Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 40

El sonido horrible de la alarma me anuncia que ya tengo que salir de mi querida cama. Miro el móvil y  tengo cinco mensajes de Rubén y uno de Mangel. Abro el chat de Mangel:

Mangelito ^^: Te tengo que contar una cosa, nadie lo sabe.

Además eres la más indicada para solucionar esto, porque estas adentro.

Frunzo el ceño al leer eso, ¿cómo que estoy dentro de ese tema? ¿Será algo de Rubén? ¿Es algo sobre esa chica del Mexicano? Le contesto: 

________ ^^: Claro, dime hora y lugar. Allí estaré.

 Mangelito ^^: A las diez en la cafetería de enfrente de tu casa.

Le contesto un "okey" y hago mi rutina corriendo, miro el reloj y aun queda como unos veinticinco. Unos veinticinco minutos que me como la cabeza yo solita para saber que es lo que quiere decirme Mangel. ¿Habrá encontrado información de mí y le ha mandado Rubén para decirme que ya no desea tener nada? ¿Será eso? 

Mi móvil comienza a vibrar y es un mensaje de Mangel diciendo que salga a la cafetería. Cojo mi bolso, las llaves y el móvil. Me dirijo con prisa y con miedo hacia mi destino, Mangel está muy despeinado y con unas ojeras impresionantes. Lo primero que hace es abrazarme y yo le correspondo el abrazo, nos adentramos en la cafetería y nos pedimos un desayuno. Se me queda mirando como si en su cabeza estuviera analizando toda la información antes de soltarla. 

-Ha pasado una cosa que te puede afectar a ti como a Rubén. Obviamente, él no sabe nada porque no sé como reaccionaría y algo me dice que en esto tú me vas ayudar mejor que Rubén. 

-¿Qué ha pasado?- Pregunto nerviosa.

-Ayer, quedé con una de las mejores amigas de Gisela. La ex de Rubén. Por lo que se ve ella y Gisela intentan destruir a Rubén, ¿y qué es lo más probable que pueda destruirlo ahora mismo? Tú, creen que haciéndote daño lo destruirán a él. Su mejor amiga me dijo que les ayudara a que él y Gisela se volvieran a unir, pero no puedo hacer eso. Sé de sobra que Gisela no es la indicada. Ella me dijo que tenía cierta información de ti.

Ahora todo en mi cabeza cuadra, por eso Gisela me dijo que buscaría información sobre mí para destruirme, sabiendo que ya la tenía. Esto no puede ser.

-Te vi ayer, Mangel. No quería meterme en medio de esa pequeña discusión, pero Gisela después entró con un grupo de chicas y me dijo que buscaría información sobre mí para destruirme. Pero, con lo que me has dicho es que ya tiene información y ha sido revelada a esa víbora. 

-No sé que hacer, _______.

-Escúchame, ¿tienes cierto poder sobre su mejor amiga?

-¿Cómo que poder?

-Si le gustas mucho a esa chica. Podrías quedar con ella y coquetearle. 

-No puedo hacer eso. ¿Qué pasa con Judith?

-Mangel, esa mujer tiene información de una gran parte de mi vida que quiero olvidar y no quiero que sea entregada a cualquier revista o canal de televisión para que me exponga al público. Si lo hace si que me va destruir. 

En sus ojos veo su duda, pero Mangel es demasiado bueno y un buen amigo con lo que comienza asentir para ayudarme.

-Vale, puedes decirle de quedar este viernes y que puedes ayudarle con todo. Que no haga nada con los archivos porque tienes más información que entregarle y este complete su archivo. Son dos víboras que tendrán la avaricia de querer más. De Gisela no te preocupes la tendré bajo control para que no sé de cuenta de esto, buscaré información sobre ellas dos y sus actuales direcciones para ver si hay algunas cámaras. Tenemos que borrar pruebas.

-¿Qué coño piensa hacer, _______? ¿Piensas asesinarlas? 

-No, no haré nada de eso. No doy golpes tan bajos. Conozco a alguien que nos podría dar burundanga, ya sabes ese tipo de drogas que hace que digas la verdad. Se lo echaras en su vaso mientras cenáis. Te ayudaré desde afuera. 

-¿Cómo sabes de eso? ¿Cómo sabes que saldrá como tú dices? Solo eres una psicóloga. A lo mejor nos estamos precipitando.

-Algún día, te contaré la verdad. Sé de lo que hablo, sé como lo puedo hacer. Solo hazme caso. 

Me tengo que ir, ya quedaremos. Tengo que irme a trabajar. 

-Das miedo, _______.

-No deberías tenerlo. Puede que suene como una loca, pero sé de estos más que nadie y por desgracia. No solo soy una simple psicóloga. 

Me voy corriendo de la cafetería y me dirijo a mi trabajo sumiéndome en mi mente sabiendo que por culpa de dos tontas podría relevarse mi oscuro pasado. Desbloqueo el teléfono:

-Tom, te necesito. ¿Podrías venir a verme esta tarde?