Capítulo 60

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Durante estos dos días he estado recibiendo muchos ramos de rosas, mensajes y llamadas perdidas de Rubén, pero he evitado todo e incluso los ramos se lo he ido regalando a cada paciente. La verdad es que esto le sirve de escarmiento por confiar en una chica que miente cada vez que abre ese pico de oro. Pero ahora mismo eso me da igual porque nada se compara con los nervios que tengo en este instante, quedan dos horas para marcharme a Miami y he revisado la maleta como doscientas veces. Tengo que estar allí mañana mismo porque mi tercer día consistirá de descanso y al día siguiente es trabajo, trabajo y trabajo. Mi jefe me dictó todo sobre las personas que asistirían a la reunión y con quiénes debería de hablar para ganar clientela y juntar empresas. Me miro por última vez en el espejo y creo que nunca me había visto tan bien, me he puesto un vestido blanco veraniego con unos tacones blancos a juego, el pelo suelto y maquillaje natural. La verdad es que los encargados del hotel me han informado que allí a pesar de acercarse Navidad hace unas temperaturas perfectas como si estuviéramos en verano por lo que he cogido ropa de verano, bikinis (aunque pise poco la playa) y un poco de ropa de otoño. Mi alarma suena y eso significa que es hora de moverse para el aeropuerto, Miami dame nuevas sensaciones y buenos recuerdos, por favor. 

El viaje a Miami ha sido un poco intenso porque soy de ese tipo de personas que se ponen nerviosas por cualquier movimiento o sonido, pero por lo demás he sido tratada muy bien e incluso me he puesto a jugar con Leonardo, un niño de cinco años muy adorable. Llego a Eb Hotel Miami es un hostal de cuatro estrellas, un sitio lujoso y precioso que da unas maravillosas vistas a la playa. El paisaje de aquí es precioso, el atardecer y el olor del mar es algo que echaba de menos, presiento que me estoy enamorando de la ciudad y ni siquiera la he visitado en su totalidad. Me meto en la habitación y mi boca se abre de par en par, esto no es una habitación, es un pequeño piso dentro de un gran hotel. Su cocina americana, su sala de estar que juega con el contraste negro y blanco roto, una habitación gigante que incluye una cama king, la cual tiene un juego de  sábanas de seda color rojo que es lo único que destaca entre los colores que ya he nombrado, paso a ver el cuarto de baño y me asombro más al ver una ducha con una magnífica mampara y al lado un jacuzzi. Esto es la leche, yo con estas cosas viajaría diariamente. Mi jefe se ha comportado y lo último que pienso hacer es decepcionarlo en este viaje, se lo debo en verdad. Me instalo rápido, meto la ropa adecuadamente en el armario y me dispongo a ponerme un bikini para dirigirme a la playa y disfrutar de lo que queda de tarde. 

Cojo un taxi y le digo que me lleve a la playa. Escojo el sitio perfecto y disfruto de lo que queda de sol, pero al rato tengo la necesidad de meterme en el agua porque el calor me esta quemando. Antes de meterme veo un mensaje de Rubén. 

Rubén:

La verdad es que te ves muy preciosa con ese bikini negro.

                                                                                                                                                           ___________ ^^:

                                                                                                                                                           ¿Qué?


Miro a mi alrededor y no encuentro a nadie que tenga la apariencia física de Rubén, así que lo tomo como un troleo y me responde:

Rubén:

Tu cara confusa me encanta. 

Miro de nuevo por la playa, pero no encuentro a nadie así que le dejo en visto y guardo el móvil para segundos después sumergirme en el mar. Esto es una maravilla del mismísimo cielo. Sigo nadando hasta que siento como me tapan los ojos e instintivamente intento golpear la parte baja, pero su mano grande me detiene y el tacto de su piel con la mía me hace sentir tranquila.

-Bueno, te has relajado y eso esta bien. Lo que significa que tu cuerpo está tan adaptado al mío que solo al sentir el tacto de mi piel sabe quién soy al instante.- La voz ronca de Rubén hace que por instinto mi cuerpo tiemble ante él.- Y creo que tu cuerpo como tu alma me echan de menos. 

Lamo mis labios y me giro para mirarlo cara a cara.

-Muy bien, pero mi cerebro recuerda y la verdad es que no quiero verte y me da igual lo que quiera mi cuerpo. 

Me mira con la ceja alzada y por un minuto mi vista lo mira de arriba abajo con lo que ese es el primer error que cometo. Su torso al desnudo con ese bañador que se ajusta a su cintura, su piel mojada y su pelo ahora oscuro y echado hacia atrás es una imagen muy tentadora para mi parecer. Se acerca a mí y se agacha para estar a mi altura, mientras que sus brazos se enganchan en mi cintura y me atrae tan rápido hacia su cuerpo que un gemido se escapa entre mis labios provocando que sonría de lado, cosa que hace que me derrita.

-_____________, te pido perdón por ser un auténtico gilipollas. No hace falta que me perdones ahora, solo quiero que me dejes que te bese y pueda probar esos puñeteros labios tan tentadores. Solo quiero decir que he sido un tonto por creer en una chica mentirosa y no hacer caso a la chica que amo, quiero que sepas que con ella no tengo ningún tipo de relación y que tengo por seguro pasar el resto de mi vida contigo y ser tuyo al cien por cien. Te amo, ____________  y eso es algo que no puedo evitar. 

Esas palabras tocan mi corazón y mi vista comienza a nublarse por lo que entiendo que estoy llorando, la mano de Rubén limpia cada lágrima que sale de mis ojos y me susurra:

-Sé que no soy perfecto, que nuestra relación no va a ser perfecta porque la perfección es aburrida y me encanta lo que tenemos, ___________. Así que nunca cambies, por favor, porque tú me pareces perfecta ante mis ojos y no hay nadie que te iguale.

Y sin pensármelo dos veces me lanzo contra sus labios, mientras entierro mis manos en su sedoso cabello y lo acaricio poco a poco, sintiéndome de nuevo en casa y eso me tranquiliza. Rubén contigo siento que estoy a salvo de todo, eres la persona que me hace sentir especial en este mundo nefasto y eso es algo que me gusta y pienso hacer que te sientas igual que yo. Yo te amo más y algún día te expresaré el amor que siento por ti y que puede que sea eterno. 

Mis pensamiento se ven interrumpidos al sentir la boca de Rubén en mi oído y acto seguido me dice:

-¿Qué tal si te llevo a tu habitación y te muestro algunas cosas?-Comienza a repartir besos húmedos por mi cuello y lo cojo de la mano para empezar algo que puede que mañana me deje sin andar. 

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora