Capítulo 67

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Siento como una brisa fresca recorre mi espalda y tiro de la sábana para taparme, me giro para abrazar a Rubén, pero no lo siento abro los ojos y me levanto con el objetivo de buscarlo por la ducha, pero no hay ni un rastro suyo. En la mesa observo una nota que esta escrita con una caligrafía bonita:

 "He tenido que irme de tu habitación para ir a por ropa, no te pongas nerviosa. Por cierto, cuando vuelva tienes que estar vestida porque quiero ir contigo a desayunar y de hablar de lo de ayer." 

Besos. Rubén.

Dejo la nota corriendo y me doy una ducha rápida, me pongo el primer vestido que cojo del armario y espero sentada e impaciente por la llegada de Rubén. Oigo el suave golpe de nudillos contra la puerta,  me acerco y al abrir me encuentro con esos preciosos ojos verdes acompañados de una adorable sonrisa, me lanzo a sus labios porque no aguanto a estar alejados de ellos. Me separo poco a poco:

-¿Y ese recibimiento?- Me dice contento, pero a la vez confundido.

-Es que te echaba de menos. Deja la maleta ahí y vayamos a desayunar.

-Perfecto.

Deja el equipaje y emprendemos un pequeño recorrido hasta un bar que su decoración es de los ochenta y eso da un look muy cool, nos sentamos y pedimos unas tortitas con unos batidos helados de sabor a fresa y chocolate. Nos miramos y sonreímos:

-Bueno, quería hablar contigo sobre lo de ayer.-Dice serio y con eso me espero lo peor.- No me gustó para nada la actitud que tenía ese hombre contigo y sí, agradezco que te trajese y te acompañará a la puerta, pero eso no quita el hecho de que hay algo en él que no me mola ni un pelo. Segundo, no me gustó que lo pusieras como novio y sé perfectamente que pudiste haber dicho que tenías uno. Y tercero, no me gustó para nada que bebieras ayer, si quiere ser tu futuro jefe debería controlar a su empleada en una cena importante y la verdad es que espero que te lo pienses mucho sobre ese puesto que te ofrece. También, quiero decirte que después de hacerlo salvajemente y te quedases dormida pensé mucho en acerca de lo que te dije de mi trabajo.

-Rubén...- Digo con esperanza para que me deje hablar, pero su mano alzada en señal de stop detiene mi habla.

-No, sé que a lo que me dedico es el mundo de Youtube y me gusta, ____________. Amo a esas personas que me han ayudado en todo y me han hecho ser la persona que soy hoy en día, amo a mis fans como amo a mi trabajo igual que te amo a ti más. Pero sé que es algo que no es entendido por los demás, pero debo decirte que no me importa porque es algo que debe de gustarme a mí. Sé que no te avergüenzas de mí, pero puede ser que a la hora de que me pregunten en que trabajo puede que te asuste un poco. Y lo entiendo, pero yo he estudiado y tengo mis títulos en lo que se refiere a la animación y eso. Pero acabé en Internet y no me arrepiento. Y quiero que me aceptes así porque yo no me avergüenzo de nada.- Suelta un suspiro al final y es que ha tenido la razón en todo y no se lo puedo negar, pero en ningún momento me he sentido mal porque él sea youtuber. 

-Rubén, tienes razón en todo y no puedo quitarte la razón en ningún momento, pero si debo de decirte que te has equivocado en algo y es que no me da cosa de decirle a las personas a lo que se dedica mi novio, ¿sabes por qué? Porque amo a todo tu ser y me gusta todo de ti, por lo que amo cada cosa que haces y a la que te dedicas. Yo te conocí así y quiero que sigas siendo tú porque en ningún momento te pediré que seas otra persona, sino que seas Rubén Doblas Gundersen que sigas siendo aquel chico del que me enamoré. Te pido perdón por mi comportamiento de ayer y de todos los errores de ayer, obviamente me pensaré en serio sobre ese puesto de trabajo, pero primero quiero estar en paz con mi novio. 

Me levanto del asiento para sentarme encima de las piernas de Rubén, me acerco a su rostro y le susurro:

-¿Perdonas a esta loca?- Una sonrisa adorna su cara y acto seguido me besa, pero este beso no dura mucho ya que oímos a alguien carraspear y me separo rápidamente para irme a mi sitio, siento las mejillas rojas y me cubro con mis manos la cara. Oigo la suave risa de Rubén.

-No hace gracia, Rubén.

-Pues a ese hombre sí. Tranquila que se ha ido ya y está en lo suyo. 

Aparto mi mano y lo miro mientras siento mis mejillas arder, acerca su mano a la mía y las entrelaza con lo que siento una calidez que hace sentirme cómoda.

-Por supuesto que te perdono, cielo.-Lo miro y sonrío aliviada.

-Luego en el hotel te como a besos porque como nos pillen otra vez me salgo del local directamente.

Nos reímos provocando que se giren todos, pero a nosotros nos da igual y seguimos a lo nuestro pasando una dulce mañana en la playa y en el hotel dándonos una buena reconciliación porque en la noche tengo que ir a una conferencia y no sé si puedo llevar a alguien así que luego le preguntaré a mi jefe, pero antes disfrutaré de Rubén. 

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora