TRECE
Vegetta había desistido de llevar a sus hermanos de paseo; después de lo leído en la papeleta, era seguro que todas las miradas estarían puestas en ellos.
Toda la tarde se dedicó a cuidar el jardín, cortando algunas rosas y colocándolas en los floreros de las salas, regando amapolas y moliendo lavanda para extraer su esencia.
Lolito vagaba feliz por el palacio, nunca se sabía con exactitud qué es lo que hacía, pero su humor estaba especialmente animado ese día. Contrario, Alex no había salido de su habitación después de casi cinco horas. Lo normal en un domingo para Alexby sería leer libros en la biblioteca "privada" del rey o practicar el piano en el salón principal del palacio. No verlo en ninguno de esos lugares se sentía extrañamente solitario. Ni siquiera los sonidos de los criados limpiando podía rellenar ese espacio que solo la presencia de un príncipe puede lograr cubrir.
¿Será que Alex quedó muy afectado después de la publicación de esta mañana? Pensó Luzu tratando de encontrar una explicación para su comportamiento. Después de todo, fue su primer baile importante, debe sentirse aturdido, ¿debería ir a consolarlo? Luzu desechó la idea, si ni siquiera Vegetta había acudido a consolar a Alex, entonces solo podía significar que estaba pensando demasiado y que la actitud de su hermano no era del todo insólita. Suspiró aburrido.
Estaba a punto de ir a buscar a Lolito para sugerirle una partida de ajedrez, cuando uno de los servidores se acercó a él y le mostró un sobre. -Llegó está carta para usted, príncipe Luzu.
El castaño la miró confundido, no recordaba haber enviado cartas últimamente como para esperar una respuesta. Tampoco tenía demasiados amigos que fueran demasiado aficionados a la redacción. Fugazmente llegó la imagen de una persona a su cabeza, pero se deshizo de ese pensamiento pues carecía de lógica.
Tomó el sobre y salió corriendo hasta su habitación, donde comenzó a analizarlo. El sobre era de un papel de calidad, tenía los sellos suficientes como para ser aceptado en el palacio, el destinatario era efectivamente él, no había error, pero inquietantemente no contaba con un remitente. A su nariz llegó un exquisito y delicado aroma a almizcle y a gardenia, provenía del sobre. Definitivamente el remitente de esa carta había cuidado hasta el último detalle, incluso la caligrafía usada para el contenido era elegante y sofisticada.
La carta constaba de una única hoja, a simple vista un contenido no muy importante. Entonces comenzó a leer:
"Querido príncipe Luzu...
Seguramente se estará preguntando quién y por qué recibió esta carta, no se preocupe, tal vez no pueda revelarle todos los detalles, pero seguro quedará conforme con la explicación que tengo que darle.
Por motivos obvios no deseo que mi identidad sea revelada, así que pasemos a la razón de mi osadía al escribirle.
Digamos que cuento con información bastante "escandalosa" que lo involucra a usted. Esta información planeaba enviarla a la imprenta donde se publica la papeleta de la clase alta, pero no soy tan malvado para hacer eso, después de todo usted es nuestro príncipe.
La información que poseo no solo lo involucra a usted, sino que también al sastre de la familia real, el joven Auron. Creo que ahora sabe exactamente qué tipo de datos poseo.
No tiene nada de que preocuparse, su secreto está a salvo conmigo. Por ahora.Solo usted es el responsable de que esta información salga a la luz o no, si cree que nadie me creerá está bastante equivocado. No sabe el poder que poseo ni quiere descubrirlo.
Perdón, releyendo me he dado cuenta de que esa última parte ha sonado como una amenaza, no me malinterprete, por ahora solo quiero que esté consciente de su situación y de que tenga más cuidado al jugar a fugarse clandestinamente todos los miércoles por la noche a la tienda del sastre; miércoles, el día que el príncipe Vegetta duerme antes de lo normal, el rey se encierra en su oficina para analizar los asuntos más importantes del reino, el príncipe Alex lee hasta altas horas de la noche y el príncipe Lolito pierde la noción del tiempo tratando de aprender un nuevo idioma.
Es usted bastante inteligente...
Sin más por el momento, me despido. Espere mi siguiente carta."
Las manos de Luzu comenzaron a temblar, ahora aquel aroma delicioso le causaba náuseas, su vista se nubló, haciendo que las palabras de la carta no tuvieran significado. Había sido demasiado estúpido y descuidado.
Y ahí estaban las consecuencias. Definitivamente nadie más podía enterarse de eso. Esta persona lo había acorralado completamente, atandolo de pies y manos dejándole sin oportunidad para escapar, con una daga presionada al cuello y unos hilos controlando sus movimientos.
Siempre pensó que Lolito sería el primero en "meter la pata" y de alguna manera defraudar a la familia, pero las cosas se habían invertido.
El príncipe más pulcro y casto sería el responsable de desencadenar todos esos secretos que ocultaban los hijos de la corona.
Apretó su puño arrugando el papel. Frotó sus ojos para poder enfocar mejor. Entonces pensó: ¿Cómo conoce esta persona los horarios y actividades de la realeza?
Luzu no era un príncipe que solo lucía bonito y que había heredado el título solo por suerte. También era bastante inteligente y trabajaba día con día para aprender más y estar a la altura de un reino tan grande como lo era Karmaland.
Si ni siquiera podía dar con el remitente de esa carta con tantas pistas en su mano, entonces no merecía el título de 'principe'.
Una gerra personal había comenzado.
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Without a Crown KARMALAND AU
FantasyLos cuatro príncipes de Karmaland no son solo caras bonitas y modales impecables. Detrás de tanta perfección, se ocultan secretos cada vez más escandalosos que los anteriores. El reino sufrirá las consecuencias de las guerras en reinos cercanos. El...