-Te odio, _________.
Esa frase sigue grabada aun en mi cabeza. Después de esa dura declaración por parte de Doblas sentí como mi corazón se quemaba lentamente ante mis ojos, fue un corte muy limpio por parte suya. El mejor corte para romper con alguien, yo suelo utilizar la típica frase de "no eres tú, soy yo", pero la de "te odio" es una jugada magistral y más si añades el nombre. Es una de las frases que nunca olvidaré y no solo por el mensaje, sino que el tono de voz que empleó fue frío y sincero. ¿Fue culpa mía? Puede que sí, pero nadie le obligó a quererme.
-¿Nerviosa?-La dulce voz de Judith interrumpe mis pensamientos.
-Suponiendo que llegaremos a Portland dentro de una hora y media, y que al día siguiente pondremos en ejecución el plan...- La miro.- Solo estoy un poco nerviosa, pero por lo demás bien.
-Volveréis.-Me sabe mal que Judith no sepa nada sobre mi plan.- Rubén te quiere mucho, nunca te odiaría.
-Pero lo dijo.
-¿Alguna vez mostró su odio hacia a ti? Ahora no vale las palabras, sino las acciones.
-Que yo sepa nunca me mostró odio.
-No lo hizo porque te ama demasiado, puede que estuviese enfadado por lo que hubiese pasado. Pero nunca te odiaría, me jugaría la mano a que no.- ¿Estás segura de eso, Judith?- Ahora cuando lleguemos quiero que te duches y comas algo.
-Lo haré, pero por ti.
Después de estar soportando los gritos de una señora hacia su hijo y sentir como Rubén y Tom me mataban con su mirada, llegamos a nuestra querida Portland. Nunca he estado y me gustaría haber venido, pero por turismo no porque tengo que acabar con el hombre que desea un final trágico para mí.
Al llegar a nuestro piso franco, lo primero que hago es disfrutar de una buena ducha en la que he podido destensar la mayoría de los músculos y relajarme un poco. Al salir de esta solo me pongo la muda interior y la sudadera que le robé a Doblas en su casa, me asomo un poco y oigo a aquellas voces que están haciendo eco en mi pobre corazón.
Con lo que al final opto por no salir y quedarme en el cuarto, más tarde saldré a comer. Prefiero cenar a solas y disfrutar del buen silencio. Solo de pensar que mañana explicaremos de nuevo el plan y dejaremos todo listo para que al día siguiente matemos a Christophe, es algo que me pone el bello de punta. Voy a matar a esa persona que intenta destruir a mis amigos, ¿cómo me debo de sentir al respecto? Creo que no estoy capacitada aún para contestar a esa pregunta.
Le escribo a Judith que cuando se vaya todos cenaré con lo que no tarda en responder con un "más te vale". Al cabo de los minutos noto como mis párpados comienzan a cerrarse poco a poco con lo que no pongo ningún tipo de resistencia sintiendo como los brazos de Morfeo me rodean para darme ese descanso que tanto anhelaba, pero que a la vez impedía por miedo a nuevas pesadillas.
Noto como una mano cubre mi boca notando a los segundos su respiración en mi cuello.
-Tienes que elegir: ser mía o morir.
-Da igual lo que elija porque estaré muerta de las dos formas.
El frío metal se desliza hacia aquella cicatriz que tanto odio, espero que siga subiendo, pero el cuchillo sigue en su sitio.
-Veo que el inútil no cumplió con la tarea de escribir zorra justamente aquí.- Noto como el cuchillo se hunde en mi piel para repasar esa z.- Para una cosa sencilla que le pido y no puede cumplirla.
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Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)
FanfictionEres de ese tipo de persona que suele vivir solo para su trabajo y para los pocos amigos que tiene, pero de alguna manera intentas tapar tu pasado siniestro a través de una máscara. Pero ¿Qué pasaría cuando un chico de ojos verdes y una sonrisa espe...