme nada, yo soy el intruso aquí –Alexby no soportó ver a Willy a la cara.
-No es así, desde el momento en el que nos enteramos del compromiso, Fargan y yo debimos detenernos. Príncipe Alex, le prometo que Fargan y yo no nos encontraremos nunca más.
Alexby sintió la ira fluyendo por sus venas. Se levantó bruscamente, Willy estaba sorprendido de que el príncipe tuviera la suficiente energía como para estar de pie.
-TÚ, imbécil –Alex tomó el cuello de la camisa de Willy, aunque sus estaturas diferían bastante, la fiereza del príncipe se sobreponía sobre la altura del peliblanco. –Deja de decir estupideces, Fargan habla de ti como su más preciado tesoro y tú estás dispuesto a botarlo al primer conflicto.
-Prín...
-Calla, escúchame bien, lastimas a Fargan y entonces yo mismo me encargaré de asesinarte, ¿entendiste?
Willy suspiró, tomó las manos del príncipe y las apartó delicadamente. –Príncipe Alexby, creo que no entiende, todo lo que estoy haciendo es porque amo demasiado a Fargan. Si alguien se entera de que él y yo estamos... -Willy no quería decir la siguiente palabra, lo consideraba inapropiado. –Bueno, usted sabe. Si alguien lo descubre no le tendrán ningún tipo de compasión, lo asesinaran y usted quedará rebajado a un ser incluso más repulsivo que un vasallo. Créame que es difícil para mí dejarlo, pero es lo mejor para todos.
Alex no soportó más, había gastado toda su fuerza en enfrentar a Willy, cansado volvió al catre. –Todo esto es una mierda, si amas a Farga y Fargan te ama, entones solo deberían estar juntos.
-Imposible.
-Lo sé.
La habitación se quedó en un incómodo silencio. Después de unos segundos, Alexby continuó. –Una vez que me case con Fargan la atención de todos estará puesta en mí, pero hay algo que hará que los medios se olviden de nuestra existencia –Willy no sabía de lo que hablaba, pero se quedó callado esperando. –La boda de mi hermano mayor. Willy, te ayudaré a estar junto a Fargan.
-¿Qué? –el peliblanco pensó que tal vez estaba en un sueño demasiado irreal.
Alexby nunca había estado más determinado a algo. Sus palabras fueron claras, precisas y sobre todo, llenas de sinceridad. –Dije que te ayudaré a estar con Fargan –inhaló exhausto antes de seguir, como si buscara reunir la fuerza que necesitaba para continuar, como si el aire cubriera los espacios vacíos en su corazón. -No es mucho lo que puedo hacer, pero te prometo que Fargan siempre te pertenecerá.
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Without a Crown KARMALAND AU
FantasyLos cuatro príncipes de Karmaland no son solo caras bonitas y modales impecables. Detrás de tanta perfección, se ocultan secretos cada vez más escandalosos que los anteriores. El reino sufrirá las consecuencias de las guerras en reinos cercanos. El...