Steve Rogers
Unos toques en mi puerta me hicieron apartar mi atención de la TV. Me levanté del sofá y me acerqué a la puerta, con las mismas prendas que llevaba hace tres días.Abrí la puerta, mientras soltaba un bostezo. Me encontré con cierto rubio que cambió su semblante al verme, por uno preocupado.
-Lia- dijo -no quiero ser poco caballero pero...-
-ya lo sé, me veo como el asco- lo interrumpí abruptamente, invitándolo a ingresar a mi pequeño departamento. Steve vio el ambiente en el que había pasado las últimas semanas y luego giró a verme.
-en realidad iba a decir que tienes ketchup en tu blusa- señaló la macha en mi prenda, a la altura de mis pechos. Observé sorprendida la mancha roja y luego suspiré; otra blusa directo a ser pijama.
-que haces aquí? Creí que estarías en una misión- le pregunté, cruzándome de brazos.
-oí lo de tu hermano, lo siento mucho- me dió su pésame. Hace dos semanas, un número desconocido me llamó a las cuatro de la madrugada. Dude en responder, pero acabé haciéndolo, era muy poco usual que alguien te llame a tales horas de la noche. Era la policía, mi hermano había sido encontrado muerto en su celda.
No lloré, siempre supe que no acabaría bien. Simplemente me hundí en un encierro donde desquité mis sentimientos comiendo comida chatarra y tirada en mi sofá, mirando todas las películas disponibles.
-esta bien, lo veía venir- murmuré, cabizbaja. El hombre, algo dudoso, se acercó a abrazarme, en señal de consuelo. Respondí a su abrazo.
Siempre había estado acostumbrada a la soledad. Literalmente desde que tengo memoria nunca tuve vínculos demasiado fuertes con las personas, ya que, de una manera u otra, siempre huían y me dejaban sola. Pero ese abrazo se sintió como aquello que siempre anhelé y nunca noté.
-deberia tomar una ducha- dije, apartándome. Steve me atraía demasiado, y sabía que no solo era solo atracción sexual. El rubio era demasiado dulce y tierno conmigo, y siempre se preocupaba por los demás antes que por él mismo. Era totalmente diferente a mi y tal vez por eso me gustaba mucho.
-te espero aquí- se sentó sobre el sofá. Frunció el ceño al sentir algo debajo de él, y cuando se levantó ligeramente quitó una rodaja de queso cheddar de su trasero. Reí con vergüenza y me metí al baño.
Minutos después salí envuelta en una toalla con algunas gotas escurriendo de mi cuerpo, caminé con rapidez a mi habitación para evitar que el rubio me vea.
Cerré la puerta detrás de mí y giré, asustándome en el momento que divisé al rubio viendo uno de los cuadros de mi habitación. Al oír la puerta, giró y se encontró con mi cuerpo con solo una toalla cubriéndolo. Su rostro se enrojeció al verme.
-lo siento, y-yo n-no creí- tartamudeó, nervioso y casi temblando. Guardé una sonrisa de ternura y caminé lentamente hacia mi armario.
-tranquilo, está bien. Además no es como si no hubieras visto el cuerpo de una mujer antes- sonreí con tranquilidad, pero mi sonrisa se borró al notar como el sonrojo de el rubio se incrementaba -Steve, nunca estuviste con una mujer antes?- el hombre negó con la cabeza, mientras agachaba la mirada.
Suspiré, mirándolo. Me acerqué a él, aún envuelta en la toalla, y con mi mano levanté su rostro para unir nuestras miradas.
-no debes humillarte por ser virgen- susurré -yo me sentía como tu hasta mis catorce años- bromeé. Él lanzó una ligera risa al igual que yo.
-la diferencia es que tengo casi cien años, Lia- murmuró, intentando no bajar la mirada. Mordí mi labio inferior y tomé su muñeca con mi mano, levantandola hasta la altura de mis pechos.
-q-que haces?- preguntó, tragando saliva duro. Hice que la palma de su mano haga contacto suave con la toalla.
-quieres hacerlo?- pregunté, ahora yo. El rubio alejó su mano y me miró.
-si, claro que quiero pero...- hizo una pausa -no así. Quiero ir lento, lia, pero no demasiado lento, s-solo quiero hacerlo bien contigo- su nerviosismo no se iba.
Acaricié su mejilla con lentitud, sintiendo el calor de aquella zona -comprendo- sonreí -entonces a que hora pasas por mi?- me alejé de su anatomía, acercándome nuevamente al armario.
-que te parece si vamos a cenar?- preguntó, más relajado y con una sonrisa en el rostro.
-hecho- asentí -pero yo elijo dónde-
-hecho-
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Súper corto, lo sé y perdón. Supongo que haré otras partes de este os y ya decidí que, respecto al os de Frank Adler "you alredy forgot me", si tendrá una tercera parte que subiré en un par de días.
Bye
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❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ CHRIS EVANS
Fanfic「 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀 𝗲𝘃𝗮𝗻𝘀 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 」 Pequeñas historias de nuestro sensual dorito, Chris Evans, y todos sus personajes. ❥ 𝗥𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗲𝗱𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮...