Capítulo 35

1.4K 70 11
                                    

Llegamos a mi casa y preparamos todo, estoy entretenida haciendo las tapas mientras Rubén coloca todo los accesorios para que quede bonito. Según él es una máquina, termino el último pinchito y salgo para ver como va y si necesita ayuda.
Lo que me encuentro es maravilloso, lo ha colocado bien todo; los carteles por allí, globos por aquí y la mesa está muy bien puesta.
-¿Te gusta?
-Me encanta.
Otra vez su móvil suena y lo cojo rápido, pero yo que tengo una buena vista alcanzo a ver que es un mensaje de alguien. Lleva toda la tarde sonando, pero confío en él seguramente será sobre su canal y  esas cosas al que él le dedica todo el tiempo. Hay algo dentro de mí que no está de acuerdo. Miro el reloj y son las ocho en punto, estarán a punto de llegar.
-Rubén, ¿has mirado el móvil? A ver, si Mangel te ha dicho algo.
Coge su móvil y dice:
-Coge el confetti que están subiendo las escaleras.
-Vale.- Apago la luz y oímos de fondo unas risas en la cual destaca la risa de foca de mi amiga. Introducen las llaves y en el momento en el que encienden la luz saltamos:
-¡SORPRESA! - Gritamos los tres al unísono.
-¡COÑO! - Dice Judith quién agarra fuerte su pecho en señal de susto, pero una sonrisa no tarda en aparecer.- Gracias, chicos. No me esperaba esto, además todo está precioso.
Nos acercamos y le damos un abrazo grupal.
-¡Chicos! A comer.-Les digo.
Comemos entre risas contando anécdotas graciosas y Mangel cuenta cuando le hizo la cera a Rubén, por lo que reímos al más no poder mientras Rubén se sujeta sus "tetas" mostrando un gesto de dolor.
- He comprado una cosa-- Dice Rubén. - Una cosa que demostrará nuestra amistad fuerte a partir de ahora.
Saca las pulseras y nos la da uno a uno, le doy un beso y Judith se acerca.
-Muchas gracias, Rubius, esto significa mucho para mí.- Le abraza y por un momento se me encoge el corazón.
-¡Ay, mi Rubiuh! ¡Ay, el amor de mi vida! - Me empiezo a reír al ver como casi estrangula Mangel a Rubén transfiriéndole todo su amor.
Terminamos de comer el postre el cual trataba de dos botes grandes de helado.
-¿Qué te ibas a las once y media?
-Sí, el avión sale a las doce.
Después de ver la película de "Fast and furious" en la cual terminamos llorando en el momento en el que Toreto y mi rubio se despiden para seguir por caminos separados. Pobre chico... Era tan joven...
-¡Ostia! ¡Las once y media!- Grita Mangel.
Cogemos las cosas y nos dirigimos al aeropuerto, antes de embarcar le damos montón de abrazos y besos, me acerco a Judith y le susurro al oído:
-Demuéstrales la fiera que eres. - Me separo y le doy un pico en los labios, cosa que antes era una costumbre nuestra.
-Eso me ha puesto. - Dice Rubén.
- No estropees el momento, Doblas. - Nos reímos y nos despedimos de Judith, desaparece entre la gente y al rato vemos como despega y lloro porque sé que le demostrará a los demás lo buena que es en su profesión y de que la voy a echar de menos, ya que es la primera vez que estamos separadas. De vuelta a casa me quedo dormida y de alguna manera siento como me cargan cn lo que me aferro a sus brazos para dormir mejor y solo oigo :
-Duerme preciosa.

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora