Verás esto y probablemente pensarás, "Oh no, otra típica historia de T/N con los Hargreeves. Como la más poderosa, inalcanzable, invencible, que todos aman, y está con Dios y el Diablo..." Pero, lamento decepcionarte si eso pensaste, no es tan así.
...
En este caso sería un acercamiento a Luther pero para que puedan llegar a ser mejores amigos, no como su chico.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de despedirte de Grace, te quedaste a solas en tu dormitorio. Más tarde en la noche si bien te encontrabas recostad@ en tu cama, estabas entretenid@ leyendo uno de los libros que habías tomado de la biblioteca de la Academia, pues todavía no sentías suficiente sueño como para quedarte dormid@.
Por estar aún despiert@ pudiste escuchar el golpeteo suave en la puerta, te preguntaste quién podría ser a esa hora. Te incorporaste confundid@, de tratarse de Grace eventualmente entraría, como ya otras veces lo había hecho durante esos días. Pero no, otro golpeteo lo siguió. Con curiosidad te acercaste a abrir la puerta, y te encontraste con Luther.
—Luther, ¿estás bien? ¿Qué sucede? —preguntaste susurrando, para no despertar al resto de la casa.
—Solo...no podía dormir —respondió en igual tono de voz baja.
—¿Quieres hablar?
Le ofreciste que entrara al dormitorio, para que no tuvieran que seguir platicando en el pasillo. Al principio pareció dudar, pero finalmente accedió, algo en ti le había inspirado más confianza como para hablar que el resto de sus hermanos. Cerraste la puerta luego de que él entrara, y ambos se sentaron al borde de la cama.
—¿Y qué es lo que te está preocupando? —interrogaste, suponiendo eso era lo que lo había motivado para buscarte tan tarde en la noche.
—No tanto como preocupar, solo que durante el día no tenemos tiempo suficiente como para comunicarnos —te explicó el Número Uno—. Por eso no he tenido oportunidad, ni ninguno de nosotros de preguntarte, ¿cómo te sientes?
—Bien, ¿por qué lo preguntas? —cuestionaste, extrañad@, no había sucedido nada extraordinario últimamente.
—Quiero decir, en general —extendió sus preguntas, para poder saber si te encontrabas bien ahora que vivías con ellos—. Con todo lo de la adaptación, ser nuev@ en la familia, el equipo...
—Oh eso... —asentiste, pensando por un momento para responderle—. Bueno al principio no fue fácil, se trató de un gran cambio. Pero supongo que para todos lo fue, tener alguien nuevo en la familia. Si bien muchos de ustedes me ayudaron a adaptarme más rápidamente, gracias por eso —le ofreciste una sonrisa, agradecida porque él había sido parte de quienes te brindaran su apoyo desde que llegaste a la Academia.
—Si, en parte también para nosotros lo fue —añadió, puesto que sí había sido toda una novedad tener un/a nuev@ herman@—. Digo, conocer a alguien nuevo, después de tanto tiempo. Aunque todavía no conocemos mucho de ti.
Tomaste uno de los almohadones para acomodarte de manera más cómoda contra la pared, de esa manera podrían seguir platicando más relajados.
—Puedes preguntar lo que quieras —lo incitaste a iniciar un interrogatorio para conocerte.
—¿Segur@?
Asentiste repetidas veces, para que tomara confianza al preguntarte lo que quisiera. No tenías nada que ocultar después de todo.
—¿Qué te parece si jugamos a verdad o reto? —te propuso Luther—. Sirve para que yo te conozca, pero también para que tú me conozcas.
—Me parece justo —estuviste de acuerdo—. Pero mejor solo las verdades, y al finalizar solo un reto. Así realmente podremos conocernos más —sugeriste, de ese modo podrían profundizar un poco más en lo que querían saber el uno del otro, y ya cuando tuvieran mayor confianza solo hacer algo entretenido.
—De acuerdo, ¿qué propones como reto? —consultó, aunque ya había aceptado.
—Será un secreto... —mantuviste el secreto—. Ahora, inicia —lo animaste a preguntar en primer lugar.
[...]
Las preguntas para Luther fueron aportadas por algunas de mis amistades, gracias a ellas! Igualmente aún pueden comentar qué preguntas le harían a Luther, para más adelante, todas serán tomadas en cuenta. Ya sea para él como su mejor amigo o como su chico.