Capítulo 56 (+18)

1.8K 50 25
                                    

Ha pasado ya dos meses desde la reconciliación entre Mangel y Rubén, los dos han recuperado el tiempo perdido y entre todos hemos salido juntos. Rubén aún no ha roto con Gisela y es algo que me incomoda, pero él dice que será ya mismo, por lo que le he castigado sin tocarme ni besarme. Los dos sufrimos, pero tiene que cortar con esa arpía que ha intentado separarnos.

Por lo demás bien, bueno tengo programado una reunión importante en Miami de psicólogos y no puedo faltar porque si no mi jefe me despide. No quiero ir sola y me gustaría llevarme a Rubén, así que hoy le he dicho que cenaremos afuera, me he puesto un vestido rojo ceñido a mi cuerpo, pelo rizado y un maquillaje básico. ___________, hoy lo seduciremos y vendrá contigo. Caerá después de tanto tiempo.

Miro el reloj un poco nerviosa porque ahora voy hacer yo esta noche quien manda, va a ver a una chica dominante. Relájate y métete en tu papel, tienes que ganar esta partida. Tocan mi puerta:

-____________, venga, Rubén está ahí afuera esperándote. -Me informa Judith, se acerca me da dos besos.- Demuéstrale quien manda, nena.

-De acuerdo, eso haré.

Al llegar me encuentro con un Rubén que viste de manera distinta, su pelo sigue siendo alborotado y libre, pero su vestuario es de un traje negro con una corbata a juego. Saca detrás suya un clavel, me lo entrega y me da un dulce pico haciendo que mi pulso se acelere. Venga, ____________, no caigas en sus lindos trucos. Subimos en un taxi y me coge la mano para acto seguido acariciarla poniéndome un poco nerviosa.

-¿A dónde vamos? Sé que tengo que saberlo porque te he dicho de quedar, pero al verte creo que eres tú el que sabe dónde vamos.

-Efectivamente. Iremos al nuevo restaurante que han abierto se llama "Rings", tengo una sala reservada para nosotros.

-Sabes que con reservar una mesa bastaba, ¿no?

-No, quiero que sea privado para nosotros.

-¿Y eso?- pregunto curiosa.

-Quería hablar contigo a solas sin nadie a mi lado y creo que me sigue una persona de confianza de Gisela.

-Será que sabrá que estas ocultándole algo, deberías de cortar con ella, no entiendo porque no lo has hecho ya.

-Porque... Ya te lo contaré, algún día, solo confía en mí, ¿de acuerdo?

-Vale.- Algo dentro de mí me dice que no es nada bueno.- Bueno, yo tengo que decirte una cosa.

Me acerco a su rostro y le doy un beso en la mejilla, veo como se tensa y se pone nervioso, bajo hacia su cuello e inhalo su perfume, deposito varios besos húmedos en este, miro su cara y veo como tienes los ojos cerrados y su labio atrapando al inferior. Abre sus ojos y me mira, tiene las pupilas dilatadas.

-¿Y eso? ¿Qué intentas hacer?- pregunta con la voz ronca, esa voz que hace que tenga que cerrar los muslos.

-Quería comprobar una cosa- Digo sonriendo inocentemente. Una cosa que puedo mantener, aún reacciona con mis gestos húmedos.

Llegamos al restaurante y nos llevan a la sala reservada, una mesa en el centro diseñada de una forma básica, pero preciosa. La luz está tenue y la calefacción está encendida, cosa que me viene bien porque tengo frío. Nos sentamos y pido unas ostras como entrante, y luego pedimos juntos un lenguado relleno de bechamel y cubierto por la misma salsa. Disfrutamos del entrante y soy la primera en hablar:

-¿Sabes que las ostras son afrodisíacas?- Cojo otra ostra y me la como, pero me relamo los labios y me los muerdo mientras lo miro, veo desde aquí el duro tragar que hace.

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora