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Caminaba por los extensos pasillos del hospital en el que trabajaba. Una sonrisa adornaba su rostro mientras saludaba a los compañeros que pasaban a su lado.
Ya había acabado de cambiar las bolsas de suero de todos los niños internados y se sentía satisfecha y a gusto con su trabajo. Adoraba a los niños y trabajar junto a ellos cada día, verlos mejorar, era la mejor parte de ser pediatra.
Aquella dulce chica, tenía un control increíble sobre los niños. Podía llegar y calmarlos a todos con una simple sonrisa. Ella irradiaba paz y tranquilidad.
Atendía a los niños con situación de crítica. Y por eso el día de hoy estaba muy nerviosa ya que según lo entendido el elenco de Avengers vendría al hospital a darles una sorpresa a todos aquellos niños. Se sentía feliz por ellos, sabía que estaban siendo muy fuertes día a día y merecían disfrutar y descansar un poco.
Era la encargada de mantener todo bajo control y de supervisar a los niños durante la visita de los actores. Esperaba que todo saliera como lo planeado y que los niños se mostraran alegres con la visita de los actores personificando a sus respectivos personajes.
Pasó sus manos por su pantalón y sacudió levemente su cabeza intentando calmar sus nervios.
Al llegar al hall del establecimiento se encontró con un gran lío de gente. Al acercarse un poco más se encontró al elenco de Avengers rodeados de guardaespaldas y celulares con flash, sacándoles fotos y grabando videos. Las fans se veían enloquecidas y totalmente estasiadas al verlos allí, incluso sus ojos denotaban estar viendo el más grande y delicioso manjar.
El que reconoció como Chris Hemsworth, que se hallaba disfrazado de Thor, estaba hablando con su jefe y guiando a los demás.
Mark, su jefe, gira su mirada encontrándose con la joven y la mira con una sonrisa aliviada para hacerles señas a las estrellas, comenzando a caminar hacia ella. Sus nervios se dispararon y fingió la mejor sonrisa tranquila que estaba a su disposición.
-señores y señoritas. Ella es Cristal, mi pediatra favorita, se encarga de cuidar a los niños que hoy conocerán- todos fijaron su vista en ella logrado que la chica sonriera incómoda.
-un gusto- movió su cabeza -los niños aún no saben nada de su llegada a las instalaciones pero son muy fans de ustedes, amarán verlos aquí- sonrío. Sintió una intensa mirada sobre ella y la busco con disimulo hallando a Chris Evans observándola. Le sonrió al rubio, algo avergonzada, y el imitó su acción.
-todo lo que necesiten pueden pedírmelo a mi o a ella- agregó Mark, señalandola al nombrarla -si me disculpan debo irme, pero volveré en un santiamén- rió ligeramente, junto a los demás, y se alejó haciendo que los nervios de la muchacha volvieran.
-siganme- murmuró, haciendo un ademán con la mano y comenzando a caminar a la sala donde estaban reunidos los niños. Al llegar a la puerta, luego de un recorrido algo incómodo para ella, pidió silencio educadamente y les indicó que entraran a su señal.
Cristal entró a la habitación y muchos saludos alegres por parte de los niños se hicieron presentes. Los pequeños la observaban con adoración y cariño, después de todo era la mejor doctora que habían tenido. La jovencita volvió a pedir silencio tranquilamente y habló.
-niños, hoy les tenemos una sorpresa espectacular- sonrió enormemente, aumentando las ansias de los pequeños -sabemos que aman a los Avengers y por eso...- se acercó a la puerta y la abrió -...los invitamos a que viniesen a verlos- pronto, todo el cast de avengers estaba dentro de aquella extensa habitación.
Los niños no podían ocultar sus muecas de sorpresa y felicidad. Chillaron conmocionados, algunos incluso soltaron algunas lágrimas de alegría. La rubia sonrió, al ver a todos los niños que tanto cariño les había agarrado, felices y contentos.
-Cristal!- un eufórico grito de voz dulce se hizo presente y la chica sonrió aún más al ver a Mia, su pequeña favorita, que padecía de cáncer de pulmón, quien se acercó de la mano de Chris Evans.
-hola, linda- me agachó a su altura y besó su cabeza. Sonrió ante su gesto y observó al hombre que la acompañaba.
-él es El Capitán America- exclamó con entusiasmo acercando al rubio a ellas -no puedo creer que mi superhéroe favorito esté aquí!-
-increíble, no?- murmuró sin saber que decir, la mirada del rubio sobre ella comenzaba a intimidarla nuevamente.
-en realidad se llama Steve Rogers- se acercó y susurró -me preguntó por ti- la niña se alejo riendo pícara, dejándola sola con el actor.
-es una niña muy lista- dijo.
-si, lo es- respondió con falsa tranquilidad, observándola jugar con los demás. Su pulso estaba agitado y sentía que la lengua se trataba en cada palabra que soltaba. Tenia miedo de dar un paso y caer a causa de la vergüenza que se reflejaba en sus movimientos.
-que padece?- preguntó el actor, interesado en la pequeña y en su doctora.
-cáncer de pulmón- murmuró triste -pero ya está en proceso de curación. Las Kinesioterapias la están ayudando bastante-
-lo lamento- dijo. Ella asintió volviendo a sonreír y observando sus bellos ojos -tenía una duda-
-dime-
-espero no sonar muy intenso pero...- dió una breve pausa, meditando sus palabras -...querrías acompañarme a tomar un café mas tarde?- rascó su nuca, lo cual se le hizo difícil por el traje que portaba -solo si quieres-
Mi corazón dió un vuelco al oír sus palabras. El mismísimo Christopher Evans quería tomar un café conmigo? Contuve mis ganas de saltar como niña pequeña y sonreí lo mejor posible.
-me encantaría, capitán- no sabia de adonde había sacado la confianza para llamarlo así, y juro haberme arrepentido de haberlo dicho hasta que vi la sonrisa ladeada en su rostro.
-dime Chris- le sonrió enormemente. Suspiré aliviada y le respondí la sonrisa una vez más.
