¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrió sus ojos. Su cuerpo parecía temblar, debido a los recientes acontecimientos. Observó a sus alrededores, el mundo en aquellos años se veía más gris de lo que lo recordaba. Todo se veía muy diferente a como lo recordaba, ya no había pantallas por todos lados, ni el barullo constante de las personas hablando por teléfono o entre ellas. Todo era tan diferente.
Caminó con lentitud, despabilandose de aquel viaje en el tiempo que lo habia dejado en un estado extraño. Sus manos sudaban de los nervios, nuevamente volvía a sentirse aquel joven flacucho quien era la burla de todo Brooklyn.
Sabia porqué estaba ahí, él lo había decidido así, quería estar con aquella mujer que nunca había podido borrar de su mente...aquella mujer de la nunca pudo disfrutar completamente y decirle cuánto significaba para él...por miedo.
Había caminado por largos minutos, intentando no ser descubierto por algunas personas que transitaban por las calles de Brooklyn. Sus pensamientos no paraban de formular diferentes escenarios con la muchacha, que solo servían para ponerlo más nervioso.
Subió las escaleras de manera, que rechinaron al sentir todo su peso, ¿ella seguiría viviendo aquí?¿habrá conocido a alguien?¿olvidó nuestra promesa? Su mente solo lo atormentaba más, recordándole aquel mal día donde la había rechazado, ¿¡porqué había hecho eso!? Odiaba a su pasado él.
Dió unos suaves toques en la puerta que tantas veces había tocado antes. Esperó pacientemente, rogando que fuera ella quien abriera la puerta, con su hermosa sonrisa y aquel brillo en sus ojos. Steve tenía esperanzas de volverla a ver y hacer las cosas como debieron ser desde un principio.
La puerta se abrió, dejando ver a cierta morocha que parecía haber acabado de ducharse. Al levantar la mirada, se encontró con los ojos celestes del rubio, que la miraban sorprendidos, ilusionados...con amor y cariño. El cepillo que sostenía contra su húmedo cabello resbaló de sus mano, cayendo y haciendo un pequeño estruendo al tocar el suelo.
Se cubrió la boca con una de sus manos, no con brusquedad, con movimientos delicados que evidenciaban su sorpresa. Los ojos marrones se llenaron de lágrimas y un sollozo involuntario salió de los labios de ésta, sin poder entender lo que sus ojos veían.
Y solo pudo comprobar que era real, cuando el rubio la atrajo suavemente a él, sellando sus labios de una vez por todas, algo que ambos habían deseado con todas sus fuerzas.
__
Años después...
La pequeña niña observaba todo con curiosidad, mientras sus dedos, llenos de baba, golpeaban el pecho de su padre con las pocas fuerzas que poseía. Steve bajó la mirada, sonriendo al ver a su linda bebé, mirándolo con una sonrisa que solo poseía dos dientes.
-pap-pa- murmuró, sorprendiendo al soldado, quien no tardó en levantar la niña hasta que sus rostros quedaran frente a frente. Frunció el ceño, sonriendo enormemente y con lágrimas acumulándose en sus ojos.
-que dijiste?- preguntó, la emoción se oía claramente en su voz. La niña soltó una risa al ver la mueca en el rostro de su papá, por lo que repitió.
-pap-a- Steve no tardó en comenzar a llenar el rostro de su bebé con besos, feliz y algo nostálgico de que su niña ya habia dicho su primer palabra. Natasha reía alegre, entre los brazos del ojiazul, quien casi saltaba de alegría sino hubiese sido porque alguien interrumpió en la escena.
-qué está pasando aquí?- preguntó Margot, ingresando a la cocina con una sonrisa enternecida al ver la emoción en el mayor, quien parecía un niño con un juguete nuevo.
-fui su primera palabra!- exclamó, señalando a la niña, quien nunca borró la sonrisa de su rostro.
-pa-pa- repitió. La mujer rodó los ojos con una sonrisa, soportando las ganas de reír al ver así a Rogers.
-lo ves!?- exclamó otra vez -está más que claro quién es el favorito aquí- se mofó, actitud poco vista en el rubio. Steve había cambiado mucho desde que volvió en el tiempo, había comenzado a ser feliz realmente, mostrando actitudes que nunca había mostrado antes, ésta por ejemplo.
-Steve ella siempre dice eso cuando tiene hambre- contestó ella -es amante del puré de papas- agregó, borrando la sonrisa en el rostro del rubio.
-eso es cierto, Natasha?- preguntó el hombre, en dirección a su hija. Habían decidido llamar a la pequeña así en homenaje a la difunta Romanoff, quien había sido una amiga muy cercana del soldado. La rubia asintió riendo, sin entender lo que decían -no es cierto, solo lo dices porque estás celosa- se burló de su esposa, quien simplemente rodó los ojos riendo.
Cuando Steve volvió a los años 50 todo había recobrado color para ambos. Su amor era demasiado puro y apasionado, por lo que no demoraron en contraer nupcias un año después de su reencuentro. Cumplieron su promesa y escaparon de Brooklyn, abriéndose camino a nuevas fronteras, aunque siempre regresando al lugar donde comenzó todo. Dos años después llegó Natasha, la luz de sus ojos. La cría, con solo cinco meses de edad, era bastante astuta y encantadora.
Se había ganado el corazón de ambos con solo una mirada.
Giró a ver a su amada, quien preparaba la cena, concentrada en la tarea. El joven dejó a la niña sobre una cuna allí, quien rápidamente se entretuvo con unas muñecas de tela, y se acercó a la muchacha por detrás, enrollando sus brazos en la cintura de ella.
-no estés celosa, estoy segura que tú eres su favorita en realidad- la consoló, dejando dulces besos en su mejilla. La dama soltó una pequeña risa y giró a verlo con un brillo especial en su mirada, ambos tenían aquel brillo especial.
Se acercó a él rozando sus labios con suavidad antes de unir sus labios con una dulzura increíble. La unión de sus labios formaba una conexión tan especial entre ellos, una que ambos eran incapaces de explicar.
Su amor era tan sincero y hermoso, que daban ganas de llorar. Nunca creyeron que su historia continuaría junto al otro de esa manera, pero estaban seguros que no se arrepentian de nada.
Y pensar que todo comenzó con la loca promesa de escapar de Brooklyn...
__
Aquí va la última parte de este os, espero que les haya gustado mis amores ❤
