Verás esto y probablemente pensarás, "Oh no, otra típica historia de T/N con los Hargreeves. Como la más poderosa, inalcanzable, invencible, que todos aman, y está con Dios y el Diablo..." Pero, lamento decepcionarte si eso pensaste, no es tan así.
...
Después de unos segundos tomaste el valor para abrir la puerta, y te encontraste con Ben. Sentiste cierto alivio de que se tratara de él, debido a que no creías fuera a acusarlos con Reginald porque estuvieran despiertos hasta tan tarde.
—Ben... ¿qué? —interrogaste, sorprendid@ de verlo allí tan tarde en la noche.
Tu nuev@ amig@ se asomó a la puerta, saludando a Ben también, después de todo era en quien más confiaban todos los Hargreeves. Y sugirió que lo mejor sería que se fuera a su habitación ya, despidiéndose de ambos y dejándolos a solas.
—Lo siento, no quise interrumpir, es solo... —se estaba disculpando el Número Seis, pero lo detuviste para explicarle antes de que se preocupara de más.
—No, tranquilo, no interrumpiste nada —le aseguraste—. ¿Estábamos haciendo mucho ruido? —consultaste.
Inconscientemente Ben asintió a tu pregunta, aunque no mencionó palabra alguna. Parecía permanecer pensativo.
—Lo siento, no nos dimos cuenta... —te disculpaste, apenad@ por ello.
—Descuida, pero... —se llamó a silencio, como si necesitara meditar lo que diría.
El silencio reinó por algunos segundos, y él evitaba mirarte a los ojos. Por esto decidiste romperlo, para que continuara.
—¿Estás bien? —preguntaste.
—Sí —asintió de inmediato, para no causarte ninguna preocupación—. Solo quería pedirte que la próxima vez tengan más cuidado, no me gustaría que los castigaran. Y probablemente nuestro padre lo haría si los descubriera despiert@s tan tarde —sugirió.
Realmente se preocupaba por ti, bueno por todos sus hermanos, y eso te parecía admirable. Ben parecía ser una gran persona.
—Gracias Ben, y disculpa por el inconveniente que pudimos ocasionar.
—No hay nada por agradecer, sé que tú harías lo mismo por nosotros —admitió, seguro de ello aún cuando hacía hace poco días que se conocieran.
—Y hablando de eso, quizás la próxima vez... —te detuviste para reformular y aclarar lo que dirías—. Con más cuidado y no tan tarde en la noche, podríamos organizar algo los ocho juntos. ¿Qué te parece? —le propusiste con sinceridad.
Esa podría ser una gran oportunidad para conocerse todos un poco más, principalmente poder conocerlo a él, quien llamaba mayormente tu atención.
Tus palabras, de tomarlo en cuenta al igual que al resto de sus hermanos pareció animarlo un poco más. Fue así que te ofrecería una sonrisa, asintiendo a tu propuesta.
Y si bien probablemente quisieran haberse quedado platicando un momento más, aún debían ir a descansar para afrontar otro día más con tanta actividad.
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El próximo capítulo será una repercusión de esta noche, que se relacionará con eventos futuros. Por esto, no hay necesidad de hacer una elección todavía.
