Interferencia

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CINCUENTA Y CINCO

Tres chicos cenaban silenciosamente en uno de los comedores secundarios del palacio. Dos de ellos se lanzaban miradas cómplices como si pudieran leer los pensamientos del otro; furia evidente de parte de uno e indiferencia de parte del otro. Tal vez debido a que habían pasado tanto tiempo juntos los últimos meses, todo fue demasiado tácito.

Jesuss no se sorprendió cuando de repente Alex dijo en voz alta: -Solo fueron un par de días, deja de exagerar.

Luzu estaba un poco descolocado, miró a ambos adolescentes sin entender porqué Alexby "hablaba solo". Pasaron unos cuantos minutos más antes de que de nuevo se elevara una voz sobre el asfixiante silencio: -Vacaciones para ti, tortura para mí.

Dicho eso, Jesuss cortó la conexión de sus ojos, como haciendo un berrinche en donde salía de la habitación y remataba cerrando la puerta con fuerza.

Luzu no pudo mantenerse callado más tiempo, la falta de contexto lo estaba irritando.

-¿Pasa algo entre ustedes?

-Nada.

-Nada.

Ambos contestaron al mismo tiempo en un unísono armónico que daba pie a sospechar más. La cena recién comenzaba, no podían simplemente irse y dejar solo a Luzu, todavía quedaba mucho tiempo de sufrimiento.

Como si incluso los sirvientes hubieran leído el ambiente, uno de ellos se atrevió a interrumpir.

-Príncipe Alex, una carta para usted.

-La leeré luego, ¿quién la envía?

-Fargan.

En cuento el nombre fue dicho, hubo dos reacciones diferentes por parte de dos personas. Jesuss seguía ocupado revolviendo el puré, por lo que solo quedaban los dos hermanos: Alex se sorprendió un poco, sus ojos parecieron brillar después de permanecer bastante tiempo apagados, incluso su semblante se relajó. El simple nombre de Fargan ya causaba mucho en él, y Luzu fue testigo de todo ese cambio. Alex tenía la intención de tomar el sobre y leerlo ahí mismo, pero alguien ya se había adelantado a tomar la carta.

La reacción de Luzu al escuchar el nombre fue opuesta a la del menor; se sintió como un balde de agua fría en todo su cuerpo y después ser golpeado con látigos. Sin pensarlo, y sin importarle los modales que había aprendido sobre no levantarse de la mesa antes de haber terminado, llegó en tiempo récord al otro extremo de la mesa y tomó el sobre de las manos del sirviente.

Tanto Alex como el lacayo se sorprendieron por la acción. Luzu siempre fue dócil e incluso un poco sumiso, que súbitamente actuara de forma tan ¿descortés? no encajaba con su imagen.

Alex miró directamente a Luzu, intentando descifrar la razón detrás de su acción, pero Luzu solo le daba una sonrisa casi genuina, los ojos tiernamente cerrados y las mejillas rosadas. Su aspecto tierno se transportó a sus palabras: -Con el tema de la guerra, se ha usado el servicio de correo como un arma. Todas las cartas deben pasar por una revisión para descartar posibles infiltraciones del enemigo. Llevaré esta carta con el departamento de revisión, descuida, si no se detecta nada, entonces te harán llegar la carta, y sobre el contenido... nadie hablará de ello. Espero lo entiendas, Alex.

El menor tenía un poco de miedo ya que no sabía qué podía haber escrito Fragan, pero si intentaba interferir sería más sospechoso. No sabía qué era peor ni cómo se arriesgaba más. Sopesando la situación, insistió: -Conozco la letra de Fargan, perfectamente puedo identificar si realmente es él quien escribió, puedo evitarte las molestias.

Luzu tampoco cedería tan fácilmente.

-Es un protocolo, entiendo que tú y Fargan son amigos y que probablemente no quieras que alguien más lea el contenido, pero debes entender que estamos en una situación complicada. Reconocer la letra de alguien ya no es suficiente para descartar un posible fraude, los especialistas se encargarán de ello. Sabes que es por el bien de todos ¿cierto?

Prefiero que quemen esa carta antes de entregarla a alguien más.

-Sí, lo sé, perdón por ser tan insistente.

Alex vio como Luzu salía del comedor con su carta, tras cerrarse la puerta, el silencio regresó a la habitación.

Cuando el castaño calculó que Luzu estaba lo suficientemente lejos como para escucharlos, habló: -Robaré esa carta.

-¿Qué?

-No quieres que nadie descubra lo que ese imbécil escribió, ¿no? Entonces lo único que podemos hacer es robar la carta antes de que alguien más la lea.

-Tarde, Luzu ya debió haberla entregado.

-Sí, pero no es un trabajo fácil descubrir si una carta es falsa o no, toma incluso horas, con las decenas de cartas que han llegado estos días, tardarán tal vez hasta mañana para revisar la tuya. Puedo robarla antes de que comiencen.

-¿Cómo harás eso?

El castaño dejó de lado su resentimiento por haber sido abandonado y regresó a su personalidad autentica que solo mostraba frente a contadas personas. -Digamos que soy invisible, nadie me toma en cuenta aquí, mi presencia pasa desapercibida incluso para los sirvientes, frecuentemente se sorprenden de verme en una sala que habían comenzado a limpiar porque pensaron que estaba vacía.

Alex se sintió un poco mal al escuchar eso. Sabía que a Jesuss lo que más le molestaba era ser ignorado; Alex no imaginaba qué tanto había sufrido Jesuss para haber superado ese rechazo hasta el punto de que lo había asimilado y lo decía en voz alta.

-Nadie se dará cuenta.

-Déjame ayudarte.

-Imposible, llamas demasiado la atención, arruinarás el plan.

Los dos chicos se miraron nuevamente a los ojos, Jesuss transmitía una confianza que hizo sentir a Alex seguro. Sin pensar en sus palabras, dejó salir:

-Gracias.

-¿Eh? -Jususs no esperaba eso, sus mejillas se pintaron de un color carmesí en un segundo, todo su rostro se sentía caliente; la vergüenza escrita en todo el lienzo. -¡No... no digas cosas tan vergonzosas! Agradece cuando tengas la carta en tus manos, tonto.

***

Luzu no llevó la carta para que fuera revisada, en su lugar, guardó el sobre en su habitación y regresó con los menores después de un tiempo pertinente. Terminada la cena, comenzó a leer la carta:

"Príncipe Alex:

Supongo que ya estarás de regreso en la capital en este momento, espero que tu viaje haya salido bien. Sé que es un poco repentino que yo te escriba, pero hay un problema en los barrios bajos.

En los pasados días, han estado ocurriendo cosas muy extrañas, incluso Willy está un poco inquieto por la situación.

Fue él quien me pidió que te escribiera para que nos encontráramos mañana por la noche y hablemos de este asunto.

No conozco los detalles del problema, pero suena alarmante. No quiero preocuparte, pero la clase noble puede estar en peligro. Mañana tengo una exhibición de arte por la tarde, así que no podré verte temprano. En su lugar, ¿podemos encontrarnos a las 23:00 h en el callejón paralelo de la sastrería? Esperaré una hora.

Entiendo si no puedes venir y perdón por lo repentino del asunto, pero me preocupa lo que puede llegar a pasar.

Siempre tuyo,

Fargan."

Luzu acercó la carta a la llama de la lampara.

El papel se hizo cenizas en sus manos. 

Without a Crown KARMALAND AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora