Capítulo 16: El misterio (Cinco)

40 4 0
                                    

Este capítulo se corresponde a la elección de Cinco como mejor amigo.

[...]

Mientras iban de camino al gran comedor, después de que Grace los llamara haciendo sonar la campanilla como era costumbre en la Academia, habías tenido apenas unos pocos minutos para poder comentarle a Cinco sobre tu hallazgo.

Él te confesó que desconocía un lugar tal como describías, pero que para asegurarse de qué se trataba podían ir juntos a explorar el lugar en la madrugada. Aunque no parecía estar tan convencido.

Durante la cena, estaban sentados uno junto al otro, y Cinco te echaba una de sus típicas miradas para que no llamaras la atención de nadie, respecto a lo que harían. Debían poner mayor empeño en no demostrar estar nerviosos, para que Reginald no sospechara nada sobre lo que harían más tarde.

—Si sigues así, iré solo —te advirtió.

Tú negaste de inmediato, intentando hacer una mejor labor al disimular que todo estaba bien, pues tú querías estar allí para comprobar de qué se trataba esa habitación.

Una vez que la cena terminó, ambos caminaron un poco más aprisa para quedar apartados del resto de sus hermanos, de esa manera podrían platicar con más confidencia sobre el plan de unas horas más tarde.

—Esperaré hasta que todos estén dormidos —comentó el Número Cinco, añadiendo algo más que haría referencia a su advertencia anterior—. Si no vas a actuar como en la cena, puedes acompañarme.

—Te prometo que no lo haré —le aseguraste—. Gracias Cinco, no sabía qué hacer, pero ese lugar me da un mal presentimiento —acotaste, con alivio de que tu mejor amigo te haya creído y decidiera acompañarte a aquel extraño lugar.

Cinco simplemente rodó sus ojos, no pudiendo creerlo del todo. Pero, como eras quien conocía dónde quedaba esa habitación, no le quedaba más opción que aceptar que fueran juntos.

Una vez que estuvieran en la planta alta, cada uno tomó el camino hacia sus respectivos dormitorios, para que todos siguieran creyendo que los dos cumplirían con la rutina del toque de queda.

Al pasar poco más de una hora, los nervios te estaban carcomiendo. Pero era mayor la curiosidad por descubrir por qué y para qué habían construido ese lugar tan extraño.

Y a la vez tus pensamientos estaban conducidos a imaginar un sinfín de posibilidades, incluso llegando a imaginarlo como un sitio de tortura que su padre había construido allí. Pero, ¿para quién?

Tal como lo había mencionado con anterioridad, Cinco salió de su dormitorio minutos después de que toda la mansión estuviera en completo silencio. Cuando creían haber confirmado que todos estuvieran dormidos. 

Tú tan solo estabas esperando a que saliera para encontrarse en el pasillo. Al verte él te extendió una de las linternas que traía consigo, y juntos emprendieron camino hacia el cuarto misterioso.

—¿Cómo llegaste hasta aquí? —te interrogó, cuando iban transitando por aquel pasillo que se asemejaba a un túnel—. ¿No se supone que debías estar descansando?

Por lo que decía, te confirmaba que él tampoco había estado en ese ala de la mansión antes. ¿Qué otras cosas más les estarían ocultando?

—Debía... —admitiste, aunque tuviste que añadir una breve explicación—. Pero, también me estaba aburriendo, así que empecé a recorrer la Academia, y fue cómo llegué hasta aquí.

—¿No era mejor si solo te ponías a leer? —te cuestionó—. No te vendría mal... —si bien lo decía con su característica seriedad, debida a la confianza que tenían, sabías que probablemente lo comentara como una broma.

—¿Qué estás queriendo decir con eso? —le preguntaste, empujándolo por su hombro levemente en respuesta a su intento por molestarte.

—Que era menos peligroso que llegar hasta aquí —respondió, esbozando por breves segundos una mueca similar a una sonrisa—. ¿Esa es la puerta que mencionaste?

Los dos apuntaron hacia el lugar con las linternas para iluminar la puerta. Todo seguía estando tal y como lo habías visto más temprano. 

Ambos se acercaron hacia allí. Cinco, haciendo uso de su poder, se teletransportó al interior de esa habitación, aunque solo él. Regresó junto a ti segundos después, con la mirada bastante confundida.

—No parece haber nada fuera de lugar —te informó, haciendo un breve resumen de lo que había visto en el interior—. Es como si fuera un lugar de almacenamiento o una celda para mantener a alguien encerrado allí, considerando el material aislante de sonido que recubre las paredes.

—Podrías haberme llevado contigo... —le reclamaste, pues también querías haber inspeccionado en el interior de esa habitación.

—No lo pensé en ese momento... —se disculpó sinceramente—. Pero hay algo que no comprendo, ¿por qué habrían construido este lugar?

—No lo sé, eso es lo que más intriga me da. Y cómo ustedes lo desconocían también —comentaste, siendo una curiosidad que ambos compartían ahora.

—¿Qué más nos estará ocultando nuestro padre? —dejó esa pregunta en el aire, pues ninguno de los dos tenía respuesta a ello.

—¿Puedes llevarme a ver qué hay dentro? —le consultaste.

Cinco dudó por algunos segundos, pero estuvo de acuerdo al hacerlo. Y cuando posó su mano sobre tu hombro para poder teletransportarte junto a él hacia el interior de esa habitación, escucharon unas pisadas que venían aproximándose detrás de ustedes.

—¿Qué hacen aquí ustedes dos? —se escuchó la voz en eco de Reginald.

Ya no había manera de escapar, habían sido descubiertos.

El siguiente capítulo será una repercusión de esta noche, y las consecuencias de haber sido descubiertos por Reginald

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El siguiente capítulo será una repercusión de esta noche, y las consecuencias de haber sido descubiertos por Reginald. Siguiendo el hilo de Cinco como su mejor amigo.

Este misterio igualmente será resuelto en la segunda temporada, en la ruta de Vanya y tú si la han escogido como su chica. Pero, todos estarán al tanto sobre la existencia de este cuarto misterioso.

Mi vida con los HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora