Capítulo 4: La atención de Ben

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En este mismo capítulo encontrarán las dos opciones de la reacción de Ben a su entrenamiento fallido o exitoso. Busquen y sigan leyendo la que corresponde a su elección.


(Entrenamiento fallido)


Al terminar el entrenamiento matutino, permaneciste en el patio recuperando un poco de aire, apartad@ del resto de tus hermanos adoptivos. Ben, quien te había estado observando durante todo ese tiempo, se acercó hacia ti para hablar.

—Hola Ben... —lo saludaste con cierta timidez, sorprendid@ de que al menos uno de tus hermanos se hubiera acercado a hablarte luego del entrenamiento.

—Hola T/N —respondió él, ofreciéndote una media sonrisa. Aunque prontamente volvería a ponerse serio, tal como su preocupación sobre ti lo ameritaba—. Quería saber si estabas bien.

—Fue un desastre, ¿verdad? —preguntaste, apenad@ de tu deplorable rendimiento en el primer entrenamiento.

—No del todo...  —negó con su cabeza, aunque rápidamente añadió algo más para que no sintieras que estaba menospreciando tu esfuerzo—. Quiero decir, fue apenas el primer día, mejorarás.

—Tal vez seas el único que piense así —respondiste, halagad@ por sus palabras de apoyo—, para el resto parezco ser solo un estorbo —así te hicieron sentir durante el entrenamiento.

A excepción de Ben, quien te había ayudado en algunos ejercicios que te resultaron más difíciles de realizar, el resto parecía estar más enfocados en ellos mismos que en incorporarte al equipo. Y debido a su ayuda estabas agradecid@ con el Número Seis.

—Por cierto, gracias por... —mencionaste, dejando la frase en el aire, puesto que él ya debía saber que te referías a su apoyo al realizar algunos de esos ejercicios—...ya sabes. Y disculpa porque hayas sido regañado por distraerte al ayudarme —eso sí te hacía sentir culpable, porque Ben era tan amable, que no creías mereciera ser tratado de ese modo tan agresivo por parte de su padre.

—Descuida, es lo de menos —negó, haciendo que confirmaras que no te había ayudado con la intención de recibir un agradecimiento—. Y por lo demás, es simplemente que nuestro padre es bastante estricto.

—Lo noté. Da miedo —acotaste, sintiendo como si escalofrío recorriera tu espalda al recordar la manera tan severa con que los regañaba.

—Podría ayudarte a entrenar fuera de horario, solo si quieres —te propuso, luego de algunos segundos, como si los hubiera necesitado para tomar valor de decirlo.

—Me encantaría, gracias en verdad —respondiste con entusiasmo, cómo negarse a la ayuda de alguien tan adorable—. Y antes de que vuelvan a regañarnos será mejor que entremos.

—Es cierto —asintió Ben.

Ambos se apresuraron a entrar a la Academia e ir a sus respectivos dormitorios, debían alistarse con el uniforme correspondiente para la primera lección de estudio del día.

Antes de salir de tu cuarto, te encontraste con una nota que te habían dejado por debajo de la puerta. La cual tenía la siguiente información:

"Esta tarde iremos a Griddy's, espero que te unas a nosotros. Pero, no lo menciones a nuestro padre..."

La nota no tenía una firma, pero la letra era muy prolija y legible. La guardaste en uno de los cajones de la cómoda, para que no pudieran encontrarla. Por supuesto que decidiste que sería una buena oportunidad para conocer al resto de tus hermanos, tal vez fuera de la Academia sin la presión de Reginald, serían diferentes.

 Por supuesto que decidiste que sería una buena oportunidad para conocer al resto de tus hermanos, tal vez fuera de la Academia sin la presión de Reginald, serían diferentes

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(Entrenamiento exitoso)


Cuando finalizó el entrenamiento, algunos de tus hermanos se acercarían a felicitarte por tu optimo rendimiento. La consideración de ellos a tu esfuerzo te daba mayores ánimos sobre estar bien encaminad@, haber iniciado con buen pie.

Una vez que la mayoría de los miembros del equipo se encaminaran hacia el interior de la Academia, tú decidiste quedarte sol@ unos minutos más en el patio. Ben, quien te estuvo observando durante todo el entrenamiento, se acerca hacia ti para hablar, aparte del resto de los Hargreeves.

—En verdad estuviste muy bien —te comentó con cierta timidez, confirmando lo que algunos de tus otros hermanos ya había mencionado al felicitarte.

—Gracias Ben —respondiste, ofreciéndole una cálida sonrisa—. Aunque considero que todavía me queda mucho por aprender.

—Aún así fue un muy buen inicio —admitió, pudiste escuchar la sinceridad en sus palabras.

—Niños, suban para alistarse —les llamó Grace, desde la puerta que conducía al interior de la mansión—. Su lección de estudio inicia en 20 minutos —les recordó, antes de volver a entrar.

Ambos se encaminaron para ingresar en la Academia, así poder subir hacia los dormitorios. Igualmente iban caminando con suma calma, para poder continuar platicando.

—Si en algún momento llegas a necesitar ayuda, con el entrenamiento o el estudio... —sugirió Ben, y aunque no terminara la frase, comprendías a lo que se refería. 

Se estaba ofreciendo a ayudarte en ambos campos, el estudio y el entrenamiento.

—Probablemente tome tu palabra, y te pida ayuda para ambos —asentiste, agradecid@ también por su amable ofrecimiento—. Porque tengo muchas preguntas, no solo sobre eso. Las misiones, ¿qué hacen para entretenerse? —tenías un sinfín de dudas, pero creías estarlo aburriendo—. Y estoy hablando demasiado, ¿verdad? —te disculpaste, apenad@.

Ben te había estado prestando completa atención, tal vez siendo la primer persona a quien no le molestara que hablaras tanto. Por esto no le pareció necesario te disculparas.

—No, en absoluto —negó  el Número Seis, de inmediato—. Y respondiendo a eso último, solemos ir a Griddy's, pero de incógnito.

—¿Cómo así? —interrogaste, no queriendo quedarte con esa duda.

—Nuestro padre no debe enterarse, no lo aprueba —respondió por lo bajo, para que solo tú pudieras escuchar—. Iremos esta tarde, me gustaría que te unieras también.

—Da por seguro que iré contigo... —asentiste, dándote cuenta de inmediato de lo que habías respondido, y por esto te corregiste de inmediato para que no lo tomara a mal—...con ustedes.

Pudiste notar un ligero cambio de tono a rojizo en las mejillas de Ben, por lo que habías dicho en un principio al admitir que aceptabas ir a causa de él, se veía demasiado tierno de ese modo.


[...]

Para el próximo capítulo no necesitarán hacer una elección, será un capítulo en general para ver la dinámica entre los hermanos Hargreeves y su relación general contigo.

Mi vida con los HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora