Capítulo 62

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Me despierto sintiendo algo frío que es depositado en mi pecho siguiendo un recorrido hasta mi estómago. Abro los ojos encontrándome con los ojos de Rubén.

-Buenos días, cariño.- Me sonríe e intento pegarle, pero de nuevo las esposas me detienen y su risa inunda mis oídos provocando que sonría. 

-Me da igual, esta te la devuelvo, cariño.- Le digo de forma tranquila y pestañeando rápido. Miro hacia abajo y encuentro nata en mi cuerpo, ¿pero qué? 

-Quería desayunar un poquito. 

-¿Y yo soy tu comida?

-Es que lo que me apetece ahora mismo eres tú.- Su mirada penetra hasta mi alma y tiemblo al instante, su lengua quita la nata de mis senos y gimo, me quita toda la nata y sus labios se dirigen a mi cuello, y siento como hace un chupetón espero que esta vez no se pase. Me mira y sonríe.

-¿Por qué sonríes tanto hoy?- Pregunto curiosa. 

-_____________, ¿quieres ser mi novia oficialmente?- Esas palabras paralizan mi mente como mi cuerpo y me quedo en blanco durante cinco minutos, esto es lo que he estado esperando que saliera de su boca.- ¿___________? 

Lo miro directamente y contesto: 

-¿Lo dices enserio? ¿Estás preparado para esto?

-Contigo estaré preparado para todo. 

Voy abrir la boca, pero mi teléfono me interrumpe y puedo ver que es un número desconocido. Rubén lo descuelga y me lo pasa.

-Aquí, ___________ , ¿quién es y en qué puedo ayudarle?

-Buenos días, señorita ____________. Le quería comentar que a las dos tiene una comida con el señor Ruiz.

-De acuerdo, ¿me podría decir el sitio?

-Se lo mandaremos por mensaje la ubicación, no llegué tarde eso es una cosa que odia el señor.

-De acuerdo, que tenga usted y su jefe un buen día.

-Igualmente.

Cuelga y veo la cara de disgusto de Rubén.

-¿Qué ocurre?

-¿El señor Ruiz? ¿Desea comer con usted? ¿Cómo sabe tu nombre y esas cosas? 

-Mi nombre figura en el comité que se celebra mañana y puede ser que le haya interesado, recuerda que trabajo en una gran empresa. 

-Lo sé.

-¿Estas celoso?- Digo riéndome.

-¿Yo? No, ¿yo? Tss... Que va.

-Sabes que solo existes tú para mí, por eso yo acepto ser tu novia, Rubén Doblas Gundersen. 

-Eso no quita que es... Espera, ¿qué? ¿De verdad aceptas ser mi novia?- Se me dibuja una sonrisa estúpida en mi rostro al ver como brillan sus ojos y por la alegría que me transmite ahora mismo. 

-Sí, acepto ser tu novia. Y si hace falta lo grito a los cuatro vientos. 

Se abalanza sobre mí y me da un beso tierno al que correspondo encantada. 

-Voy a marcar este día como uno de los mejores de mi vida. 

Me vuelve a besar y os juro que me siento como una nube, me quita las esposas y ahora soy yo quien se abalanza hacia él, y terminamos haciendo el amor. 

Al cabo de un rato veo como se queda dormido y una idea pasa por mi mente, me muevo despacio y cojo las esposas para atarlo en el cabecero, termino y admiro mi obra de arte. Me rió y le he hecho una foto. Cojo la ropa que me voy a poner en el almuerzo con el señor Ruiz y me voy al servicio para darme una ducha rápida. Salgo y me visto rápido, no voy a maquillarme prefiero ir al natural, le escribo una nota a Rubén y se la dejo encima del estómago. Cojo mi teléfono, el bolso y las llaves de la habitación. 

Salgo del hotel y pido un taxi donde le dejo la dirección del restaurante Lux, llego y pregunto por un señor Ruiz. Me llevan a la mesa y el camarero me informa de que pronto llegará el señor. Este hombre parece ser muy popular es más es el primero de las grandes centros psicológicos e incluso ganó un premio. Voy a darle para ver una foto, pero una voz grave y suave como el terciopelo hace que aparte la mirada del móvil.

-Buenas tardes, señorita  ___________. Perdona por la tardanza, le pido mis sinceras disculpas. 

Sus ojos me dejan fascinada, son de un color distinto, color caramelo como muestra de su parte dulce y el otro de un negro profundo como muestra de su parte oscura. 

-Buenas tardes, señor Ruiz. - Me levanto y le doy mi mano para estrecharla, pero la coge y deposita en ella un beso. Me regala una sonrisa y me retira la silla para sentarme. -Muchas gracias.

-Denada. 

Se sienta y rápidamente llega el camarero para recoger comanda, pero mi mente está en una parálisis ahora mismo, ¿de qué me suena tanto esos ojos? Presiono mi mente para acordarme, pero es interrumpido por su voz. 

-¿Estas pensando mucho en lo que vas a pedir?

-Más o menos- le sonrío y miro deprisa el menú, sin pensarlo elijo un lenguado relleno de bechamel. Él pide unas ostras y un vino del 98, me mira y analizo sus facciones lentamente. Su cara es perfectamente simétrica, unos labios medios y tentadores, sus maravillosos ojos y su pelo castaño que cae de forma rebelde sobre su frente e incluso tapando un poco uno de sus ojos. Su porte físico es el de un chico que se machaca en el gimnasio todos los días. 

-¿Me está escuchando,señorita? 

-Disculpe, estaba pensando en una cosa personal. ¿Qué me estaba diciendo?

-Quiero contratarla en mi centro. 

-¿¡Qué!?- grito sin querer y me tapo la boca, respiro- ¿Disculpe, señor Ruiz? 

Su sonrisa provoca un escalofrío que no me gusta mucho y algo me dice que esto no está bien. ¿Quién es en realidad? Me levanto y le digo:

-Voy al servicio, disculpeme.

Entro en el baño y me miro en el espejo mientras me aferro al lavamanos, ¿de qué me suena esa mirada y esa sonrisa? 

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora