Verás esto y probablemente pensarás, "Oh no, otra típica historia de T/N con los Hargreeves. Como la más poderosa, inalcanzable, invencible, que todos aman, y está con Dios y el Diablo..." Pero, lamento decepcionarte si eso pensaste, no es tan así.
...
En este capítulo habrá un acercamiento con Ben, como su eventual mejor amigo, no como su chico.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de despedirte de Grace, te quedaste a solas en tu dormitorio. Más tarde en la noche si bien te encontrabas recostad@ en tu cama, estabas entretenid@ leyendo uno de los libros que habías tomado de la biblioteca de la Academia, pues todavía no sentías suficiente sueño como para quedarte dormid@.
Por estar aún despiert@ pudiste escuchar el golpeteo suave en la puerta, te preguntaste quién podría ser a esa hora. Te incorporaste confundid@, de tratarse de Grace eventualmente entraría, como ya otras veces lo había hecho durante esos días. Pero no, otro golpeteo lo siguió. Con curiosidad te acercaste a abrir la puerta, y te encontraste con Ben.
—Hey Benny, ¿no podías dormir? —lo saludaste.
Habías escuchado a algunos de los chicos llamándolo de ese modo, de manera afectuosa, y te parecía un buen apodo para él. Aunque tuvieran la misma edad, todos solían verlo como el menor a quien debían cuidar, y es que parecía ser tan adorable e inocente.
—Hola T/N... Perdón por molestarte tan tarde... —se disculpó de inmediato.
—Descuida, no me podía dormir tampoco —quisiste tranquilizarlo, intrigad@ por saber qué lo traía hasta tu habitación a esa hora—. ¿Quieres pasar? Tal vez podamos hablar un rato.
Ben asintió y entró al dormitorio con timidez. Le ofreciste asiento sobre unos almohadones que ubicaron sobre la alfombra, para estar más cómodos.
—¿Hay algo que te esté preocupando? —interrogaste, suponiendo esa era su motivación para estar allí.
—No —negó de inmediato, para luego explicar—. Solo quería saber si estás bien, es decir, al estar todo el día ocupados no hemos tenido demasiado tiempo para hablar. Para preguntarte cómo te sientes con nosotros...
Te parecía muy tierno que se preocupara por ti, Ben era muy atento, de eso no había dudas. Y desde el primer día lo había sido contigo.
—La adaptación... —pensaste por un momento, antes de dar una respuesta en concreto—. Ha sido algo difícil, en mi vida no había tenido tanta actividad física. Aunque ha sido útil para aprender a usar mis poderes, además de a defenderme.
—Bueno, en eso podemos ayudarte entre todos, y por lo demás... Si necesitas hablar con alguien, puedes contar conmigo —se ofreció sinceramente.
—Gracias Ben, lo aprecio en verdad. De hecho, tal vez podamos aprovechar esta oportunidad para platicar —le propusiste, animad@.
—¿Para conocernos? —interrogó, a lo que tú asentiste—. Me gustaría.
—¡Genial! ¿Qué te parece si hacemos algo como el juego verdad o reto? —te parecía una buena idea para romper el hielo en las primeras preguntas, y así llegar a conocerse más mutuamente.
—No soy bueno con los retos... —Ben dudó por un momento y tuviste que intentar convencerlo.
—Si prefieres haremos uno solo, los dos juntos.
El Número Seis te observó, no muy convencido del todo, pero tu mirada le transmitía cierta confianza que lo llevó a ceder a tu propuesta.
—De acuerdo, si es así...Acepto —asintió.
[...]
Las preguntas para Ben ya las han aportado algunas de mis amistades, gracias a ellas! Sin embargo, aún pueden comentar qué preguntas le harían a Ben como su mejor amigo o como su chico, para utilizar en un futuro.