Expiación

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SETENTA Y DOS

-Yo lo hice.

La mirada de Vegetta transmitía un sentimiento extraño de explicar; una mezcla entre decepción y tristeza. Sus ojos malva apagados, perdiendo el poco brillo que le quedaba, a su lado, el peliblanco percibió todo el dolor que Vegetta debía estar sintiendo. No pudo hacer nada además de mantenerse firme en su lugar.

Puff esto es realmente ridículo. Pensó Lolito apretando con fuerza la insignia que, al principio de la reunión, había recogido junto con el resultado de la inspección. El pelirrojo miró en dirección de Vegetta, quería ver la reacción de este. Rio ante la imagen que su hermano mayor proyectaba. ¿Hasta dónde llevarás toda esta escena?

-¡¿Qué?! -Jesuss intentó acercarse a Alexby, pero este lo alejó de inmediato. -¿¡QUÉ MIERDA ESTÁS DICIENDO!? No intentes actuar como un maldito héroe, solo un imbécil te creería.

-Rubius, lleva a Jesuss fuera para que se tranquilice -ordenó Vegetta.

-No estarán en verdad creyéndole, ¿cierto? -Jesuss no dejaba de gritar. -¡SUÉLTAME, cabeza de nieve!

Con trabajo, y llevándose varios golpes de por medio, Rubius logró sacar a Jesuss de la reunión.

-De acuerdo -con voz severa, Vegetta continuó. -Entonces Alexby obtendrá su castigo en la plaza central mañana al amanecer. Diez azotes por traicionar la confianza de la corona, veinte por manchar el prestigio de esta y cuarenta azotes por intento de asesinato, dando un total de setenta azotes. Mientras tanto, será encarcelado en su habitación. Eso es todo -Vegetta había dado esas órdenes sin titubear, sin embargo, en ningún momento se atrevió a ver a Alexby a los ojos.

-¡¡VEGETTA!! -gritó Luzu antes de que este abandonara el salón. -¿Por qué haces esto? Alex es nuestro hermano, debe haber otra manera -su voz suplicante solo añadía dolor en el corazón de Vegetta.

Luzu idiota, este no es el momento para actuar valiente y misericordioso. Alex pensó que Luzu estaba arruinándolo todo.

Afortunadamente Vegetta era fiel a sus palabras y principios. Dándole la mirada más gélida que haya hecho jamás, dijo filosamente: -La ley está antes que la familia.

Se dio la vuelta y salió de la sala, dejando únicamente a Luzu, Alex y Lolito en el interior. Luzu se desplomó en el suelo, lágrimas de impotencia caían por su rostro. Alex quería acercarse para intentar consolarlo, pero en ese momento llegaron los guardias para escoltarlo directamente hacia su habitación.

Lolito miró a Luzu desde una esquina del salón, donde había permanecido todo el tiempo, tenía los brazos cruzados y la mirada firme, daba la impresión de que nada de lo ocurrido le había afectado. Por primera vez en su vida, no tenía nada qué decir.

***

-¿De quién es la insignia? -preguntó Vegetta cuando, minutos después de retirarse, fue alcanzado al final del pasillo por el pelirrojo.

-De hecho, es de Alexby -Lolito pasó la insignia a Vegetta junto con un cristal para aumentar la visibilidad de las minúsculas letras grabadas. -Creo que es muy claro ahora, ¿no?

Vegetta no respondió.

-¿Qué harás sabiendo que el verdadero traidor es Luzu?

-No puedo hacer nada. Además, a pesar de que sea de quien más sospecho, todavía no puedo decir que es él. Tú fuiste quien descartó a Luzu, ¿por qué ahora no estás defendiéndolo?

-Porque todo encaja, porque Luzu es, aparentemente, el menos sospechoso, casi tan perfectamente calculado como para caer fácilmente. Sin embargo, del mismo modo que tú, por ahora solo puedo confiar en lo que sea que Alexby esté planeando al culparse.

Without a Crown KARMALAND AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora