Niños en el banquete

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CUARENTA Y UNO

El banquete de la boda fue algo sencillo y elegante, con poco más de cincuenta invitados de los más distinguidos títulos de la nobleza.

Lo que se previa para ser un banquete calmo y simple, se convirtió en realidad en un espectáculo teatral de una comedia. Sería divertido si tan solo los participantes de esta obra no fueran dos príncipes y un marqués.

-¿Deberíamos detenerlos? -preguntó Luzu a Lolito, quien no paraba de reír detrás de una servilleta.

-¿Por qué haríamos eso? Es nuestro espectáculo de medio tiempo.

Mientras los que tenían el poder para intervenir en esa discusión estaban ocupados en cosas más importantes, o no querían ayudar como en el caso de Lolito, las demás personas no sabían exactamente cómo reaccionar. La opción de ignorarlos ya no estaba funcionando, pero tampoco podían intervenir. Mientras más tiempo pasaba, más incómodo se sentía el ambiente.

¡AAAG! ¿Cómo es que terminé entre estos dos? Se preguntó Alex fastidiado de estar parado entre el infantil Jesuss y el descarado Herny.

La cuestión era que la discusión de "tres personas" en realidad se trataba de una persona discutiendo, otra provocando y otra más en silencio siendo el detonante de la discusión.

¿La razón? Resulta que, en algún punto del banquete, Herny se había acercado a Alexby para ser todo coqueteo e insinuación, Alex, acostumbrado ya a ese tipo de cosas, decidió ignorarlo sin ser demasiado grosero. Pero quien no podía quedarse callado ni sabía moderarse era el chico que había estado junto a él todo el tiempo.

Jesuss se había mantenido junto a Alex con el propósito de alejar a Fargan del príncipe, pues aún sentía resentimiento por él al no aceptar los sentimientos de Alex, además estaba la cuestión del matrimonio arreglado. Sabía que a Alexby le dolía eso, así que mientras menos viera a Fargan, menos sufrimiento sentiría.

Lo que no esperaba Jesuss es que al alejar a Fargan había espacio para que otros perros se acercaran a Alexby. En ese punto no sabía quién era peor: el insensible Fargan o el odioso Herny.

-Príncipe Jesuss, con todo respeto ¿me permite sugerirle que vaya a buscar una servilleta para limpiar todo el vinagre* que está derramando?

-¡¿Vinagre?! -los ojos de Jesuss parecían salir de sus orbitas. Todo su rostro se pintó de verde, nunca nadie se había atrevido a tanto con él. -¿QUÉ VINAGRE? ¿¡Quién está celoso!?

-Pequeño príncipe, no necesitas ocultar lo evidente, si bien toda la atención se la lleva la exquisita apariencia de Alexby, estoy seguro de que encontrarás a alguien con gustos más ordinarios que se sentirá interesado en ti -las palabras de Herny salían como dagas afiladas, sin embargo, su voz suave camuflaba muy bien sus intenciones de insultar.

-¿Me estás llamando corriente?

-No, no, no, yo sería incapaz. Pero...

-¿Pero?

-Sus suposiciones no son del todo imprecisas.

Una llama de odio se encendió en los oscuros ojos de Jesuss. Olvidando sus modales y el hecho de que estaba en un banquete, tomó el cuello de la camisa de Herny. Amenazante dijo remarcando todas las palabras: -Considera estos como tus últimos días.

Desde la perspectiva de Alexby, la "amenaza" de Jesuss era una burla; un pequeño conejito intentando golpear a un zorro astuto. Aunque la escena era cómica, Alexby llegó a su punto de quiebre, tuvo que intervenir en la discusión.

-Caballeros, por favor no den esta impresión de la gente noble, sean un poco civilizados y dejen de actuar como niños.

-Él es el único niño aquí -siguió Jesuss.

-Si yo soy un niño, entonces el príncipe Jesuss es un bebé.

Antes de que Jesuss pudiera replicar, alguien nuevo se sumó a la conversación.

-Príncipe Jesuss, cálmese primero. Usted no debería dejarse provocar tan fácilmente. Marqués Herny, le ruego que desista de cualesquiera que sean sus intenciones con el príncipe Alexby.

Fargan rodeó los hombros de Alex con su brazo, tratando de acercarlo lo más posible a él en una acción tácita de posesión.

Herny entendió ese lenguaje corporal, sonrió con complacencia e internamente se rindió.

-Ya veo, es una lástima que el príncipe Alex no esté disponible.

Los ojos de Fargan siguieron la silueta de Herny alejándose. Sus acciones no fueron para demostrar que tenía cierto poder de reclamación sobre Alexby, sino de darle un respaldo de protección. Se sintió un poco incómodo de que Herny interpretara de otra manera su cordialidad.

-Perdón -dijo Fargan sintiéndose culpable de la situación.

-No tienes que pedirme perdón, no hay ninguna razón -el príncipe se libró del brazo de Fargan, entonces siguió su camino en una dirección lejos de todo el bullicio de la celebración.

Jesuss le dio una mirada de muerte a Fargan, acto seguido corrió a seguir a Alex.

Había algo que estaba incomodando mucho a Fargan, todo el asunto de la boda de Vegetta y Rubius solo generaba más presión sobre él. Pensar que en algún momento tendría que pasar por lo mismo junto a Alexby le causaba dolor de cabeza. Y eso no estaba bien.

Siendo consciente de los sentidos susceptibles del príncipe, confirmó que sus sentimientos eran iguales, o por lo menos similares. Tal vez incluso Alex estaba pasándolo peor. No podía saberlo con certeza y Alex tampoco le compartía mucho de su pesar.

Todo lo que sabía se resumía en que el menor pasaba cada vez más tiempo en los barrios bajos, hablaba menos y sus ojos se apagaban poco a poco.

***

Cerca de las ocho de la noche, los novios estaban listos para partir a lo que se supone debía ser su luna de miel. Para Vegetta y Rubius esta "luna de miel" sería un descanso lejos de la ciudad donde podían estar separados por un tiempo antes de tener que pasar todo el tiempo juntos en su regreso a la capital.

Todos estaban reunidos en la entrada del jardín, donde un carruaje esperaba a que uno de los novios llegara. Después de que Vegetta recibiera las felicitaciones de todos los invitados, se acercó a sus hermanos.

-¿Estás bien? -preguntó Alexby viendo el semblante de Vegetta. Aunque no parecía haber nada extraño, Alex conocía perfectamente a su hermano, comprendía su sentir por mucho que intentara ocultarlo.

-Estoy bien -Vegetta vio que el menor no estaba conforme con la respuesta, se acercó a él y acarició su cabeza de forma tierna. -Lo más importante es que ustedes estén bien, mientras eso sea así, yo también lo estaré.

Los ojos de Alex brillaron, una calidez se extendió por todo su cuerpo, pero fue una sensación efímera que amargamente fue sustituida por aflicción. Estaba a punto de decir algo cuando Rubius llegó al lugar. Vegetta les dio una última mirada a sus hermanos, los tres tenían expresiones diferentes, pero el único que lo miraba directamente era el menor.

Su corazón dolió al saber que pronto Alex también tendría que pasar por lo mismo. No sabía que tendría que hacer, pero intentaría de todo para que eso no ocurriera.

***

Mientras todos despedían animadamente a la pareja de recién casados, un hombre dentro de una cúpula abandonada esperaba sentado en el marco de esta a uno de los príncipes, quien llegó treinta segundos antes de la hora acordada, con la respiración agitada, el cabello desarreglado y una carpeta de cuero llena de documentos importantes.

Desde las sombras, otro hombre sonrió complacido de ver como su títere estelar se movía de acuerdo a sus indicaciones.

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Vinagre o derramar vinagre es una manera de referirse a los celos o a alguien celoso. 

Without a Crown KARMALAND AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora