Capítulo 9: Conociendo a Cinco

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En éste capítulo habrá un acercamiento con Cinco, pero como su eventual mejor amigo, no como su chico.

En éste capítulo habrá un acercamiento con Cinco, pero como su eventual mejor amigo, no como su chico

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Luego de despedirte de Grace, te quedaste a solas en tu dormitorio. Más tarde en la noche si bien te encontrabas recostad@ en tu cama, estabas entretenid@ leyendo uno de los libros que habías tomado de la biblioteca de la Academia, pues todavía no sentías suficiente sueño como para quedarte dormid@.

Por estar aún despiert@ pudiste escuchar el golpeteo suave en la puerta, te preguntaste quién podría ser a esa hora. Te incorporaste confundid@, de tratarse de Grace eventualmente entraría, como ya otras veces lo había hecho durante esos días. Pero no, otro golpeteo lo siguió. Con curiosidad te acercaste a abrir la puerta, y te encontraste con Cinco.

De todas las personas en la Academia, era aquel que menos te habrías imaginado que acudiera hacia ti, dado que poca interacción habían tenido desde que llegaste a tu nuevo hogar.

—Cinco... ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —le preguntaste, preocupad@.

—Esa pregunta es bastante ambigua, se puede dar una respuesta muy amplia dependiendo a lo que te refieras —te señaló, con la intención de que fueras más específic@, sin embargo respondió tal como lo había interpretado él—. Anímicamente me encuentro en perfectas condiciones, pero con una curiosidad latente.

—De acuerdo, intentaré ser más específic@...  —respondiste, aunque sí te había llamado la atención algo de lo que dio como respuesta—. ¿Curiosidad respecto a qué en particular?

—Sobre quién, de hecho —admitió, para luego aclararlo—. Es sobre ti. Han pasado ya algunos días, y poca información tenemos sobre tu persona, tus gustos... Podrías incluso estar ocultando algo.

—Ah sí, un cadáver en mi closet. ¿Quieres verlo? —le sugeriste manteniendo la mayor seriedad posible.

Si bien era una broma, Cinco pareció dudar por un instante si lo decías con esa intención o era real. Por esto se vio en la necesidad de teletransportarse al interior de tu dormitorio para observar dentro de tu closet.

—¿En verdad creías podría tener un cadáver oculto? —cuestionaste, divertid@ por su reacción a tu broma.

Contuviste tus ganas de reír, pero antes de alertar a alguien más sobre estar tan tarde despiertos, cerraste la puerta del dormitorio. Cinco solo desvió su mirada hacia ti, comprendiendo la situación, afortunadamente para ti no parecía estar enojado, sino más bien aliviado de que solo se hubiera tratado de un comentario en broma.

—Bueno, digamos que todavía no conozco demasiado sobre ti, ninguno de nosotros —te recordó, y ese era justamente lo que lo había motivado a buscarte tan tarde por la noche.

—Si ese es el caso, puedes preguntar lo que quieras —respondiste, después de todo no tenías nada para ocultar—. Solo con una condición.

Cinco te observó pensativo por algunos segundos, probablemente meditando sobre la situación y si le convenía.

—¿Qué condición? —quiso saber, antes de dar una respuesta.

—Que también me permitas preguntarte abiertamente lo que quiera saber sobre ti —expresaste, intentando sonar convincente para que aceptara.

[...]

Las preguntas para Cinco han sido un aporte de algunas de mis amistades, gracias a ellas! Sin embargo, aún pueden comentar qué preguntas le harían a Cinco, ya sea como su mejor amigo o su chico para utilizar en un futuro.

Mi vida con los HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora