Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 39

Voy a mi cuarto para quitarme la ropa y ponerme mi pijama que suele constar de: camisa blanca larga y mis pantis con unos calcetines de ositos. Sí, soy un poco infantil en la hora de la muda interior tengo hasta bragas de unicornios. Me recojo el pelo en un moño y voy a la cocina para ver que me puedo hacer de cenar, tengo que cenar rápido porque necesito dormir estoy muy cansada.

Abro el frigorífico y mis ojos se van directo a lo más simple y sencillo que puede hacer una persona vaga como yo. Los fideos instantáneos me están llamando por lo que los cojo y comienzo hacer mi cena, mientras el agua se calienta cojo el móvil y lo único que me sale de notificación es de que tengo una solicitud de seguimiento en Instagram. Abro Skype y le doy al usuario de Judith, veo que esta conectada y le doy al botón de videollamada. Y en un minuto su cara ocupa mi teléfono y mi corazón salta de felicidad, mientras que en mi rostro se dibuja una estúpida sonrisa.

-Hola, pequeña.

-Hola, _________.- Su cara medio dormida me dice que estaba en el trance de quedarse dormida.

-¿Te he despertado o te ibas a dormir?

-No, tranquila. Llevo un rato despierta porque me iba a la ducha a espabilarme.

-¿Cómo te ha ido tu primer día?

-Agotador, solo he descansado unas horas porque teníamos que irnos a la primera conferencia para ver los nuevos libros y autores. Eran impresionantes igual que los libros. Y ya mismo cenaremos con algunos de ellos y mañana seguramente iremos a un evento. Ha sido un día genial, pero encantador.

-Me alegro de que te lo estés pasando bien, por aquí no ha pasado nada nuevo. Aunque nuestra amiga Jazmín ha ligado con Alexby, ahora mismo estarán cenando juntos. Dijo que tenía hoy una cita.

-¿Qué sí? Pues hacen una preciosa pareja espero que hoy se den un beso. Ay, señor nuestra niña crece, ________.

-Eres una dramática, pero te echaba de menos, pequeña.

-Yo sí que te echo de menos.- Pone su manita en la pantalla y yo hago el mismo acto, el amor de amistad y de hermanas que tengo con Judith es increíble. Ella es mi persona especial.

-Bueno, mientras tú cenes algo de alta clase yo cenaré unos fideos instantáneos.

Comienza a reírse y me contagia.

-Comeré poco en la cena y luego me escaparé a un McDonald para comerme una grande y deliciosa hamburguesa con sus patatas y sus nugetts.  Mmmm.... Que buenos están se me hace la boca agua.

-A mí también, jodía.

-Tengo que dejarte voy a ducharme para mi increíble cena VIP en el McDonald.

-De acuerdo, no te pases mucho que luego te duele la barriga. 

-Vale, adiós, cariño.

-Adiós, cielo. Cuídate.

-Siii.

Cuelga y suspiro un poco, por favor que no le pase nada a ella. Ceno mis riquísimos fideos y me meto en mi cama rápidamente. Y me duermo en un abrir y cerrar de ojos:

-¿Por qué me haces esto a mí?- Le pregunto entre sollozos.

-Porque te lo mereces, ¿de verdad pensabas que te ibas a librar? Eres una chica estúpida.- Me coge las manos para apretarlas y comienza acariciarme por todo el cuerpo y sé que no va acabar bien, que esto me dejará huella. Me retuerzo para que no pueda tocarme, pero paro cuando siento que me ha abofeteado. - Estate quieta, pequeña zorra. - Y dos golpes más llegan a mi cara, no puedo respirar siento el sabor de la sangre en los labios. No puedo porque estoy en shook y noto como  sus manos entran por mis pantalones y tocan mi parte íntima. Las lágrimas no tardan en salir y mi cerebro hace conexión con mi boca.

-Por favor, déjame. Haré trabajos sucios si quieres, pero no me toques. Po-oor favor. 

Y un cuarto golpe llega a mi cara.

-¡Qué te calles, puta zorra!

Me baja los pantalones con las bragas, se baja sus pantalones y se introduce en mí. Las embestidas son demasiado fuertes y  siento un líquido por mis piernas, sé que no es semen sino sangre. Pido con todas mis fuerzas que esto termine ya, porque no quiero sentir más sus manos tocando mi cuerpo, sus labios besando mi cuello y quiero que su miembro salga de mí. Porque es putamente asqueroso, cada cosa que hace me da asco. Pero antes de terminar siento como lo apartan de mí y oigo como lo golpean repetidamente. 

-¿Sabes qué? Te iba a dejar vivir, pero creo que mejor acabo con la manzana podrida. 

Oigo las súplicas de ese desgraciado, pero estas dejan de oírse. Giro mi cabeza como puedo y veo como Tom mira el cuerpo ahora sin vida de ese hombre, llama por teléfono y se gira para mirarme. Me coge y yo me aferro a su camisa, y las lágrimas no tardan en salir de nuevo.

Nada más llegar a nuestro hogar me voy directa a la ducha para olvidar todo esto, pero sé que no seré capaz de borrar tal cosa. Salgo y me pongo el pijama, veo como Tom mira serio por la ventana y al rato se gira para acercarse y curarme cada herida. 

Me levanto de golpe de mi sueño y me limpio las lágrimas, él esta muerto porque lo mató Tom y no volverá hacerte daño, es imposible que los muertos revivan. Me encojo en mi cama y lloro como lo hice ese día. Y poco a poco, paro de llorar y los brazos de Morfeo no tardan en abrazarme para que pueda dormir un poco.