Capítulo 99

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Christopher me coge en modo princesa y me lleva hacia el sofá. Me suelta de manera brusca y no puedo evitar que un grito de dolor salga de mi boca.

-Toma.-Se arranca un trozo de su camisa y me lo pasa.- Con esto bastará para parar la hemorragia. Necesito que mi mujer siga viva.

-Si tanto deseas que este viva llévame a un hospital, gilipollas.-Cojo el trozo de camisa y aprieto en la zona afectada.- Tks...No sabía que eras un cobarde.

-¿Cobarde yo?-Dice con una sonrisa.

-Los valientes atacan a su oponente de frente, pero tú me has atacado por la espalda. Eso no muestra valentía, cariño.

-Ser sigiloso puede ser una habilidad.-Una sonrisa triunfante se dibuja en su rostro.

-Por favor, Christopher. No destroces la palabra habilidad con algo tan insultante.-Sin querer queriendo una risa se escapa entre mis labios.- ¿Llamas habilidad a la cobardía? Joder, que perdido estas en tu mundo de mierda. De cierta manera, me das pena.- Otra vez me vuelvo a reír sin descaro.- Dios...-Me seco las lágrimas.- Cuentas buenos chistes y eso que aparentas ser una persona seca.

-No sé qué tiene tanta gracia.

-Pensé que eras inteligente, pero al final resultaste ser un completo idiota. Enserio, ¿quién hace que la cobardía sea una habilidad? Solo los débiles son capaces de hacer eso, por lo tanto, eres débil y no eres un oponente digno de mí.

-Tu amigo Tom no dice lo mismo, tus padres no dicen lo mismo y tu novio como amigos no dirán lo mismo.-Dice con una sonrisa.

-Espera, ¿tengo que asustarme con esa frase? ¿Tengo que llorar ahora y suplicarte que nos dejes vivir?- Digo con preocupación. Puede ser que no esté muy cuerda, pero es algo que no me preocupa ahora mismo.- Tu potencial para amenazar es tan penoso como tú. ¿Intentas asustar al demonio con eso?- No puedo evitar reírme.- Me amenazas porque quedan personas que están a mi lado, sin embargo, yo no podría hacer lo mismo porque estas solo. ¿No has pensado que el demonio se hace más fuerte al sentirse querido?

-Pero será más débil.

-Estas equivocado. Su fuerza aumenta más que el de su oponente porque se siente en la obligación de luchar hasta el final para salvar a sus seres queridos.

-Yo lucho por mi familia.-Dice defendiéndose.

-Ya luchaste por tu familia.-Su mirada de superioridad se torna a una confusa.- En el momento en que mataste a mis padres defendiste e hiciste honor a tu familia. Ahora luchas por codicia, quieres tener el poder absoluto y para eso necesitas deshacerte de tu rival. Sabías que yo estaba viva y que había una posibilidad de que volviera a la banda para acabar contigo, por eso me has intentado joder la vida de mil maneras distintas, y aunque a veces ganaste cometiste un error. Estabas haciéndome más fuerte, estabas haciendo que acumulará toda esta sed de venganza por años y me volviste más agresiva que antes. En conclusión, inconscientemente estabas cavando tu propia tumba. ¿Te habló Tom alguna vez de que podía ser un monstruo imparable?- Mi mirada ha cambiado a una dominante y fría, mientras que mi voz es totalmente tranquila.- Pues tiene razón, cuando Tom me entrenaba me dijo que yo podría ser calificada en cualquier agencia un nivel superior al suyo convirtiéndome en una gran promesa. Me temo, cariño, que te equivocaste al elegirme como tu objetivo, ahora eres la presa que comeré gustosamente.

Un silencio reina en la sala, Christopher es incapaz de pronunciar palabra alguna. No solo soy buena en combate y en estrategia, sino que puedo derribar a mis enemigos con el habla. Pero eso no suele durar mucho tiempo.

-No hablaremos de la boda porque no se celebrará ninguna.-Lo miro desafiante.- Así que peleemos y que gane el mejor.

Christopher reacciona al instante y es el primero en encestar un golpe en mi herida. ¿Acaso estaba haciéndose a la idea de que esto podría ocurrir? Ha sido una estrategia inteligente.

Recibo tantos golpes como les doy a Christopher, nuestros cuerpos flaquean poco a poco dándome a entender de que no duraremos mucho, así que tengo que ser fuerte un poco más. Por ellos y por Tom.

Con cada segundo noto como mi cuerpo se vuelve más vulnerable por la pérdida de sangre, pero no me rendiré aún. En un descuido Christopher me da una patada en el costado haciendo que caiga al suelo de dolor, dónde aprovecha para encestarme golpe tras golpe.

-¿De verdad dices ser el demonio? Eso sí que es insultante. -Escupe con furia.

Como si de un milagro se tratase, mi cuerpo cobra vida y mi puño atiza en el estómago de éste haciendo que caiga al suelo. Me levanto rápidamente, y espero con paciencia a que se levante para seguir peleando, al hacerlo le doy un golpe limpio en la nariz llegando a escuchar el mítico crack.

Sonrío satisfactoriamente, pero esta no dura mucho, puesto que veo como saca un objeto afilado del bolsillo.

-¿Acudes a las armas? ¿Sabes qué vas a perder y recurres desesperadamente a eso? Otra prueba más de lo poco hombre que eres.

-Dentro de poco caeremos al suelo gravemente heridos.- Señala mi herida con una sonrisa, aunque él no se ve muy bien.- Prefiero que uno caiga muerto y el otro vivo, y tú serás la que este en el suelo muerta.

Antes de acabar la frase, su mano se adelanta para dar un pequeño corte en mi rostro. Joder, no quería recurrir a este método tan cliché y poco convencional, debido a que sólo se puede hacer una vez y debo de hacerlo perfectamente. Por favor, señor, ayúdame con esto.

Aprovecho de que está mirando mi herida, seguramente pensando en cómo atacar. Lentamente saco una de mis pequeñas dagas, el siguiente paso es reaccionar como si lo fuera a atacar, pero el arma cae al suelo y solo se escucha el perfecto sonido de mis dos manos chocando provocando que Christopher entre en un estado de shock de cinco segundos aproximadamente.

-Todos suelen tener una frase final a la hora de acabar con su enemigo, pero siempre me he preguntado algo. ¿Por qué tengo que malgastar mi tiempo en dedicarle una frase a una persona que debe morir?

Después de decir eso, mi mano se mueve velozmente para coger la daga del suelo y hacerle un corte limpio en su duro cuello. Veo como intenta presionar la parte afectada como si de alguna manera pudiera evitar el desangrado, con ese gesto provoca que me ría de él.

Sin embargo, dejo de reír al sentir como cae en mi cintura y uno de sus dedos se hunden en mi herida.

-Tks.-Lo tiro al suelo y clavo el pequeño objeto en su cabeza provocando una muerte rápida.

Sin motivo alguno comienzo a llorar de alegría. Ya se ha terminado este infierno, ya podré ser feliz de una vez y no tendré que estar atemorizada por si intentan matar a las personas que más quiero. Pero esta alegría no dura mucho, pues comienzo a notar como la habitación empieza a dar vueltas, y al rato todo se vuelve oscuro.

-¿__________?- Unos dedos se posan en mi cuello.- Su pulso es leve, hay que llevarla al hospital. 

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora