Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 74

Me despierto al sentir como alguien toca varias veces mi nariz con la intención de despertarme.

-_______________.- Susurran mi nombre.

Abro poco a poco los ojos y me encuentro con la mirada de mi queridísima mejor amiga que ahora mismo me gustaría pegarle con la almohada.

-¿Qué quieres?- Le respondo molesta.

-Verás, ¿te gustaría ir a desayunar por ahí? Tú y yo. Quiero hablar con mi mejor amiga, bueno también vendrá Jazmín.

-Vale, ve dejándole una nota a estos dos para cuando se despierten que no se preocupen.

-De acuerdo, te espero afuera.

-Vale.

Me levanto sigilosamente para que el oso que tengo como novio no se despierte, me lavo la cara y los dientes, me hago una coleta y me pongo lo primero que veo: unos pantalones vaqueros y una blusa preciosa que me regaló Judith en unos de mis cumpleaños. Salgo y observo como esta entretenida tecleando en su teléfono, cojo las llaves y mi móvil para acto seguido coger el brazo de mi compañera, y dirigirnos a cualquier bar para desayunar.

-¿Cómo se siente conocer a todos tus ídolos?

-La verdad es que me llegan a decir que los conocería algún día y que encima sería la novia de Mangel, no sé si me hubiera reído en su cara o llorado.

Se me escapa una risilla y en el fondo me alegro que se lo haya pasado bien y que hubiera alcanzado una de sus metas.

-Me alegro mucho por ti, enserio. ¿Cómo fue el viaje por París?

-Es un viaje que quedará grabado en mi memoria para siempre, nunca creí que viajaría a esa ciudad, pero ahí estaba Mangel cumpliendo uno de mis sueños. Hicimos de todo, comimos mucho, hicimos tour por cada una de sus hermosas calles, fuimos a Disneyland y obviamente me tenía que comprar algo allí, y otras cosas más. En fin, es algo que se quedó impregnado en mi mente y en mi piel.

-Me encanta que te haya gustado el viaje, no veas lo que liamos él y yo para esconder los boletos. Y menos mal que Rubén te entretuvo todo el rato.

-Que cabrito, se supone que los mejores amigos se cuentan todo y míralo a él como a ti que no decís nada.- Dice inflando sus adorables mofletes.

-Era eso o moríamos entre las manos de Mangel.-Digo levantando las manos en señal de víctima.- ¿A dónde vamos?

-Pues hemos quedado con Jazmín en el clásico creo que se llama, es uno de los bares más antiguos que hay aquí y creo que pilla cerca de la casa de nuestra amiga.

-Qué raro, nunca había oído hablar de él o simplemente no escuchaba bien al resto. Oye, que era la pregunta que me quería hacer Rubén.

-¿Pregunta? Ah, pues no sé, si te digo la verdad no me contó de que era ni nada por el estilo. Solo me dijo alguna vez le preguntaré algo que creo que ella le molestará, pero que aún no lo haría. No sé, fue mi raro como me lo dijo y eso, por eso pregunte cuando le llame.

-Es tu mejor amigo, ¿no te lo dijo?

-No, a lo mejor se olería que pasaría esto. No sé.

-De verdad, Rubén me sigue pareciendo un chico misterioso. En fin, mira ahí esta Jazmín.

-¡CHICAS!- Grita con alegría y al acercarse nos abraza con tanta presión que no sé si moriremos de amor o por asfixia. Nos despegamos y la observo detalladamente, está más guapa ¿se ha hecho mechas rubias?

-Nosotras también te hemos echado de menos, oye, ¿te has hecho mechas?-Le pregunto.

-Sí, te has dado cuenta en el momento, Alex tardó como dos días y mira que tengo el pelo castaño.