Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 58

Estoy super nerviosa dentro de tres días me voy con Rubén a Miami y claro es la primera vez que voy a un  lugar nuevo y con mi chico, porque Rubén aun no me ha pedido noviazgo y es algo que espero con muchas ansias, pero esta la otra en medio y no entiendo porque no corta con ella. 

Por lo demás va todo bien, Judith y Mangel están de viaje por París ya que allí es donde tiene planeado Mangel pedirle ser novios. Me imagino la cara de Judith tendrá que ser un cromo y todo. Jazmín y Alexby han ido a visitar a la familia de Alexby, el pobre estaba nervioso por la presentación de ella y Jazmín me ha llamado como diez veces y la tranquilizaba mientras me reía. Y Tom está perfectamente, le informe de que me pasaría un día por Los Ángeles sola para verle y él se puso a gritar como loco porque tenía ganas de verme. Miro el reloj y son las dos, es decir, que es la hora de comer. Salgo y me dirijo al Mexicano, entro y veo a mi amigo Samael que nada más al verme me sonríe, es un amor de hombre y la historia que carga a cuestas es muy conmovedora. 

-Buenas tardes, preciosa.

-Buenas tardes, guapo. ¿Me pones lo de siempre? Por favor.

-Eso esta hecho.- Se gira y apunta la comanda para llevársela al cocinero. 

Al cabo de dos minutos vuelve con mi burrito con extra de picante y mi nestea. 

-Aproveche.

-Gracias, Samael. Dime, ¿cómo te ha ido estos días? 

-Pues me ha ido muy bien, pero extrañamente echándote de menos. 

-¿Sí?- digo sonrojada-. Bueno, yo también te he echado de  menos creo, creo que se debe porque siempre pasamos ratos en la hora del almuerzo como en la hora de la merienda y poco a poco hemos estrechado lazos. Podemos quedar alguna noche.

-¿Nosotros dos solos?

-Claro, para conocernos  y eso.

-¿Y no le molestara a tu novio?

-¿Por qué le molestara que salga con mi gran amigo? ¿Acaso me molesta cuando se queda con la otra?

-Sí y lo sabes- me mira con la ceja arqueada.

-Sí, pero no le digo nada de nada. 

-Código rojo, tu arpía favorita viene hacia aquí.

Samael se va a tender a otras personas y yo volteo los ojos al oír su aguda y chirriante voz, ¿cómo pudo soportarla, Rubén?

-Hola, __________. -Me giro y me encuentro con esa asquerosa sonrisa.

-Hola.- Digo con una sonrisa falsa-. ¿Qué se te ha perdido por aquí?

-Sé que vienes a estas horas a almorzar por aquí y venía a decirte que dejes de ver a Rubén porque sé perfectamente que os veis a solas.

-No dejaré de verle porque me lo digas tú. 

-A ver, solo te digo que lo dejes de ver que ya que me tiene a mí que soy algo mejor que tú.

De repente, se me escapa la risa provocando que la gente se gire y me mire de manera extraña por no entender de que me estoy riendo, y puedo oír la risa suave de Samael.

-Ay... ¿Enserio, Gisela? Venga, cuentame otro chiste. 

-Te lo digo enserio, dejale ya, sino quieres que sufra las consecuencias por la culpa de la perra de su amante.

-Solo te digo que si me busca a mí todas las noches y me coge de esa manera será que tú no le eres suficiente. Por cierto, es genial en la cama. 

-O solo se va contigo porque eres fácil, ¿no?

Me levanto y me acerco a ella, la cojo de la blusa transparente y la acerco a mi rostro para acto seguido mirarla y sonreírle de forma siniestra y le digo con un tono suave, pero peligroso.

-Escúchame tú a mí, como me vuelvas a prohibir verle, como me vuelvas a insultar o se te ocurra tocarle un pelo. Te juro por lo que yo más quiero que te haré cosas que no te gustarán y que con solo escuchar mi nombre te cagaras encima. Y puedo afirmarte que puedo hacer cosas que ni el mismísimo diablo haría, ¿me entiendes? - Su cara es la representación de miedo. - Y hazme el favor de no insultarme que si hablamos de "chicas fáciles" la que tiene el premio de número uno eres tú. Y si no es mucho pedir, aléjate tú de Rubén. 

Suelto su blusa y se va mirándome con cara de asco, pero a la vez con terror. Me siento e intento disfrutar del burrito, pero después de tres bocados lo suelto con desgana. Quiero que me vaya un día bien sin ninguna interrupción de una persona que quiere entrometerse en mi vida, me pongo mis dedos en mi cabeza para masajearla y un pequeño suspiro se escapa de mis labios. Unas manos envuelven las mías y al alzar la cabeza me encuentro con la cara de Samael.

-Oye, te has defendido muy bien, pero que te digo que me has dado hasta mal rollito a mí. Le has dejado las cosas claras y eso demuestra mucho de que pasta estas hecha. Así que ponte a comer ese burrito que te ha preparado  con tanto amor Emilio. 

-Muchas gracias, Samael.

Sale de la barra y sus brazos envuelven mi cuerpo. Me da dos besos en la cabeza y vuelve a adentrarse para ponerse a trabajar y con una sonrisa vuelvo a comer, pago y me dirijo al trabajo. Después de una dura jornada laboral me dirijo a la casa de Rubén y nada más al abrir la puerta me encuentro con su rostro serio y frunzo el ceño que se intensifica más al ver a Gisela detrás suya.

-___________, tenemos que hablar. - Dice con un tono serio.