Jhonny Storm
Ingresé al apartamento agotada luego de un largo y cansador día en el trabajo. El frío de la ciudad calaba mis huesos, haciéndolo todo más difícil y duro. El apartamento contaba con una temperatura bastante baja, tal así que al soplar salía un pequeño humo blanco de mi boca.
Me acerqué a la estufa y la encendí rogando que funcionara correctamente, o al menos lo suficiente para que el departamento dejara de sentirse como una escarcha de hielo. Para mí buena suerte, pronto se podía andar por el apartamento sin estar tiritando de frío, sin embargo sabia que algo faltaba.
Y si, faltaba nada más y nada menos que mi querida antorcha humana. Jhonny había salido por una misión hace algunos días y aún no había vuelto. No lo presionaba, comprendía la responsabilidad que conllevaba ser un héroe, sin embargo no podía dejar de extrañarlo.
Aquel joven coqueto se había metido en lo más profundo de mi corazón, dándole la calidez que necesitaba para dejar los miedos e inseguridades atrás. Con él me sentía protegida y amada. No había momento en el que no me demostrara, con actos o palabras, lo mucho que significaba para él tenerme en su vida.
Decidí que lo mejor era tomar una ducha caliente y hundirme entre la comodidad de mis sabanas, intentando, de alguna forma, tener un buen momento después de tan fatídico día. Deseaba con cada fuerza tener a Jhonny junto a mi en este momento para recibir un poco de la calidez que su cuerpo siempre desprendía.
Me acurruqué aún más con la frazada y me dispuse a descansar entre la frialdad de la habitación. Sin embargo, cuando estaba a nada de caer en un profundo sueño, un sonido en el balcón me alertó, haciendo que todo intento de sueño desaparezca.
Me senté sobre la cama y dirigí mis ojos al ventanal que se abría paso al balcón. La habitación estaba algo iluminada por la luz de la luna y gracias a eso percibí una silueta en el exterior.
Mi corazón comenzó a bombear con fuerza y mi respiración se hizo muy agitada. Estaba asustada, no iba a negarlo, y por eso mismo me mantuve inmóvil sobre la cama y tapada con la frazada, viendo como el picaporte del ventanal se movía en busca de abrirse.
Suspiré tranquila cuando noté que estaba bien cerrada, más solté un chillido cuando la cerradura cayó sobre el suelo, teniendo ahora un color oscuro y llenando la habitación con un aroma a quemado. El ventanal se abrió y una ola de frío ingresó por ella, al igual que un Johnny totalmente desnudo.
-¡Jhonny!- exclamé aliviada y contenta, saliendo de la cama para llegar a su encuentro. Me abracé a su pecho desnudo, sintiendo la calidez sobrepasar el frío del exterior que golpeaba con mi cuerpo. Lo observé sonriente y algo confundida, su desnudez me encantaba pero no me parecía un buen clima para andar en pocas prendas. Aunque se trataba de la antorcha humana, él nunca tenía frío.
-hola, preciosa- sonrió con ese encanto tan característico suyo. Un olor a quemado inundó nuestras fosas nasales y observamos hacia abajo viendo que la cerradura quemada comenzaba a quemar la alfombra del suelo. Johnny la tomó y tiró por el balcón, mientras yo rogaba que no le haya dado a nadie en la cabeza.
-lo siento por eso, mañana lo arreglaré- murmuró, señalando el ventanal ahora sin manija.
-tranquilo, ahora esa es mi ultima preocupación- sonreí, poniéndome de puntitas de pie y besando sus dulces labios con deseo, intentando transmitirle lo mucho que lo había extrañado.
Cuando nos separamos el sonrió socarrón, mientras que me tomaba entre sus brazos y cerraba el ventanal detrás de nosotros con su pie.
-uhm, al parecer alguien me extrañó- murmuró, quitando mi cabello y dejando húmedos besos en mi cuello, mientras yo me derretía entre sus brazos. Aún no olvidaba su desnudez y eso solo hacia que mis hormonas se revolucionaran con más fuerza.
-no te imaginas cuánto- susurré, acariciando su trabajada espalda con la yema de mis dedos.
-adoro el olor al jabón que usaste- hundió su nariz en mi cuello, sacándome una risa mientras que golpeaba su brazo juguetona. Luego se separó y me observó con ojos pícaros y una pequeña sonrisa surcando de sus labios.
-te apetece tomarte otro baño? Ahora tendrás compañía...- me dijo. Acaricié su rostro con mis manos, notando que su barba comenzaba a crecer, cosa que me encantaba. Lo observé embobada por su belleza y luego me dispuse a responder.
-contigo siempre-
__
Presioné mi cuerpo contra el suyo mientras enredé mis piernas con las suyas, en busca de sentir todo su calor. Besé su pecho numerosas veces mientras mi mano se hallaba en su abdomen, dando suaves caricias.
Su mano se hallaba en mi espalda, masajeando suavemente mientras me susurraba al oído palabras hermosas que me daban ganas de llorar.
-Lia, mírame- tomó mi barbilla con sus dedos y me obligó a clavar mi mirada a la suya. El brillo en sus ojos me hizo sentir tan amada. Observé sus carnosos labios por un momento y tuve el impulso de echar a besar su boca pero me contuve para poder oír lo que sea que tenia para decirme.
-que..?- mi voz sonó atontada, y es que quien no actuaría como tonta frente a un hombre como Jhonny Storm?
-te amo muchísimo- reveló, sin ningún titubeo o duda en sus palabras. Nos habíamos dicho te quiero antes, pero jamás un te amo, lo que me causó una gran emoción que se materializó en forma de lágrimas.
-tambien te amo, Johnny. No te imaginas cuánto- y me atrajo a sus labios luego de sonreír feliz, sellando nuestras palabras con ese beso que me aseguró que todo lo que ocurría era la clara realidad.
Se colocó sobre mi y nos cubrió con la frazada a ambos, acomodándose encima mío y brindandome toda su calidez con su cuerpo. Sus labios picaban los míos y aveces se desviaban a mi cuello y mejillas, brindandome así todo su amor y cariño.
Toda mujer merece un Johnny Storm en su vida y yo estaba más que feliz de haberlo encontrado.
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❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ CHRIS EVANS
Fanfiction「 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀 𝗲𝘃𝗮𝗻𝘀 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 」 Pequeñas historias de nuestro sensual dorito, Chris Evans, y todos sus personajes. ❥ 𝗥𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗲𝗱𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮...