Un decoroso solicitante

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SEIS

-Inaceptable –dijo Vegetta después de haber reunido a toda la familia real en una de las salas principales del palacio.

-Puff –rio Lolito intentando ser discreto, pero sin lograrlo. El pelirrojo estaba acostado a lo largo de uno de los sofás, su largo cabello naranja cayendo hasta el suelo. Vegetta consideraba esa posición nada digna de un príncipe, pero al ver que su padre no decía nada, lo dejó pasar.

-Mi rey, debes cancelar ese acuerdo –Vegetta se acercó hasta donde estaba el rey, quien tomaba el té totalmente relajado; a su lado izquierdo, Luzu se mantenía firme y un tanto incomodo; a la derecha, Alexby leía un libro sin preocuparse de que la conversación se tratara de él.

-Samu, te he dicho que no me llames así cuando estemos solo nosotros, es verdad que soy el rey, pero también soy tu padre –el rey dejó de lado la taza de té. Siempre fue bastante tolerante y permisivo con sus hijos, nunca les negó nada y se encargó de mimarlos ante la ausencia de una madre, por esta razón sabía perfectamente que Vegetta era la "mano dura" que aplacaba a sus demás hermanos. Si bien, Mangel no terminaba de entender por qué Vegetta estaba tan preocupado por la pareja de baile de Alexby, al menos debía escucharlo y darle algunas palabras de consuelo. –Este rey es mayor, ¿podrías repetir la razón del por qué el príncipe Fargan no es una buena pareja para nuestro Lely?

Vegetta estaba bastante complacido por tener que repetirlo, si lo decía dos veces, quedaría más claro. –Por supuesto, para empezar ¿príncipe? ¿Los gobernadores de una pequeña colonia subdelegada de Karmalad merecen ser llamados realeza? No lo creo –Mangel casi escupe el té por contener las risas, quien no pudo aguantar fue Lolito, Vegetta simplemente lo ignoró. –Dos, es amigo del ascáride Doblas, y como si eso no fuera suficiente, he escuchado que el "príncipe" –remarcó esa palabra –Fargan es a penas decente en el baile, poco que decir de sus habilidades de canto o de música, incluso un caballo de nuestro establo puede cantar mejor.

Alexby puso los ojos en blanco. El motivo por el que había aceptado a Fargan como su compañero en el baile era justamente por Vegetta. Sabía que su hermano lo obligaría a ir con el acompañante más soso y aburrido de todos, además que quería ahorrarse el tener que rechazar a todas las personas que lo invitaran. Al no estar disponible, nadie vendría a molestarlo hasta la puerta del palacio para pedir el "honor" de ser su pareja.

-Dicen que es un muy buen artista –interrumpió Lolito tratando de agregar más leña al fuego. Vegetta le dio una mirada de muerte.

-Oh, ahora que lo recuerdo, Fargan pintó uno de los cuadros que se exhiben en el palacio de Egoland, es simplemente esplendido –agregó Mangel de forma "neutral", sin ninguna mala intención, solo que lo había recordado y ahora se sentía feliz de que Alexby fuera al baile con alguien tan talentoso en las artes.

-Pero padre... -el mayor de los príncipes casi quería llorar. –Pintar, eso es una bobería, cualquiera puede hacerlo.

-Claro, es tan fácil que tú abandonaste las clases de arte después de dos sesiones –siguió diciendo Lolito. –Recuerdo perfectamente que hiciste un berrinche porque los rostros que dibujabas quedaban chuecos.

Por primera vez en su vida, Vegetta quería golpear a Lolito.

Mangel estaba disfrutando del tiempo de calidad con sus hijos, a pesar de que todo fueran reclamos y discusiones. Debido a los problemas políticos y sociales que comenzaban a surgir por las guerras en países aledaños, el tiempo que pasaba con sus hijos se había reducido considerablemente. –Ya, ya, no discutan por algo que no viene a cuentas. Solucionemos esta situación de forma madura, Samu, ¿no crees que Alex tiene la suficiente edad para decidir con quién quiere ir?

-Eso...

-Creo que Alexby debería comenzar a tomar sus propias decisiones y a ser responsable de ellas.

-Pero si asiste al baile con Fargan hay una alta probabilidad de que quede avergonzado en la papeleta del día siguiente.

-¿No confías en nuestro Alex? Yo creo que es lo suficientemente capaz para tener todo bajo control y dar una buena impresión –Mangel acarició el cabello de su hijo menor; si fuera otra persona, Alex ya lo hubiera golpeado, pero se trataba de su padre y el rey, así que tenía permitido esa muestra de afecto tan vergonzosa, claro que secretamente le agradaba actuar lindo y mimado con su padre.

-Vegetta –habló Alex entrando a la conversación. -¿Por qué no hablamos de los acompañantes de Luzu y Lolito? Ellos también son príncipes.

-Yo no iré al baile –dijo Lolito. –En las clases de equitación caí del caballo, aún me duele el tobillo.

Vegetta estaba al tanto de esa situación, por eso no había puesto interés en Lolito. En cuanto a Luzu...

-Luzu ya tiene pareja –dijo el mayor de los príncipes. –Le sugerí a uno de los duques que han venido de visita desde el medio oriente, son elegantes, ricos, inteligentes y talentosos, tú podrías ir con alguno de los sobrantes.

Alexby giró los ojos, claramente fastidiado, entonces volteó a mirar a su hermano, el castaño solo sonrió débilmente, claramente forzado e inconforme.

Luzu idiota. Pensó Alex.

-Entonces, si eres tan bueno escogiendo parejas para nosotros, dinos ¿con quién irás tú? -preguntó el menor cruzándose de brazos.

-Eso... creí que sabía con quién iría pero... -la voz de Vegetta sonaba un poco desilusionada. -Hasta ahora solo he recibido una propuesta.

-No me extraña –susurró Lolito, nadie lo escuchó.

-Creo que aceptaré ir con Reborn.

El resto de los príncipes, e incluso el rey, se miraron consternados. Pensaban que la persona de la que hablaba al principio Vegetta era Reborn. Entonces... ¿El gran príncipe de Egoland, el hombre más cotizado del continente, el acompañante perfecto... Era solo la segunda opción de Vegetta? 

Without a Crown KARMALAND AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora