Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 70

Entramos en el recibidor del gran edificio y una mujer pregunta por mí nombre.

-Buenas noches, soy la psicóloga ___________. Y este es mi acompañante.

-Buenas noches.-Dice sonriendo.

Nos entrega una pegatina, pero la cara de Rubén es confuso al ver en letras mayúsculas "acompañante", seguimos para adelante y no puedo aguantar más la risa.

-No tiene gracia, podía haberme preguntado por mi nombre. 

-Lo siento mucho, Acompañante.- Vuelvo a reírme ganándome un azote.-¡Rubén!

-¿Quién es Rubén? Yo soy Acompañante, mira lo pone aquí en el papel.

Señala la pegatina y estallamos en risas provocando que nos miren algunos de una manera rara, pero nos da igual y nos adentramos para sentarnos en las butacas. 

Después de dos horas hablando sobre la psicología y los nuevos cambios que vendrán en nuestro oficio observo que Rubén se esta durmiendo y decido que siga así, ya lo despertaré cuando termine esto. Miro alrededor para ver el rostro de los demás y de repente me encuentro con unos ojos azules mirándome fijamente, y en ningún momento aparta la mirada y eso que le estoy mirando. Por lo que me giro y me concentro en la charla. 

-Bueno, señores y señoras gracias por venir a mi conferencia y soportar mi discurso.- Por lo menos sabe que ha sido un poco pesado.- Ahora doy paso al banquete y espero que todos saquéis provecho de la noche que nos queda.

Se va y me giro para despertar a Rubén:

-Rubén despierta.-Lo muevo y no reacciona. Me acerco a su oído y le susurro.- Cariño, tengo ganas de hacerlo.

Rápidamente se despierta y dice:

-Venga, me han dicho que en el servicio da mucho morbo.-Dice entusiasmado.

-No vamos hacer nada era para que te despertarás. No te culpo sé que esto es un poco pesado.

-Eres una mentirosa sabes que esto luego tendrá su castigo, ¿no?

-Uno que esperaré encantada, ¿vamos a comer?

-Esa idea me parece perfecta, podemos coger comida y llevárnosla. 

-No seas rata.- Le doy un coscorrón y sonríe.

Nos levantamos y disfrutamos de la comida que nos ha ofrecido el señor Michael, el resto de la noche me la paso comiendo y hablando con distintos socios, y para mi sorpresa muchos de ellos son fans de Rubén cosa que me asombra, pero a la vez no. Mientras ellos hablan animadamente con Rubén me doy cuenta de que el muchacho de ojos azules que me miraba intensamente esta dialogando tranquilamente, pero en una de esas gira su rostro y clava su impresionante mirada en mí regalándome una sonrisa. Se me hace un poco familiar, pero me giro y sigo a lo mío.

Sobre las dos la mañana nos vamos de la conferencia y siendo sincera me alegro porque me sentía incómoda con el muchacho de ojos azules, ¿quién será? Rubén esta contento y me refiero a que ha bebido un poco, así que hoy me toca cuidarlo yo. Subimos al hotel y nada más al entrar en la habitación le acerco un vaso de agua. Bebe de él y yo voy al cuarto para quitarme el vestido, pero el problema es que me cuesta un poco quitármelo por el cansancio y siento como unas manos quitan las mías. Sus dedos apartan mi cabello y noto como sus labios fríos besan mi piel caliente, me desabrocha el vestido y lo baja lentamente sintiendo en cada momento su respiración chocando con mi cuerpo. 

-No sabía que llevabas esto puesto, cielo.

Acaricia mis medias, subiendo por mis ligas y terminando en el punto necesitado al que acaricia por encima de las bragas provocando por inercia que cierre las piernas, apoyo mis manos en el colchón y suspiro. Me pone recta y me gira para poder mirarme, me baja las tiras del sujetador para quitármela mientras me besa cada hombro hasta llegar a mis senos con lo que comienza a jugar y por obligación tengo que sentarme en el colchón porque sino me caigo. Sus dedos se deslizan hasta mi parte íntima y se introducen por dentro, pero antes de tocar mi adolorido y necesitado clítoris me susurra al oído:

-¿De quién eres, cariño?-Su voz hace que cierre de nuevo las piernas, pero me lo impide.-Venga, respondeme. 

-T-tuya.- Digo como puedo 

-Así me gusta, y ahora quiero que esta noche gimas mi nombre. 

Los introduce en mí y los mueve lentamente, mientras que su pulgar se encarga de dar placer a mi clítoris y siento que voy a explotar. Al segundo llego al clímax y mi respiración irregular es lo único que se escucha en la habitación.

-¿Y eso a qué ha venido?

Veo como se deshace de su traje y se pone en la cama para acto seguido girarme y ponerme a cuatro, y sin previo aviso se introduce en mí.

-R-Rubén...- Jadeo.

Y sus caderas comienzan a moverse rápidamente sin ningún tipo de pudor, su mano se dirige a mi cabello enredándolo y echándome la cabeza hacia atrás, los jadeos y el choque de nuestros cuerpos inundan el cuarto y puedo jurar por lo que más quiero que esto es demasiado excitante porque nunca había visto de esta manera Rubén. Noto como su dedo para en mi clítoris húmedo  y lo acaricia varias veces, no puedo aguantar más.

-R-Rubén...

-Tranquila, te doy permiso para que te corras.

Y dando tres estocadas certeras y mortales terminamos llegando al clímax, nos tapamos e intento recuperar la respiración debido a que nunca había vivido esta situación y debo de parecer un pez que se encuentra en el exterior. Me giro y siento como el brazo de Rubén me rodea, me acaricia y me quedo dormida al instante. Soñando con esa mirada de ojos azules que me persiguen allá donde voy.