Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 5

-Buenas tardes, entremos adentro. - Le digo - ¿Cómo estás, Jazmín?
-Hoy estoy mejor que la semana pasada.- Parece ser que mis pacientes están mejor hoy.
- ¿Me puedes decir el por qué?- Digo con una sonrisa.
- Claro, hoy he tenido un sueño en el que salía mi novio. En este, me transmitía la sensación de que me pedía que lo dejara ir, era todo tan real... Pensé de verdad que estaba a mi lado y me ha venido bien verle en esa forma, aunque sea en sueños.

- Sabes lo que significa ¿no?
- No lo quiero olvidar...
- No te está pidiendo que lo olvides, sino que vuelvas a ser feliz, que salgas y prosigas en tu vida sin ningún tipo de tapujos. Sé que duele perder a la persona que más amas, pero ya has hecho un luto bastante largo haciendo que caigas en una depresión temporal, ¿no crees que debes de empezar algo nuevo?
- Imagina que hago mi vida y vuelvo a mi trabajo demostrando que soy la mejor, y ahora me encuentro con un chico y puede que sienta algo, y puede que quier algo conmigo. ¿Qué hago?
- Uno: si te lo cruzas es porque él ha querido que no estés sola nunca y necesitas seguir tu vida.
Dos: me llamas y me dices lo que sientes y piensas. Que aparte de ser tu psicóloga soy una amiga tuya.
- ¿Amiga?
- Claro. - Le confieso, porque siendo sincera ella a veces ha estado conmigo en algún que otro momento de bajón que al final he cogido confianza con ella y al instante, veo como se lanza hacía mi y me da un abrazo tan fuerte que se lo devuelvo con la misma intensidad.
- Vale, haré eso.
- Muy bien, ahora te voy a pedir una cosa.
- ¿ El qué? - me pregunta intrigada.
- ¿Quieres salir mañana conmigo y mis amigos?
- ¿De fiesta?
- Claro, te integraras rápido y serás una de las nuestras. ¿Te gustaría?
- Me encantaría.
- Vale, pues a las nueve en mi casa - le apunto mi dirección y se la entrego - Al día siguiente de la resaca, si puedes me escribes lo que has sentido en nuestro día de juerga.
- De acuerdo - dice sonriendo.
- La semana que viene... ¿El lunes te viene bien?
- Si a la misma hora.
-Vale... - me interrumpe el teléfono de mi consulta.- Disculpa un momento. ¿Sí?
- Hola, soy Rubén Doblas Gundersen - Contesta una voz grave que por muy tonto que suene hace que se me erice la piel.- Quería consultarle que si a las siete y media le vendría bien.
- Si, claro.
- Adiós, _______- No sé porque, pero es como si su voz acariciase mi nombre.

-Adiós, Rubén.- Contesto nerviosa y acto seguido cuelgo.