O46 | WHERE WERE YOU?

6.4K 396 91
                                    

Frank Adler

Besé la cabeza de la rubia con cariño mientras ella dormía, me alejé de su cama y no tardé en salir de su habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Besé la cabeza de la rubia con cariño mientras ella dormía, me alejé de su cama y no tardé en salir de su habitación. Mary significaba mucho para mí, era una niña inteligente y encantadora, además estaba acostumbrada a su presencia después de varios años de noviazgo con Frank.

Suspiré pensando en él. Frank, mi Frank ya no era el mismo. Hace semanas estaba actuando raro, no me miraba a los ojos, apenas y me besaba. Era como si todo el tiempo estuviese huyendo de mi presencia. Jamás había dudado de nosotros antes, nuestra relación siempre fue tan sana y apasionada. Pero todo había cambiado ahora.

Mary había comenzado la escuela y con ello la distancia entre Frank y yo. Apenas y llegaba por las noches, solo se encargaba de Mary, llevándola a la escuela en las mañanas, después trabajaba hasta la tarde, donde desaparecía hasta la madrugada. Comenzaba a apagarse.

Me acerqué a la mesa y tomé el teléfono de allí, queriendo cerciorarme de que no tenia algún mensaje o llamada perdida de él, tal y como lo hacía cada noche. No había nada. Un sabor amargo se instaló en mi boca, nunca había sospechado de un posible engaño, Frank nunca fue esa clase de persona, pero desgraciadamente comenzaba a dudar de aquello también.

De repente la inseguridad me invadió. No lo haría, ¿cierto? Quiero decir, porqué habría de hacerlo?, le había dado todo de mi, intentando que fuera feliz con lo que podía otorgarle, ¿acaso eso no era suficiente? Quise llorar en ese momento ante mis pensamientos, pero lo contuve todo cuando oí el sonido de la llave en la puerta de entrada.

Había vuelto.

Lo observé, más el no me vio pues llevaba su mirada baja, con una sonrisa boba en sus labios. Un nudo se formó en mi garganta, sin dejar que las palabras salieran como yo quería.

-donde estabas?- pregunté, con mi voz ronca. La sonrisa abandonó sus labios, devolviendo aquella mueca seria que había estado viendo las últimas semanas. Un dolor de formó en mi pecho ante su acción, literalmente había borrado la sonrisa en su cara al escucharme, nunca me había sentido tan dolida como en aquel momento.

-estaba...- dudó un poco, aún evadiendo mi mirada -estaba acabado con el trabajo extra- se excusó, pasando a mi lado en dirección al baño. Tomé su mano, deteniendo su paso. Era ahora o nunca, era mi momento para obtener respuestas, era el momento de solucionar las cosas o acabar con todo esto de una vez.

Me dolía, obvio que lo hacía, después de tantos años juntos, me costaba pensar en una vida sin Frank, habíamos planificado casi todo, teníamos tantos proyectos, no quería tirar al caño todo eso. Pensé en Mary, sin dudas seguiría viéndola a pesar que las cosas acabaran muy mal entre nosotros, rogaba que no fuera así.

-Frank, espera- dije, buscando sus ojos con desesperación, necesitaba verlos para asegurarme que todo estaba bien, que solo necesitaba tiempo para él mismo, pero cuando me devolvió la mirada todas aquellas excusas quedaron en el olvido. Ya no estaba aquella mirada de amor que él me transmitía cada día, solo había un frío vacío que me mataba por dentro.

-que ocurre ahora?- preguntó resignado, puesto que lo había interceptado de ésta manera numerosas veces en el pasado y nunca había obtenido nada. Ahora era diferente.

-necesito que hablemos...-

-hablar sobre qué, Liz?- interrumpió fastidiado -acaso eso es lo único que sabes decirme? Necesito que hablemos? Wow eres muy creativa- soltó irónicamente.

-al igual que tu, que solo sabe soltar excusa tras excusa- y allí iba, nuestra primer conversación larga despues de un tiempo se estaba convirtiendo en una discusión -qué me dirás mañana? Que la lancha se sentía sola y decidiste hacerle compañía?-

-no comprendo porqué siempre quieres saberlo todo- murmuró.

-no se trata de saberlo todo, Frank! Se trata de crear comunicación entre nosotros, de otra forma cómo se estabiliza una relación?- exclamé, comenzando a cabrearme.

-con confianza, Liz! Confianza, sabes lo que es eso?- deletrea.

-como quieres que confíe en ti cuando apenas y llegas por las noches, lo único que me dices es hola y adiós, ni siquiera me besas, Frank- dije, mirándolo a los ojos, buscaba algún indicio de arrepentimiento más no lo encontraba -hay algo que haya hecho mal? Algo que hice para incomodarte? Porque no comprendo qué nos está pasando después de tantos años juntos-

-Liz ya déjalo- pidió exhausto.

-no!- negué, gritando aquello -porqué siempre quieres evadir esto? No confías en mi, o qué? Porque ya estoy harta de romperme la cabeza pensando en los motivos de tu cambio drástico de actitud- mis ojos se llenaron de lágrimas mientras lo observaba -acaso hay alguien más que te haga sentir como yo me siento contigo?- pregunté con voz rota.

No respondió, se mantuvo callado por unos largos segundos, rompiendo mi corazón en el proceso. Qué significaba aquello? Entonces mis presentimientos eran ciertos...hay alguien más.

-Liz...-

-quien es?- pregunté, intenté que mi tono sonara duro, ocultando el dolor, pero fallé miserablemente -con quien me estas viendo la cara de estúpida?-

-...la maestra de Mary- respondió, soltando una bocanada de aire. Me sorprendió y dolió el no haber encontrado una pizca de arrepentimiento en su voz, intentando ignorar el profundo dolor que me habían causado sus palabras.

-porqué?- pregunté nuevamente, necesitaba respuestas, necesitaba saber que no le había logrado dar para que lo buscase en otros brazos.

-no lo sé, Liz, simplemente pasó- un sudor frío me recorrió, mientras mi miraba cambiaba a una de odio puro. Él me había estado viendo como la estúpida que espera en casa por el mientras se revuelca con otras. Un odio comenzó a crecer en mi interior -donde vas?- preguntó, viendo como me dirigía a pasos apresurados a nuestra habitación.

-me largo de aquí, ya no perderé el tiempo contigo- sentencié, luchando porque mi voz no se quebrara. Saqué mi valija de el armario y comencé a meter mi ropa allí de manera rápido y desordenada. Lo único que quería era escapar de allí.

-Liz, lo siento muchísimo...por favor no hagas esto- suplicó con voz rota, no había notado las lagrimas en sus ojos hasta ese momento. Me dolió verlo así, no mentiría, pero no se comparaba con el dolor que estaba sintiendo al saber de su engaño.

Lo observé con decepción.

-eso debiste haberlo pensado antes, Frank- no me preocupé en ocultar mi dolor -me largo...-

__

Qué me dicen ustedes hermosas, perdonarían una infidelidad? Yo obvio no, demasiado orgullo y rencor sjsjjajaja. Espero que les haya gustado, cuídense

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  CHRIS EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora