He estado hablando con mi jefe sobre lo que ha ido pasando aquí en Miami y sobre si en la conferencia se podía llevar algún invitado. Ha aceptado alegremente que me lleve un acompañante, puesto que según él me lo he ganado por todos los avances que estoy consiguiendo aquí en la ciudad. Cuelgo el teléfono y tengo la mirada impaciente de Rubén en mi nuca.
-¿Qué te ha dicho?-Pregunta ansioso por saber la respuesta, así que aprovecho la ocasión para gastarle una pequeña broma.
-Pues...-Digo con voz apenada acompañada con un leve suspiro, me giro con los ojos llorosos.-Le he contado como he progresado aquí y no me deja que venga nadie conmigo porque no quiere que me distraiga que ya he tenido bastantes errores en la clínica y esas cosas.
-¿Enserio?-Dice confuso creo que se lo está creyendo-Pero, ¿qué dice ese condenado? Si tú trabajas cien mil veces más que él.
-Lo sé...Pero quiere que no me distraiga, aunque me ha dicho algo que me ha dejado patidifusa.-Digo de manera pensativa.
-¿El qué?
-Que...-Muevo un poco las piernas para correr cuando vea que es una broma- Me ha dicho que todo esto era una broma y que te lo has creído Rubén Doblas.
-Pero serás...
Y comienzo a correr por toda la habitación, pero ahí esta él que corre mucho más que yo gracias a sus largas piernas e intento correr más, pero unos brazos me cogen de golpe y me tira encima de la cama dónde comienza hacerme cosquillas. Me retuerzo de la risa que es acompañada por la de Rubén y la verdad es que es uno de los momentos que me gustaría parar ahora mismo el tiempo. Levanto mi mano y acaricio el rostro de Rubén que por cierto se ha dejado un poco la barba, sus ojos me miran detenidamente y yo sonrío. Me elevo un poco de la cama y junto nuestros labios, al rato nos separamos y noto como sus mejillas están un poco rojizas.
-¿Y e-eso?-Dice tímidamente, arqueo mi ceja al ver un nuevo Rubén.
-¿Y este nuevo Rubén? No sabía que podías ser tímido.
-N-no lo soy, solo que me has pillado desprevenido.- Dice mientras aparta la mirada.
-Sí, ya. Eres muy mono, pero...
-Sé que te gusta el otro Rubén, ya sabes- se acerca poco a poco a mi oído en el cual susurra.- El que te empotra, el que te da órdenes.
Sus dientes atrapan mi lóbulo y lo libera lentamente para atacar mi cuello con sutileza.
-R-Rubén...-Digo mordiéndome el labio, por dios, este hombre ¿desde cuándo tiene personalidad 4D?
-¿Sí?-Su voz se ha vuelto ronca y tengo que cerrar brevemente las piernas para no mojarme.
-Tenemos que ducharnos y arreglarnos rápido para irnos a la conferencia.
-Vale...-Dice con un puchero.- ¿Y qué me pongo? Solo he traído vaqueros y eso.
-Bueno siempre hay un plan B.- Cojo el teléfono y encargo un traje con urgencia, al cabo de veinte minutos llega y mando a Rubén ducharse primero porque sé que si nos metemos juntos no acabaremos nunca. Ya que Rubén tiene una buena labia para enredarme, y aunque al principio rechista acaba metiéndose al cuarto de baño al ver mi cara de poco amigos.
El teléfono de Rubén suena y voy a cogerlo para llevárselo, pero me detengo al ver el nombre de Judith en la pantalla. Lo cojo y oigo:
-¡Rubén! ¿Se lo has dicho ya?- Dice feliz.
-¿Decirme el qué?- Digo confusa, por lo que la otra línea se mantiene silenciosa.-¿Judith?
-Oh, hola ____________.
-Hola, Judith. ¿Qué tenía que decirme Rubén?
-Mmm...Nada. ¿Cómo vais?
-Sabes que no me gusta que me cambien de tema.
-Y sabes que yo nunca cuento los secretos.
-Oye, eres mi mejor amiga nos lo contamos todo.
-Este secreto no sé puede contar, lo siento. Además ya mismo te enteraras, no tardará en llegar. Por cierto, no digas nada de esto, sino me matará y supongo que me querrás viva, ¿no?
-Pero...
-______________.
-Vale, vale, vale...No diré nada.-Inflo mis mofletes en señal de desaprobación.- Bueno, ¿cómo va la cosa por París?
-Pues todo es perfecto aquí y Mangel está de una manera que me vuelve loca de amor es más me lo hac...
-No, amiga. No me cuentes tus intimidades que eso es demasiada información y me gustaría mirarle a la cara a Mangel cuando vuelva.
-De acuerdo.- Comienza a reírse y yo sonrío al escuchar a mi amiga feliz.-¿Y vosotros?
-Todo va perfectamente, aunque tengo que contarte unas cosas cuando vuelva.
-Vale, espero que sean buenas noticias.
-Depende como lo veas, jeh. Bueno, te dejo que sigas disfrutando de París y de Mangel porque yo tengo que arreglarme para la conferencia que tengo hoy.
-Vale, pero tened cuidado y no os portéis mal, y que tengas suerte.
-Gracias, y tú hazme el favor de usar protección.
Después de unas cuantas risas, cuelgo y veo como Rubén sale con una toalla envuelta en su cintura y en estos momentos deseo quitársela, pero mi mente me ordena que me meta en la ducha y me arregle para esta larga noche. Al cabo de una hora ya estoy casi arreglada solo me falta los tacones que están afuera, salgo un momento y me quedo con la boca abierta al ver a Rubén vestido ya con ese traje negro que le queda de una manera terriblemente sexy, su pelo se encuentra al natural sin ninguna pizca de gomina, comienzo a pensar que este hombre es obra del mismísimo Lucifer. Su reacción es la misma al verme a mí, puesto que me he puesto un vestido negro que se ciñe a mi figura y lleva la espalda descubierta.Me agacho para recoger los tacones negros y siento sus manos rodeándome.
-Estas guapísima, no sé si deberíamos de ir a la conferencia.
Me pongo los tacones, me giro y le contesto.
-Tú estas terriblemente sexy y también me replanteo de ir a la conferencia, pero mi jefe me lo impide. Así que coge las llaves y el teléfono que nos vamos.
-De acuerdo, te espero abajo que voy a pedir un taxi.
-Vale.
Cojo mi bolso y meto todas mis pertenencias adentro, pero mi móvil vibra y me encuentro con un mensaje de Aleixandre diciendo que no puede asistir hoy porque se ha puesto enfermo, por lo que le contesto con un "méjorate" y guardo el teléfono para ir con Rubén, porque quiero disfrutar con él.
ESTÁS LEYENDO
Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)
FanficEres de ese tipo de persona que suele vivir solo para su trabajo y para los pocos amigos que tiene, pero de alguna manera intentas tapar tu pasado siniestro a través de una máscara. Pero ¿Qué pasaría cuando un chico de ojos verdes y una sonrisa espe...