Capítulo 77

494 25 3
                                    

Me despierto al oler el aroma de café, me levanto y me dirijo a la cocina donde diviso a un Rubén muy concentrado mirando el teléfono con lo que aprovecho para acercarme y rodearle con mis brazos.

-Buenos días, enana.- Apaga el móvil enseguida.

-Buenos días, grandullón. ¿Cosas del trabajo?.- Pregunto señalando su teléfono.

-¿Eh? Ah, sí. Cosas de mis próximos festivales, ya sabes, viajar a Latinoamérica y EE.UU. Queremos montarlo a lo grande.

-Me lo imagino.- Digo sonriéndole.- ¿Y cuándo te vas?

-Pues seguro que, dentro de dos semanas, hay una compañía en California que le gustaría conversar conmigo para un anuncio de no sé qué. Pero eso es más adelante.

-¿Un anuncio? Eso está muy bien, me alegro mucho por ti, cielo.- Le doy un beso.

-Oye, ¿te acuerdas algo de ayer?- Dice curioso.

-Pues que salí con Samael y Raúl, que tuve una pelea con tres muchachos...

-Espera, ¿qué?- Dice confuso.

-Sí, verás. Puede que dañará el ego de un hombre y luego intentará hacerme daño junto con dos amigos suyos, pero le di una paliza. Y me vio Raúl y estaba flipándolo mucho.

-¿Sabes su nombre? ¿Dónde trabaja? Pienso tener unas palabras con ese desgraciado.

-No, Rubén. Creo que ya le dejé claro que no debería de meterse.

-¿Segura?

-Sí, le amenace con cortarle la lengua.

-¡____________!- Dice sorprendido.

-¿Qué? Sí es verdad, que intente tocarme de nuevo que le corto la lengua, y no es la primera vez que lo hago.-Digo encogiéndome de hombros.

-Vale... Das miedo, cielo. ¿Cómo pudieron enseñarte eso?- Dice acariciando mi rostro.

-Porque tenía que sobrevivir de la gente que me quería destruir.

-Y dime, ¿recuerdas algo más? ¿Alguna locura que dijeras ayer?

Hago esfuerzo mental, pero no recuerdo nada.

-No.- Digo sinceramente y puedo ver la desilusión en los ojos de él.- Lo siento, cariño, pero no recuerdo nada. Sí me llega algo te lo digo.

-No pasa nada, además sabía que era una tontería.- Dice suspirando.- Pero en un momento me hizo ilusión. Te he preparado un zumo de naranja y te he dejado un ibuprofeno en la mesa, me lo dijo ayer Samael.

-Gracias, cariño.- Me dirijo al salón a por ese zumo y me lo tomo todo mientras le doy las gracias a Samael. Entra y me deja el desayuno que por cierto tiene muy buena pinta, me mira y antes de irse me dice:

-Voy a terminar una cosa de trabajo y voy a la ducha, ¿nos duchamos juntos?

-Eso tenlo por seguro, cariño.- Le doy un beso y comienzo a atracar la comida con ansías. Miro mi móvil con detenimiento y decido llamar a Tom, pero no lo coge y aunque lo llamo dos veces este no responde. Estará ocupado tal vez, esta tarde le llamaré.

El móvil de Rubén se ilumina y veo que el número no está agregado, y se me hace familiar.

(+1) 742015639:

Protege a C. Luego te llamaré para informarte.

Miro confusa el móvil, ¿quién es C? ¿Y por qué tiene que protegerla o protegerlo? Rubén no sabe defender a una persona a nivel Tom, ¿quién será ese número? Por eso estaba nervioso cuando he llegado a la cocina, termino de desayunar y me dirijo a la ducha, abro la llave y poco a poco cae el agua. Tocan la puerta antes de que pueda desvestirme.

-No me has avisado.- Miro a Rubén entre preocupada y enfadada, pero la verdad es que no quiero parecer una loca obsesiva como su ex. Por lo que sonrío.

-Lo siento, se me ha olvidado con las prisas. Judith me ha llamado para que vaya a casa.- Le miento.

-De acuerdo, esta tarde podemos quedar y pasar el rato juntos.

-¿Y eso?

-Te echo de menos.- Se acerca y deposita un beso corto en mis labios. Se gira y cierra la puerta, lo miro y me pregunto, ¿le digo algo al respecto ya o dejo hasta dónde puede ir con sus secretos? Opto por la segunda y comienzo a quitarme una prenda por otra, mientras que Rubén hace lo mismo. Veo como mueve su pelo al lado quedándole de una manera muy sexy, siento como el calor aumenta entre estas cuatro paredes y su pecho sube y baja sin cesar. Se acerca y nuestros labios se funden en un beso que luego continua con una batalla de lenguas, abre la mampara y me coge en volandas para meternos adentro. Sus manos recorren cada parte de mi cuerpo con ansías y yo solo puedo echar la cabeza hacia atrás para deleitarme con cada caricia de sus dedos en mi piel, al poner mi mirada en él veo una imagen que la destaco como favorita y es que Rubén mojado es algo que excita mucho. Toco su pecho y vuelvo a juntar nuestros labios, me coge y me empotra con la pared para acto seguido introducirse en mí con lo que los dos soltamos un jadeo de satisfacción, comienza a mover su pelvis dando fuertes estocadas y yo hago el choque el final causando que quiera más. Seguimos sin parar, veo como su mano baja y siento como sus dedos acarician mi clítoris provocando que  eche la cabeza hacia atrás al sentir tan placer y que esté más cerca de tocar el cielo.

-Sig-sigue...-Le susurro.

-No lo dudes.- Dice dándome otra estocada certera.

Siento como el fuego crece en mi interior y como mis piernas tiemblan, Rubén acelera y después de dos estocadas llegamos al clímax. Al hacer contacto con el suelo tiemblan con lo que tengo que apoyarme por un momento en él. Oigo una risilla por lo bajo.

-No hace gracia, un día de estos tendré que ir en silla de ruedas por tu culpa.

-Yo te cuidaré, tranquila.- Dice acariciando mi cabello.

Me giro para quedarme enfrente de su pecho y comienzo a dejar pequeños besos por él, mientras que mis manos acarician su parte baja de abdomen , luego dirijo mi mano hacia su cabeza y lo agacho un poco para ponerlo a mi altura. Dejo unos cuantos besos en su pecho y con mi lengua serpenteo hasta su cuello para dirigirme luego a su boca.

-Quédate conmigo todo el día, ____________.

-¿Por qué?- Digo curiosa.- Tengo que ir con Judith.

-Invéntate alguna excusa, sé mía hoy.

Voy a contestar, pero sin previo aviso vuelve a hundirse en mí.

-D-De acuerdo.- Le suelto.

-Así me gusta.

Después de esa ronda y otras dos, me encuentro en el sofá abierta de piernas e intentando no moverme mucho. De verdad que este hombre me va a matar algún día. Su móvil comienza a sonar y veo de nuevo ese número, Rubén viene corriendo y lo coge para luego irse corriendo de nuevo a la habitación donde graba. ¿Por qué no habla aquí? Nunca ha hecho eso conmigo. Mi curiosidad quiere ir a escuchar la conversación, pero una parte de mí me dice que confíe en él con lo que dejo de lado ese pensamiento y me concentro en que puedo hacer de comer, ya que me ha hecho el desayuno con todo su amor yo le haré la comida. Sobre todo, lo hago para no ir y escuchar la conversación. ¿En qué se estará metiendo este hombre?  

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora