Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)

Capítulo 86

Ya ha pasado una semana y tres días, y ha sido demasiado estresante por el simple hecho que he tenido que marcar a aquellas personas que me debían varios favores y pedirles identificaciones falsas como: el DNI, el pasaporte y entre otras cosas. Estuve hablando con Jamie para que me pidiera billetes de viaje a Australia para cinco personas, puesto que Tom vendría el día anterior a la fecha concretada para el viaje y nos esperaría en el aeropuerto con un look distinto así que tendría que estar preparada para reconocerlo. Judith y yo de alguna manera conseguimos las vacaciones adelantadas, pero yo tuve que hablar de algunas cosas en concreto con mi jefe diciéndole que si veía alguna actividad inusual por el edificio o venía alguien a preguntar por mí o por él que le dijera que no se encontraba. Con esto provoqué su maldita curiosidad, pero al ver mi cara de no voy a responder nada de lo que me pregunte, asintió con la cabeza y me deseo unas buenas vacaciones. Me despedí de Clara y de Theodore, y le prometí a mi amiga que vendría para el bautizo de mi querido ahijado porque por nada del mundo me lo perdería. Y los chicos no dijeron nada en las redes sociales, ya que esto pondría en peligro nuestra escapada del país, obviamente nos haríamos el cambio de look de pelo como de ropa una vez allí en Australia. Y teníamos uno de los objetivos más difíciles del plan que era hablar con Jazmín y Alexby de esto, creo que ella se merecía esta explicación porque fue una de las personas que me aceptó tal y como era sin importarle lo peligrosa que sería nuestra amistad.

Unos leves golpes en la puerta me distraen de mis pensamientos con lo que cierro el grifo de la ducha:

-Pasa.- Abro la mampara un poco dejando ver mi rostro.

-Ya mismo vienen, no te retrases mucho, cariño.- La mirada de Rubén ha cambiado durante esta dura semana y puedo entenderlo porque así me sentí yo la primera vez que tenía que moverme de mi país natal e irme a otro del cual no conocía nada.- ¿Estás bien?

Salgo de la ducha y puedo ver como su mirada inspecciona todo mi cuerpo haciendo que sus pupilas se dilaten, sus manos se mueven nerviosas sobre los bolsillos y su nuez hace ese lento bajar que tanto me gusta. Y es que no me ha tocado ni hemos hecho el amor desde que comenzamos el plan, mi cuerpo húmedo se pega al suyo como si de un imán se tratara con lo que un suspiro no tarda en salir de sus labios. Su tensión no hace más que avivar el fuego que se está incrementado lentamente en mi interior, lo miro y cojo el bajo de su camisa y se la quito dejando expuesto su torso que está un poco más tonificado que antes e incluso se puede ver marcado levemente la tableta con lo que mis manos no tardan en pasearse desde sus pectorales hasta sus abdominales dejando algún que otro rasguño en su piel. Nuestras miradas conectan y nuestros labios por inercia se juntan provocando esa sensación que tanto extrañaba, noto como sus manos se aferran a mi cintura y sonrío a medias del beso porque sé que estoy despertando un poco su bestia interior, aparto una mano suya de mi cintura y sin ningún pudor la guio hasta mi zona íntima dando leves caricias como atención que tanto ansiaba, echo la cabeza hacia atrás acompañado de algún que otro jadeo y puedo notar como la tensión que ha estado ahí va desapareciendo con cada toque de sus magníficos dedos. Abro los ojos para ver el rostro de Rubén que se encuentra sorprendido por la situación, pero la sonrisa que aparece en su cara también demuestra que le gusta como mi cuerpo reclama su atención y al hacer contacto visual, sus ojos me muestran ese ser dominante que tanto echaba de menos, por lo que aparta su mano de mi zona palpitante ganándose una queja de mi parte. Pero mi boca se abre aún más al ver como se agacha y dirige sus labios a esa zona que se está volviendo demasiado dolorosa para mí, me aferro al lavamanos y los jadeos no tardan en volver a salir.

-J-J-Joder...- Una de mis manos se hunden en su cabello y mis dedos se enganchan en cada mechón de este ganándome algún que otro gruñido de satisfacción de Rubén.

Noto como mi cuerpo comienza a dar pequeños espasmos y sé que estoy a punto de llegar al orgasmo, pero todo esto se aleja cuando Rubén abandona mi vagina y me mira atentamente mientras se relame sus labios con una sonrisa.

-Mm...- Se muerde el labio.- Sabes tan bien.

Y esa frase, esa jodida frase hace que todo mi sistema tiemble ante él y puedo jurar por los mismísimos dioses que nunca había visto esa parte tan dominante de Rubén. Comienza a quitarse la ropa ante mi atenta mirada hasta quedarse desnudo completamente, se acerca a mí con una sonrisa ladina y mi tigresa interior se muere de ganas por tenerlo dentro con el fin de poder apaciguar ese fuego que crece sin parar.

Rubén me coge en volandas y me pone encima del lavamanos, me baja un poco y noto como se hunde en mí lentamente haciendo que de nuestras gargantas salgan un jadeo rasposo, y es que con solo estar adentro sin hacer nada nuestras respiraciones comienzan a ser irregulares. Mis manos acarician su pelo con cuidado y dejo varios besos por su rostro hasta dar con sus labios a los que castigo con mi saciedad, sus manos se agarran a mi cintura y comienza a mover mi cuerpo de arriba abajo sin parar. Puedo sentir como el calor se concentra en mi estómago y ver esa fina capa de sudor que cubre por completo nuestros cuerpos, y eso de alguna manera me excita más.

-¿Lista?- Frunzo el ceño ante la pregunta de Rubén.

Y de un momento a otro, me baja y me da la vuelta dónde mi vista da con el espejo y me muestra una de las imágenes más eróticas que he podido presenciar. Rubén con el pelo revuelto lamiéndose el labio mientras observa todo mi cuerpo que se encuentra encima del lavamanos, mientras que mis piernas intentan mantenerse estables en el suelo, y gimo al sentir como entra sin previo aviso en mí para empezar a moverse de una manera bestial, es como si el demonio hubiera poseído su cuerpo y siendo sincera me gusta mucho esa faceta. Miro por último vez al espejo para observar esa imagen de dos animales irracionales dejándose llevar por su instinto hormonal, porque al segundo Rubén enreda su mano en mi cabello y tira de el levemente hacia atrás. Y solamente me dejo llevar para escuchar el choque de nuestros cuerpos, en los jadeos graves de Rubén que se juntan con los míos formando una música excelente y en la manera en que sus dedos recorren cada centímetro de mi piel.

-Libérate para mí, pequeña.

Y en ese justo momento, mi cuerpo libera esa jodida tensión dejándome como nueva. Rubén no tarda en unirse conmigo y siento como se apoya en mi espalda dejando unos besos en esta haciendo que sonría.

-Creo que voy a venir más seguido a la ducha si va a pasar esto.

Los dos comenzamos a reírnos, pero este para de hacerlo al ver como cojo su rostro y lo acerco a mí para besarlo.

-Te quiero.

-Y yo más, pequeña.

Después de esa confesión, nos metemos en la ducha y terminamos de asearnos, nos dirigimos al cuarto a ponernos la ropa tranquilamente ya que faltaba como unos diez minutos para que viniesen nuestros amigos.