Without a Crown KARMALAND AU

Palabras que dañan

DOCE

La papeleta llegó a la mesa donde los cuatro príncipes desayunaban silenciosamente. Podía notarse la extrañeza del ambiente e incluso un rastro de incomodidad.

Después de bailar su única pieza con Fargan, Alexby había casi huido del salón. No se le vio junto a él después de eso, los rumores no se hicieron esperar. Por la mañana, el menor tenía un semblante complejo, que buscaba ocultar con su ya típica expresión desinteresada, pero para alguien como Vegetta; que vivía fingiendo en todo momento, estos detalles no pasaron desapercibidos. Aún así no se atrevió a preguntar.

Nadie quería tomar el pedazo de papel, nadie a excepción de Lolito, quien feliz volteó la hoja encontrándose con la primera nota y la que ocupaba toda la portada. Los tres príncipes restantes esperaron a que comenzara a leer, pero Lolito se quedó callado, su expresión relajada tampoco ayudaba mucho a discernir el contenido.

El pelirrojo sintió la pesada mirada de todos, levantó la vista y preguntó monótono. -¿Qué?

-¿Vas a leer? -dijo Vegetta pacientemente.

-Oooh, ¿quieren que lo haga? Es solo que pensé que nadie quería saber el contenido, por eso nadie estaba interesado en tomar la papeleta.

Alex rodeó los ojos fastidiado, Vegetta suspiró tratando de mantener la compostura, Luzu bajó la cabeza con nerviosismo.

Lolito comenzó a leer: -"Los amantes perfectos realmente existen, ¿o no?" La noche de ayer se llevó a cabo el baile de primavera, este año nos glorificamos con la presencia de tan exquisito invitado, el príncipe de Egoland, Reborn, quien no pudo haber escogido mejor compañero que nuestro príncipe favorito, Vegetta. Ambos actuaron a la altura de la ocasión, de hecho muchas personas mayores comentaron que quedaron sorprendidas ante el nivel de inteligencia y madurez del que ambos príncipes gozaban.

Vegetta se relajó pensando que su parte de la noche había acabado cuando Lolito hizo una pausa larga, pensó que nada había salido mal, pero entonces Lolito continuó leyendo. -¿Quién pensaría que tan perfectos hombres en realidad escapaban por la noche hasta perderse de la vista de todos? Más importante aún ¿para qué escapaban?, ¿qué actos son lo suficientemente indecorosos para tener que esconderse antes de llevarlos a cabo? Lo que es claro es que ambos "castos" príncipes regresaron mucho más felices de su fuga clandestina.

》No hay suficiente información para saber qué ocurrió, pero al final de la noche, cuando todos regresaban, notaron como el príncipe Vegetta tenía un ligero corte en el labio inferior, corte con el que no llegó al baile. Príncipe Vegetta, ¿es esa una forma de saludar en Egoland? Cuéntenos.
También podría tratarse solo de una propuesta matrimonial.

Esa última parte estaba hecha para agregar más énfasis en las palabras anteriores, obviamente estos periodistas sabían exactamente lo que hacían. Los tres príncipes miraron a su hermano mayor. No querían hablar ni comentar nada, pues dos de ellos aún tenían que saber qué decía la papeleta sobre ellos.

Lolito miró al resto. -¿En serio quieren que continúe? Solo es la portada y sus rostros ya están pálidos.

-Continúa - contestó Alexby impaciente, pensando en que mientras más rápido supiera el contenido acerca de él, más rápido lo superaría.

-Oh, miren, Luzu y Alexby comparten la segunda página -los dos mencionados voltearon a mirarse en sincronización, ambos con expresiones aterradas. -Bien, comenzaré, el encabezado dice "la honestidad gris de la realeza". Al parecer todos los príncipes desaparecieron en algún punto del baile, unos solo por unos minutos, otros solo apartándose un poco del bullicio y otros... para desaparecer por completo. No hay que ser demasiado apresurados, se nos dio una explicación: el príncipe Luzu no se sentía muy bien.
Como si no hubiéramos escuchado esa excusa en más de un baile.

》No olvidemos cuando la señorita Vega escapó con esa misma excusa y un par de semanas después se anunció que estaba esperando un hijo. Repito, no seamos demasiado apresurados. Tenemos la palabra del príncipe Alex, pues él fue quien difundió este anuncio desafortunado, así que acabemos con los rumores horrorosos alrededor de la ausencia de Luzu. Podemos confiar en las palabras de Alexby, ¿cierto?

Todo el comedor se quedó en silencio; los dulces bizcochos se volvieron amargos, el ácido jugo se volvió más ácido, la jugosa carne perdió su sabor. No esperaban ataques tan directos, ahora todos pensaron que lastimarse el tobillo había sido lo mejor que pudo haberle pasado a Lolito.

El pelirrojo los miró divertido, hojeo las páginas hasta que encontró algo interesante. -Oh, miren, un ranking de los mejores vestidos del baile, Alex, estás en primer lugar, Vegetta en segundo y Luzu en quinto, solo detrás de Reborn y Rubius.

Lolito dejó la papeleta de lado y continuó desayunando de los más normal, incluso sintió que la comida sabía diez veces mejor.

***

Afortunadamente no había nada relacionado con su comportamiento extraño después de bailar con Fargan.

Alex había estado pensando en la conversación que tuvo con Fargan la noche anterior. Sentía que algo se había roto mucho antes de lo que se suponía. Entonces, reuniendo todo el coraje que tenía, tocó la puerta de la oficina de su padre antes de que éste le diera el permiso de entrar.

-Lely ¿qué haces aquí? Pensé que Vegetta los llevaría al mercado de la calle principal.

-Eso... no creo que Vegetta esté lo suficientemente motivado después del desayuno.

Mangel estaba a punto de preguntar por qué, pero se retractó de inmediato al ver qué su pequeño hijo no se veía como si quisiera hablar de ello, incluso parecía querer evitarlo. Un sentimiento amargo inundó su blando corazón.

Alex dio un vistazo al escritorio de su padre, cientos de cartas estaban dispersas en él, todo estaba demasiado desorganizado, no parecía haber un orden, hizo que su cabeza doliera.

Entonces sus ojos enfocaron una especie de periódico mucho más serio y de menor calidad que el que él y sus hermanos leyeron por la mañana.

-Padre -Mangel levantó la mirada solo un segundo antes de regresar a sus documentos. Alex tomó esto como una señal para que continuara. -¿Puedo...

Mangel observó el objeto que miraba su hijo. -Claro, puedes quedartelo si quieres, ya lo he leído todo.

Con solo mirar la nota principal de ese periódico, Alex se arrepintió de todo lo que quería decir. Olvidó los asuntos por los que había ido hasta su padre, incluso sintió que estaba haciendo demasiado poco y que se había comportado como todo un príncipe berrinchudo.

Ahora el dolor de cabeza no pudo evitarse. Esa nota lo había regresado a la realidad. A una realidad que no era suya, pero que estaba relacionada con él de alguna forma.

Aquel periódico pertenecía a los barrios bajos. No sabía cómo su padre lo había conseguido, pero imaginó amargamente al rey leyendo el encabezado.

Si él, un príncipe joven sin ninguna preocupación más que vestir lindo y comportarse amablemente con el pueblo, sintió ganas de llorar, no podía imaginar los sentimientos del rey.

Tomó aquella papeleta, se dirigió a su cuarto y comenzó a leer.

Al terminar, quiso salir de aquel palacio lleno de comodidades y dispararse en la cien.